05-08-2016
La CGT unificada comienza con algunas bajas y muchos cortocircuitos internos. En el plenario previo al Congreso normalizador del 22 de agosto, cuando se concretará la reunificación, hubo 54 gremios que se ausentaron por diferentes razones, lo que debilita el surgimiento de la nueva central.

Con Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo dispuestos a dejar el poder, los tres vertientes cegetistas acordaron un triunvirato a partir del 22, con un dirigente de cada sector en la cúpula. Esta decisión generó malestar entre los sindicatos díscolos, que se oponen a una conducción colegiada.

Otro punto que causa diferencias es el vínculo que debería adoptar la nueva CGT con el gobierno de Mauricio Macri. No todos están de acuerdo con activar un plan de lucha, como sugirieron los gremios del transporte.

"Estamos ante un Gobierno débil. Nos van a necesitar porque sino van a estar jodidos", amenazó Luis Barrionuevo, de la CGT Azul y Blanca.

Caló también le apuntó al Gobierno. "Quieren una reforma laboral. Tenemos que defender el modelo para que eso no suceda", dijo el jefe de la CGT oficial.

Moyano, en cambio, dirigió su mensaje a la interna sindical. "Es momento de estar unidos. La unidad es una tarea no muy sencilla, espero que el 22 de agosto se sumen las organizaciones que hoy no vinieron", dijo el camionero. Se refería a la tropa de gremios que comulga con el taxista Omar Viviani y con Gerónimo Venegas.

Participan del plenario 147 sindicatos sobre un total de 201 que asistió al Congreso confederal que fijó el 22 de agosto como la fecha de la unidad.

Actualidad Laboral / Información de La Nación

Imagen cortesía Télam