Que Justin Timberlake sea nombrado chief flavour officer (algo así como CEO de sabores) de una compañía de bebidas, encargado del lanzamiento de nuevos productos, puede parecer chocante.
Como también lo es designar a alguien paranoid in chief. Y, sin embargo, este es el cargo que otorga Yahoo a ciertos profesionales dedicados a la ciberseguridad. En AOL, los que tienen como misión pronosticar escenarios tecnológicos futuros se llaman profetas digitales, y Extra Crispy, una filial de Time Inc., cuenta con un crítico de bacon, indispensable en la calidad de la producción cárnica de la compañía. Por su parte Pizza Hut tiene un decano de pizza, que es el cargo que designa ciertas funciones de liderazgo y estrategia. Se trata de un perfil importante en la organización, dedicado a formar a los directivos de Pizza Hut acerca de cómo cortar y colocar el producto.
Nuevas funciones
Estos y otros forman parte de una lista de cargos absurdos presentada recientemente por Fortune, en la que se incluye el galactic viceroy of research excellence, un puesto creado por Microsoft para James Mickens, un profesor de Harvard que presume de cargo rimbombante mientras investiga los desarrollos en la nube de Internet y las aplicaciones web.
LinkedIn tiene un hacker in residence, que se dedica a crear prototipos para herramientas internas y a transformar los diseños de ciertos productos.
Para consuelo de muchos filósofos que no encuentran trabajo, Google ha diseñado el cargo de filósofo in-house, con el que denomina las funciones de aquellos que resuelven problemas de ingeniería desde una perspectiva humanística.
La agencia digital VaynerMedia ha transformado las funciones del director de recursos humanos en algo muy personal. Pero mucho. El cargo es chief heart officer, y apela al sentimiento, pues se trata de un nuevo tipo de gestor de personas que se dedica a mantener reuniones personales con los empleados y a favorecer una relación especial con ellos.
Igual que el sector tecnológico, el de los recursos humanos es un laboratorio para nuevos cargos. Existe el de chief people officer, el chief of culture, que se dedica a vigilar y preservar la cultura corporativa, e incluso el de chief happiness officer. Este último, para gestionar la tan traída y llevada felicidad en el trabajo y su influencia en el compromiso y la productividad.
Atrás quedaron los tiempos en los que visionarios como Richard Branson, fundador de Virgin, acuñaban cargos como el de intrapeneur para definir a los profesionales que, dentro de la compañía, tienen libertad y apoyo financiero para crear nuevos productos, servicios y sistemas sin ataduras y sin necesidad de seguir las rutinas y protocolos habituales de la organización. O cuando al buscar posiciones que generen marca de employer branding, surgió el brand ambassador. Sin olvidar los mighty eagle (en el caso del CEO de Angry Birds), chief transformation officer, master black belt (General Electric) o captain...
Significado real
Se trata de algo más que de extravagancias, ya que estos cargos aparentemente absurdos se diseñan para encontrar a un nuevo tipo de profesionales creativos que generan nuevos negocios.
En muchos casos, la denominación incluye una carga positiva que se asocia a puestos que resultan retadores. Y siempre para profesionales que han de lograr resultados.
Este tipo de cargos originales define a los profesionales que tienen una manera de resolver ciertos problemas fuera de lo común, en un entorno profesional en el que se busca a quien haya demostrado creatividad en la manera de obtener sus resultados y que sea muy adaptable; que haga cosas distintas, que invente productos o servicios y aprenda de otros sectores.
Además, cada vez más organizaciones quieren transmitir una imagen distinta para destacar y mostrar valores diferenciales propios de otro tipo de compañía con perfiles profesionales inéditos.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión