El personal que le hace las pruebas a un paciente sospechoso de coronavirus. El enfermero que lo intuba cuando su condición se agrava. La médica que intenta salvarle la vida. Las personas que limpian debajo de su cama en el hospital y lavan sus sábanas. Todos necesitan protección física, mental, laboral y familiar.
“Los trabajadores de la salud de todo el mundo están en la primera línea de la batalla diaria para contener el virus”, subraya la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Su seguridad es fundamental para que puedan desarrollar su labor en esta crisis. “Su protección debe ser una prioridad”.
De acuerdo con la agrupación laboral global, hay, por lo menos, cinco maneras de cuidar del personal de medicina y de enfermería. Pero también de quienes se encargan de tareas de apoyo, por ejemplo, en la lavandería, limpieza y manejo de desechos médicos.
Mantener la capacitación y protección
Compartirles información sobre la transmisión de la enfermedad “de la manera más amplia y rápida posible”. Deben conocer los datos más recientes, las medidas para prevenir el contagio y cómo implementarlas.
“El diálogo entre los trabajadores de la salud y los empleadores puede garantizar que las políticas y los procedimientos se implementen de manera adecuada”, destaca la OIT.
La disponibilidad de equipo de protección personal “es crítica”. También lo es la capacitación y la educación sobre cómo usar ese material. Las pruebas para detectar la infección por Covid-19 “deben estar disponibles para los trabajadores de la salud lo más ampliamente posible”.
Proteger su salud mental
El personal de salud se enfrenta a “situaciones excepcionalmente exigentes”: una gran carga de trabajo, decisiones difíciles y tasas de mortalidad sin precedentes.
Como el resto de la población, también temen a contraer la enfermedad. Pero en su caso, tienen mucho más miedo que la contagien a sus familiares y amistades. Encima, hay varios casos de discriminación. Muchas personas estigmatizan por el temor a contraer la enfermedad.
Una parte integral del cuidado de estas personas que trabajan en el sector salud es el apoyo social. También necesitan orientación para saber cómo lidiar con el estrés que viven actualmente y el estrés postraumático.
Monitorear las horas de trabajo
En situaciones de emergencia, trabajan en condiciones irregulares y atípicas. Muchos trabajadores están pasando o pasarán largas horas de trabajo y sin períodos de descanso.
Muchos de ellos tienen hijas o hijos, o personas en casa que también dependen de sus cuidados. Si las escuelas están cerradas y mucha gente está resguardándose en casa, también se ven en dificultades para mediar su vida privada y laboral.
La OIT señala que “debe haber arreglos de tiempo de trabajo apropiados” para equilibrar la urgencia y necesidad de su labor en este momento y las responsabilidades de cuidado que tienen en su hogar y con su propio bienestar.
Proteger al personal temporal y voluntarios
Para combatir la pandemia, varios países están reclutando personal.
El aumento de la emergencia sanitaria en otras naciones ha llevado, incluso, a reclutar personal médico voluntario.
“Si bien estas medidas parecen alentadoras, ya que aseguran la atención necesaria, deben implementarse cuidadosamente para garantizar que estos trabajadores tengan la misma protección laboral que los otros”, destaca la OIT.
Los gobiernos deberán proveerles de seguridad y salud en el trabajo. y desde el inicio deben quedar claras los términos y condiciones de empleo, protección social, remuneración, períodos de descanso y jornadas.
Reclutar y capacitar a más trabajadores
La petición de inversión en el sistema de salud no es algo nuevo, pero en estos momentos más que nunca es crucial. Los fondos deben canalizarse para “reclutar, desplegar y retener un número suficiente de trabajadores bien capacitados, respaldados y motivados”.
La pandemia de Covid-19 subraya “la necesidad urgente de una fuerza laboral de salud sólida como parte integral de cada sistema de salud resistente”, advierte la OIT. Esto será una base “esencial para la recuperación de nuestras sociedades y economías, y la preparación para futuras emergencias de salud”.