Los altos niveles de desigualdad, de pobreza y la desprotección social agravarán la crisis que atraviesan los países de América Latina y el Caribe debido a la pandemia de coronavirus, reveló este jueves un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). La CEPAL, dependiente de Naciones Unidas, destacó en un estudio el aumento en el malestar social en la región, lo que debería ser aprovechado para establecer nuevos modelos de desarrollo y bienestar.
"Los efectos de la pandemia de enfermedad por coronavirus se han extendido a todos los ámbitos de la vida humana. Alterando la manera en que nos relacionamos, paralizando las economías y generando cambios profundos en las sociedades", señaló el informe. Los impactos de la pandemia "se ven agravados por los problemas estructurales de la región: principalmente, los elevados niveles de desigualdad, informalidad laboral, desprotección social, pobreza y vulnerabilidad". Además, la región posee sistemas de salud y protección social débiles y fragmentados, junto a asentamientos urbanos marginados en expansión carentes de acceso a servicios básicos.
Los efectos de la pandemia sobre las condiciones de vida de la población se potencian, con el paulatino aumento de la pobreza y la pobreza extrema; y la ralentización en la disminución de la desigualdad, observados en el quinquenio previo a la crisis del coronavirus. En ese periodo, el PIB (producto interno bruto) de América Latina y el Caribe había crecido en promedio solo un 0,3% por año, la pobreza extrema había aumentado del 7,8% al 11,3% de la población y la pobreza, del 27,8% al 30,5%.
La pandemia aumentó al mortalidad en la región y podría afectar el índice de esperanza de vida, de acuerdo a cómo sea su evolución. "Si bien la mortalidad es el resultado más dramático asociado al COVID-19, aún se desconocen los efectos a largo plazo sobre la salud de las personas que se han recuperado de la enfermedad", dijo el organismo.
En cuanto a educación, el informe señala que "el cierre prolongado de las escuelas puede generar una crisis en el ámbito del aprendizaje. Y constituir una 'catástrofe generacional' "; ayudando a profundizar la desigualdad, además de elevar el riesgo de abandono escolar.
A nivel laboral, los datos disponibles muestran que la crisis ha repercutido de manera desproporcionada en los trabajadores informales y las mujeres. Mientras que hacia el futuro, es posible que se reduzcan las oportunidades para personas mayores. "También es probable que las desigualdades étnicas y raciales, así como las vinculadas al territorio, la discapacidad o la situación migratoria, se incrementen", señaló.
Actualidad Laboral / Con información de América economía