La iniciativa que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales en Chile continuará su discusión en el congreso desde marzo, luego del receso legislativo de febrero, buscando continuar con los ajustes a una ley que pretende impactar en la calidad de vida de los trabajadores, al permitirles mayor tiempo con sus familias, reducir tiempos de traslados y mayor flexibilidad.
Esta discusión ha impactado de tal forma que en el país ya hay algunas empresas que lo han comenzado a implementar, teniendo reconocimiento por parte del gobierno gracias al “Sello 40 horas”, creado precisamente para incentivar a que más organizaciones se sumen de forma proactiva a la reducción. Para esto, las compañías deben tener al menos el 80% de sus colaboradores con jornadas de 30 a 40 horas semanales; no contar con condenas por vulneración a los derechos fundamentales, mencionados en el Código del Trabajo; y mantener al día el pago de las cotizaciones previsionales de los trabajadores.
En esa línea, Diego López, Ingeniero Experto en Datos Laborales de GeoVictoria, HR Tech chilena líder en facilitar la gestión y control de asistencia de los colaboradores en más de 40 países, comenta que “así como en Chile, hay otros países de la región que se están sumando a reducir sus jornadas laborales, pero la tendencia hasta el minuto muestra que Chile sería uno de los más avanzados en esta materia, dado que la realidad en otras latitudes dista mucho de lo que hemos avanzado a nivel local dentro de este siglo, desde la reducción de 48 a 45 horas, y con la discusión actual para alcanzar las 40 horas semanales”.
Así es el estado de avance de las legislaciones en materia de jornada laboral que se están llevando a cabo tanto en Chile como también en otros países de Latinoamérica:
Chile: El proyecto que pretende reducir la jornada laboral a solo 40 horas semanales, fue ingresado en el Congreso en 2017, siendo aprobado por la Cámara Baja en 2019. Luego estuvo “dormido” en el Senado, hasta que luego de la asunción del Gobierno del presidente Gabriel Boric, se le hicieron modificaciones y se le dio suma urgencia para su avance. La iniciativa quedó lista para ser votada en Sala del Senado en marzo.
Perú: esta nación se mantiene con una jornada laboral de 48 horas semanales, una de las jornadas más altas de la región, de acuerdo a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En el país aún no hay discusiones formales al respecto, considerando la situación política de transición en la que se encuentra actualmente.
Colombia: Mediante la Ley 2101 del año 2021, Colombia pasará de una jornada laboral de 48 horas a solo 42 horas a la semana, dentro de los próximos tres años, todo sin disminuir el salario ni los derechos adquiridos por los colaboradores. El ajuste comenzaría a regir desde mediados de 2023, con una reducción de una hora, es decir, ya no se trabajarán 48 horas a la semana, sino que 47.
Argentina: Al igual que en Perú, el país trasandino conserva una jornada de 48 horas semanales, a pesar de que se han generado discusiones durante el último tiempo para contrarrestar esto, siendo la única iniciativa legal del diputado nacional y titular de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), Hugo Yasky, quien presentó un proyecto para reducir la jornada laboral, pero que todavía no tiene tratamiento parlamentario. La idea es reducir a 40 horas semanales la jornada legal, hoy ubicada en 48, una de las más altas de la región, de acuerdo a viejos estandartes que la propia OIT está revisando.
México: Si bien aún conservan una jornada de 48 horas semanales, desde febrero tanto el tema de la reducción de la jornada y la regulación del trabajo en plataformas digitales, serán parte de la agenda de la Comisión de Trabajo del Senado de ese país. Anteriormente, los parlamentarios acordaron generar un aumento de vacaciones de 6 a 12 días por año, entre los empleados de empresas privadas, por lo que el foco ahora pasa por la reducción de la jornada laboral, pensando, incluso, en pasar de trabajar 5 a 4 días a la semana.
Actualidad Laboral / Con información de Americaeconomia