En una entrevista realizada a Marc Randolph, cofundador del imperio de Netflix, para el podcast How Success Happens (Cómo se logra el éxito) de R. Tuchman, el entrevistador quedó muy impresionado con las respuestas de Randolph.


Dice Tuchman acerca de su entrevistado: "He hablado con innumerables personas que atribuían su éxito al dinero o la fama, pero Marc era diferente. Marc mide su éxito en función de lo feliz y realizado que lo hace un proyecto".


La definición de éxito que practica Marc Randolph, enseña una gran lección de establecimiento de prioridades en la vida. Randolph se dedica hoy en día a asesorar a personas que quieren llevar a cabo una idea, "emprendedores", como los llamamos hoy en día.


Hay dos clases de empresarios, enseña el primer CEO de Netflix. Aquellos para los que la empresa lo significa todo, sean los dueños, directores o empleados. Nunca tienen tiempo para nada que no sea el trabajo; y hay otros, para quienes la empresa también es muy importante y son trabajan apasionadamente, sin embargo saben que también hay otras prioridades en la vida y que el trabajo es un medio para conseguir otras cosas y no un fin en sí mismo. Randolph considera que él pertenece a este segundo grupo.


Ser el dueño de una empresa no es fácil y la tentación de dejarse absorber por el trabajo es muy grande. Sin embargo el precio que se paga por dedicarse exclusivamente a trabajar olvidando los demás aspectos de la vida, como la familia, amistades y salud, son muy grandes. Randolph señala que aún an los tiempos más difíciles como CEO de Netflix, él tenía una cita los martes en la noche con su mejor amiga, como llama a su esposa. En un twitter del 6 de enero de este año, 2023, el explica su definición de éxito.


Comienza diciendo: "He trabajado muy duro, durante toda mi carrera, para tratar de mantener mi vida balanceada con mi trabajo" y continúa diciendo que "lloviera o relampagueara", él mantenía su cita de los martes con su esposa, lo cual, le ayudaba a mantener su cordura y ponía su trabajo en perspectiva.


El éxito más grande y del que se siente más orgulloso en la vida, escribe el empresario, no son sus negocios ni las compañías que ha ayudado a crear, sino el hecho de estar casado con su primera mujer y haber visto crecer a sus hijos y que estos lo conozcan y quieran y haber podido cultivar diversos intereses en su vida.


Actualidad Laboral / Con información de La Información