Actualmente, Colombia cuenta con aproximadamente 40,1 millones de personas de población económicamente activa (PEA), de las cuales 23,4 millones están ocupadas y 2,5 millones se encuentran sin empleo. Es decir que la fuerza laboral del país es de 25,9 millones de personas (personas en edad de trabajar (PET), pero de ese total, la tasa de participación global (que comprende la diferencia entre la PEA y la PET) en septiembre fue de 63,5%, con una disminución frente al mismo mes de 2023 cuando llegó a 64,2%.
Este dato forma parte de los resultados de septiembre de la cifra de desempleo que llegó a 9,1%.
Al descomponer este resultado por los analistas, y más allá de las cifras, lo que deja ver es que cada vez está bajando la tasa global de participación y que refleja una desmotivación de la gente a conseguir el trabajo normal, sino que muchos se cansaron y se dedicaron a montar emprendimientos o resolvieron montar negocios propios.
Al respecto, un reciente informe del Bancolombia, señala que “la baja tasa de desempleo no resulta de una fortaleza de la demanda por trabajo, sino de que menos personas están buscando activamente empleo. Esto, sin duda, no es un escenario ideal”.
Poco crecimiento
Los expertos señalan que ese hecho es preocupante porque demuestra que el crecimiento de la economía no es el suficiente como para hacer que las empresas generen puestos, pero al mismo tiempo indica que miles de personas o se marchan del país en la búsqueda de nuevos horizontes, ya sea a estudiar o a emplearse en cualquier labora u oficio.
El analista y académico Pedro Rincón, expone que “además hay un factor que se debe considerar en el país, esa pérdida de fuerza laboral, tal vez de los que prefieren busca trabajo por su cuenta o ser independientes, coincide con la cantidad de colombianos que han salido en los dos últimos años del país, casi 500.000, que se han ido para Europa, España o Estados Unidos, ya sea de forma irregular o como ilegales, pero ya están enviando recursos”.
En efecto, ese racionamiento coincide con el incremento este año de las cifras de remesas que han enviado los colombianos, que según cálculos puede superar los US $11.000 millones este año.
Rasgos de desempleo
Otro punto que destaca el Bancolombia con respecto al dato oficial de desempleo en septiembre, es que “al considerar el promedio del trimestre, la de desempleo en su serie original aumentó tanto a nivel nacional como urbano entre en tercer trimestre del 2023 y el mismo periodo del 2024. Es así que la tasa de desempleo nacional se ubicó en 9,6%, 0,2% más que en el tercer periodo del 2023, mientras la tasa urbana tuvo un incremento anual de solo 0,1% con lo que alcanzó 9,8%”.
Ahora bien, a pesar de esta menor incidencia del desempleo, que luce como una noticia positiva a primera vista, es inquietante que la principal motivación sea un retroceso de la Tasa Global de Participación (TGP).
Otro elemento que salta a la vista es que al revisar el empleo oficial, “se está empezando a materializar el efecto de la prudencia en gasto que debe tener el Gobierno nacional para poder dar cumplimiento a la regla fiscal. Así pues, reafirmamos nuestra visión de una tasa de desempleo promedio para 2024 de 10,6%”.
De acuerdo con los expertos, ante esta situación de aparente desmotivación de la gente para buscar trabajo, “se plantea la necesidad de políticas más efectivas que no solo fomenten la creación de empleo, sino que también ofrezcan soluciones para quienes se encuentran fuera del mercado laboral”.
Análisis por Sectores
Otro factor que refleja el mercado laboral en septiembre, es que uno de los aspectos más reveladores del informe es la identificación de los sectores que más empleo están generando en la actualidad. Según el DANE, las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación lideran la creación de empleo, aportando 0,8 puntos porcentuales al aumento en la ocupación. Este crecimiento puede atribuirse en parte a la reactivación de la economía pospandemia, donde la cultura y el entretenimiento han cobrado relevancia en la vida social.
Al respecto, María Claudia Llanes, investigadora del BBVA Research, en un análisis sobre la participación laboral, señala que “en Colombia, el 76,4% de los hombres forma parte de la fuerza laboral (está interesado en trabajar, tiene la capacidad de hacerlo y está trabajando o buscando trabajo). Al contrario, solo el 52,1% de las mujeres lo hace. Esta disparidad, que recibe el nombre de brecha en la tasa de participación laboral por género, es marcada en Colombia, alcanzado 24,3%.
La investigadora se pregunta: “¿por qué es deseable participar en la fuerza laboral? No participar afecta el nivel de vida de las personas, de sus familias y, de esta forma, del país. La incidencia de la pobreza es mayor en los hogares en que la cabeza de hogar no participa en la fuerza laboral, del 37,5%, frente al 33% nacional. Además, a nivel agregado, una mayor fuerza laboral significa un mayor potencial productivo y de crecimiento para el país. Esta brecha de género no es exclusiva de Colombia, ni es un fenómeno nuevo en el país”.
La brecha
Indica que “en América Latina, existe una brecha de similar magnitud: el 51,8% de las mujeres participan frente al 74,4% de los hombres. La brecha tampoco es un fenómeno reciente en el país, pues se ubicó en 24,5 puntos porcentuales en promedio en los diez años previos. Así, los avances en reducciones de la brecha de participación han sido más bien escasos y, por el contrario, mostraron algo de deterioro durante el último lustro, marcado por la pandemia”.
La analista sostiene, asimismo otro factor: “el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, al recaer desproporcionadamente en las mujeres, es un factor determinante de su baja participación laboral. En Colombia, el 71% de las mujeres fuera de la fuerza laboral se dedican a oficios del hogar, mientras que el 22% de los hombres lo hace. Además, las mujeres trabajadoras dedican entre 30 y 33 horas a la semana a trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, frente a las entre 16 y 17 horas que dedican los hombres. Para impulsar la mayor participación de la mujer en el mercado laboral se deberían promover programas de concientización y de educación tendientes a equilibrar las cargas de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado entre hombres y mujeres”.
Lo que viene en la fuerza laboral
Según las investigaciones del Bancolombia, “proyectamos que la evolución del mercado laboral estará supeditada al desempeño de los sectores ligados al consumo de los hogares y al gasto público. La importancia del sector de administración pública en la dinámica del mercado laboral nos lleva a prever que habrá un ligero deterioro en la tasa de desempleo para 2025, año para el que prevemos un nivel promedio de 11,1%”.
Indican que “para el próximo año, las restricciones de gasto a las que se enfrentaría el Gobierno nacional implicarían una menor capacidad de incremento de las nóminas públicas. En lo corrido de 2024 hasta julio, la ejecución del gasto, muy enfocado en funcionamiento, ha llevado a un crecimiento deflactado de los valores ejecutados cercano al 14% anual, donde el rubro más fuerte ha sido el de empleo público.
Manifiesta que “es preciso mencionar que la caída en la tasa de inversión de la economía podría significar una menor demanda de empleo por parte de sectores como la construcción o la manufactura. Esto, sin embargo, se vería parcialmente compensado por esa menor participación laboral, que permitió que en 2023 se marcaran registros de desempleo inferiores a los de 2019 e incluso, mínimos históricos en meses puntuales.
Actualidad Laboral / Con información de El Nuevo Siglo