06-06-2017
Los salarios de los nuevos graduados universitarios de China se están hundiendo, aun cuando sus números se elevan a un récord. Esa es una mala noticia para la joven élite del país, pero puede ayudar a las autoridades que se esfuerzan por volcar la economía a industrias y servicios de más alta tecnología.
Los salarios mensuales se desplomaron 16% a 4,014 yuanes (US$ 590) este año, en un segundo descenso consecutivo, según datos del sitio de reclutamiento Zhaopin.com. El Ministerio de Educación estima que este año se graduarán 7.95 millones de personas, casi la población de Suiza.
China está perdiendo competitividad en las industrias de gama baja, desde textiles a muebles, según se disparan los salarios y otros costos. Los intentos de las autoridades para contrarrestar eso, orientando la economía hacia industrias y servicios de alta tecnología —desde aviones y robots hasta investigación y desarrollo— podrían recibir impulso de un ejército de graduados con una excelente formación y mal pagados.
“Esta es la nueva ventaja competitiva de China”, dijo Song Yu, economista jefe para China de Beijing Gao Hua Securities Co., socio de la empresa conjunta de Goldman Sachs Group Inc. en el territorio continental, en Beijing. “Cuando entras en un banco aquí, incluso las mujeres del cajero están altamente calificadas: el Gobierno tiene una buena mano de cartas si puede jugarlas bien”.
Pero hay un inconveniente: un salario más bajo es un posible obstáculo para consumidores que han sido un pilar clave para la economía según perdían importancia los viejos motores económicos. El consumo, incluido el gasto público, contribuyó 77.2% al crecimiento del producto interno bruto en el primer trimestre, en tanto los servicios representaron un récord de 51.6% de la producción total del 2016.
Impacto global
La presión a la baja de los salarios de profesionales también puede extenderse fuera de las fronteras de China. La globalización de servicios posibilitada por la tecnología permite que el trabajo profesional se propague por todo el mundo, y aunque históricamente los servicios han sido proporcionados en persona, eso no es necesariamente así en las finanzas modernas, la contabilidad o la consultoría, según Stephen Roach, de la Universidad de Yale.
Ello facilita la exportación de trabajos profesionales, y podría exponer a profesionales altamente calificados de Estados Unidos, desacostumbrados a duras presiones competitivas, a más incertidumbre laboral, escribió Roach, ex presidente no ejecutivo de Morgan Stanley Asia, en su libro del 2014 “Unbalanced: The Codependency of America and China” (Desequilibrados: la codependencia de Estados Unidos y China).
Los graduados chinos serían empleados mucho más atractivos en un mercado global, ya que se les paga menos de un sexto de sus homólogos en Estados Unidos. Los salarios de los recién graduados universitarios subieron 3 por ciento este año a un récord de US$ 49,785, de acuerdo con un informe el mes pasado de la firma de búsqueda de ejecutivos Korn/Ferry International, con sede en Los Ángeles.
A pesar de sus bajos salarios iniciales, los graduados de China están teniendo más dificultades para conseguir trabajo este año, según la encuesta de Zhaopin entre 93,420 graduados universitarios.
Incluso para aquellos que obtienen trabajo, muchos no estaban haciendo lo que querían, encontró Zhaopin.
“Más de tres cuartas partes de los graduados cobran menos que sus expectativas”, dijo el informe de Zhaopin. “Generalmente, tienen una visión pesimista sobre la búsqueda de empleo este año”.
Actualidad Laboral / Con información de Gestión Perú