La participación activa de los trabajadores en la toma de decisiones y ejecución de políticas públicas, junto al Ejecutivo, es lo que plantea la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST) para la transformación del Estado. Y esto, asegura el coordinador nacional de esta organización sindical, Carlos López, se materializará con la formación del Consejo Popular Obrero anunciado por el mandatario Nacional.

- ¿Sería una transformación del Gobierno, ya no sería el Presidente con el Gabinete Ejecutivo, sino también esta figura?

Sí, son pasos hacia una nueva figura de Estado, una nueva figura de transformación, donde está planteada la participación protagónica de la clase popular, en este caso los trabajadores.
Pero son escenarios que vemos transicionales, que llevan hacia un mayor involucramiento del pueblo en la conducción del gobierno; en este caso, la clase trabajadora de todo sentido, obreros productivos, empleados públicos, campesinos y campesinas, pescadores, etc. Todo lo que tenga que ver con la productividad y con el área laboral estarían representados allí para tomar decisiones con el Presidente de la República y que sean de inmediata ejecución, no son recomendaciones, nosotros pensamos que debe haber concreción de los acuerdos que se hagan allí. De todas maneras, el Presidente tiene eso en sus manos y él definirá las reglas de juego.

- ¿Los poderes públicos, como los concebimos, cambiarían?


Por lo menos, la estructura de Gobierno, del Ejecutivo, comenzaría a cambiar. Pero la idea es que eso funcione en todo sentido y después se replique hacia otras instancias del Estado venezolano, como el Poder Judicial, el Poder Legislativo y ya incluso la transformación global del Estado venezolano.

- ¿Cómo sería la formación de los trabajadores, o de la clase obrera, para la definición de políticas públicas? ¿Cómo está preparada la clase obrera en ese sentido?

Eso es parte del reto, el reto es un salto en la conciencia del trabajador, donde hay que superar todavía elementos como reivindicativismo que lo tiene arraigado, superar a nivel de la conciencia. Por eso tenemos que uno de los temas del Congreso es el empuje de un gran plan de formación, una gran escuela de formación política, económica, técnica e ideológica de los trabajadores y trabajadoras venezolanos. Esa escuela estaría integrada directamente a los centros productivos, en acuerdo estratégico con la Universidad Bolivariana de los Trabajadores, por ejemplo, que ya tiene algo avanzado ahí. Pero básicamente es eso, la preparación de la clase trabajadora para ejercer en la realidad el gobierno popular.

- Entonces, ¿ese consejo popular obrero sería un plan a largo plazo?

No, un plan inmediato, porque tendría ya atribuciones. Tendría funciones de transición hacia algo más contundente, pero hay que comenzarlo a formarlo ya. Por ejemplo en la lucha contra la guerra económica es clave la incorporación del trabajador a la elaboración de políticas, a la definición de acciones para enfrentar la guerra económica; y no nos referimos en el aspecto represivo de los especuladores, no, a acciones que lleven a la transformación productiva de Venezuela. El salto económico productivo, para lo cual el trabajador es indispensable porque es el que produce, es el que está metido, el trabajador tiene que revisarse, revisar su capacidad de mejorar la capacidad manteniendo el aspecto reivindicativo pero a la vez superando ese estadio hacia un compromiso real con la producción.

El consejo gobierno debe definir políticas para el salto económico, eso es ya, eso debe comenzar ahorita, tal vez dure años o meses, digamos, pasos trascendentales en lo económico puede durar un tiempo pero hay que comenzarlo ya.

- ¿Los consejos populares obreros tendrían el espíritu de lo que se planteó con el control obrero?


Es mucho más allá del control obrero. El control obrero eran elementos de participación de la clase obrera focalizada en la gerencia de las empresas, pero lamentablemente fue una experiencia no todas positivas, en la década del 2000, muchas veces se convirtió en un nuevo escenario de negociación de reivindicaciones.

Es un problema de que la clase como tal, completa, asuma como un problema de él la productividad y el desarrollo del país, la eficiencia de la administración pública, en el caso de los empleados públicos; los empleados universitarios, los docentes universitarios, los docentes de educación media y básica, cómo todos hacemos ese salto productivo y de servicios en el país.

- Desde la Central Bolivariana ¿Cómo analizan la situación que se ha presentado con el contrato marco del sector público, que todavía no se ha instalado la comisión?


Nosotros le hacemos la recomendación a los compañeros de los sindicatos públicos que den pasos fundamentales a darle participación a los trabajadores por la base. O sea, que si en algún momento dado, la federación no ha estado al día con su proceso eleccionario, hay muchas formas para que los trabajadores participen y que se discuta el contrato, no solo con la estructura vencida, sino que la base elija voceros directos que vayan a la mesa de negociación, eso lo plantea la Ley, lo permite la Ley.

- ¿Ya no serían Franklin Rondón (Fentrasep), Antonio Suárez (Fedeunep) y Emilio Lozada (Federación de Jubilados y Pensionados), sino otros?

Serían ellos pero con una comisión muy amplia donde esté la base participando, eso mientras hacen las elecciones. Ahora lo correcto es que ellos hagan sus elecciones, ¿es lo mejor, no?

Por ejemplo, en el sector universitario, nosotros discutimos 2 contratos, uno en 2008 y otro en 2013, e hicimos nuestras elecciones, estamos al día, el sector de profesores, empleados y obreros universitarios, eso no cuesta mucho; entonces ellos deben convocar su proceso.

- Pero ¿sí es la mora electoral, entonces, lo que está retrasando la discusión del contrato?


Yo creo que sí. Pero hay formas de hacerlo, como te digo, montar una mesa calificada con trabajadores de base, estarían ellos participando también, obviamente, pero darle legitimidad por la vía de la base.

Actualidad Laboral / Adriana Salazar Salas