Cuando estás en una posición de liderazgo, es indispensable contar con el respeto de las personas que trabajan en tu equipo. Sin embargo, éste no se da de manera gratuita, hay que ganárselo a pulso. Además, puede que tu equipo admire tu inteligencia, tus hábitos laborales y hasta tu capacidad para lograr acuerdos, pero el verdadero respeto es mucho más que eso.


Si puedes ganarte su admiración como persona, entonces habrás ganado. Aquí hay algunos tips para lograrlo.


Se amable


Debes tratar de ser educado con todas las personas que encuentres en tu día, desde tu pareja e hijos, pasando por tus colegas hasta llegar a la cajera de la tienda de conveniencia. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo, especialmente cuando tienes un mal día.


Recuerda que si tú quieres que te traten con respeto, los demás también.


Dale a todos la misma cordialidad que te gustaría recibir.


Asegúrate de que tus acciones siempre sean educadas. Abre la puerta para la persona que venga detrás de ti, deja pasar al adulto mayor en la fila del supermercado, sonríe siempre y da las gracias en cada ocasión.


Actúa respetuosamente


Suena obvio, pero para muchas personas no lo es. Elimina las conductas groseras como hacer gestos con los ojos a la espalda de otros, poner más atención a tu celular cuando hablas con alguien, etcétera.


Estas acciones no solo son irrespetuosas en el momento, evitan que la gente se vuelva a acercar a ti. Mejor genera una zona de escucha cordial alrededor tuyo.


Todos merecemos ser escuchados, aun cuando no estemos de acuerdo en todos los temas.


Considera cómo te gusta que te traten cuando tienes algo que decir.


Escucha bien


Escuchar no es lo mismo que oír. Escuchar es un proceso activo que requiere “poner en pausa” nuestras propias opiniones para poder entender lo que la otra persona quiere expresar.


Muchas veces lo que tu interlocutor te dice “disparará” pensamientos en tu cabeza que te harán querer compartir tu experiencia.


En lugar de contar tu historia, haz preguntas que lleven a la otra persona a decirte más. Cuando desarrollas buenas habilidades de escucha, haces que los demás se sientan importantes y validados.


Se útil


respeto

Las personas se ganan el respeto de otras cuando las ayudan o escuchan en momentos de necesidad.


Busca oportunidades para apoyar a otros sin la necesidad de que te lo pidan primero. Descubre cuántas veces puedes ser útil en un día.


No pongas excusas


Tus acciones están basadas en tus elecciones, y a menos que se de una circunstancia extraordinaria, no hay excusa que valga.


Se dueño de tus acciones. Si llegaste tarde, probablemente fue porque no manejaste tu tiempo correctamente.


Si no acabaste un trabajo, tal vez fue porque no te concentraste lo necesario. Acepta tus errores y en lugar de torturarte con ellos, busca oportunidades para demostrar que aprendiste de ellos.


Deja ir la rabia


Aferrarte a un resentimiento solo te lastima a ti. Permítete enojarte momentáneamente y luego avanza para rectificar la situación o dejarla atrás.


No ayuda “clavarte” en un problema; el estrés puede generarte ansiedad y hasta problemas de salud.


Nadie es perfecto y todos nos equivocamos de vez en cuando.


Dale a los demás, pero en especial a ti mismo, el tiempo necesario para recuperarse de un mal momento y reenfocar la energía. Perdona y olvida.


Mantente abierto al cambio


Ser necio sin sentido no te llevará a ningún lado.


Date cuenta que todo proceso de evolución incluye un cambio.


Haz un esfuerzo para crecer como persona, de aprender nuevas habilidades y modificar algunas de tus respuestas automáticas. Y por supuesto, no olvides reconocer cuando hayas hecho un progreso.


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