15-05-2017
Si quedaban dudas sobre la disposición de la Ciudad de México para abrirle la puerta a la llamada economía colaborativa, un acuerdo reciente las despeja todas.
En efecto, la capital mexicana selló con Airbnb –junto con Uber y Cabify, una de las firmas del sector que más ha crecido en la ciudad los últimos años– un convenio de colaboración fiscal pionero en la región.
A partir del próximo 1.° de junio, la empresa de alquiler de departamentos y habitaciones recaudará y abonará el impuesto local del 3 por ciento por prestación de servicios de hospedaje, abandonando así el limbo legal en el que se encontraba hasta ahora.
Esta carga fiscal correrá a cargo de los huéspedes, quienes verán desglosado el importe cobrado en su factura.
De esta forma, la Ciudad de México se convierte en la primera urbe de América Latina en regular la actividad de Airbnb.
“Esto le va a dar un beneficio sustancial a la Ciudad de México: por posicionamiento y porque estará fomentando esto que se llama economías compartidas”, subrayó el jefe de Gobierno de la capital mexicana, Miguel Ángel Mancera, del progresista PRD.
“Es nuestra respuesta a las exigencias de los hoteleros (que pedían, como en casi todo el mundo, una regulación específica para estos nuevos competidores”, remarcó Mancera. “Es un nicho que no compite con la actividad hotelera de la Ciudad de México”. El mandatario capitalino destacó que el nuevo protocolo sitúa a la capital como punta de lanza en el impulso de plataformas innovadoras.
“Acuerdos como este permiten a nuestras comunidades prosperar y, al mismo tiempo, facilitan a los anfitriones de Airbnb cumplir con sus obligaciones tributarias locales”, valoró Martín Waserman, gerente regional de la empresa para América Latina.
Un portavoz de Airbnb enfatizó, en declaraciones a este diario, en la voluntad de la firma estadounidense de tecnología para que el acuerdo suscrito marque un precedente, no solo en la región, sino en todo el mundo.
Actualidad Laboral / Con información de El Tiempo