08-09-2021

Entre los esfuerzos que ha planteado el Gobierno Nacional para mitigar el impacto de la pandemia en el desempleo, está el subsidio de 25% de un salario mínimo por nuevas contrataciones de jóvenes entre 18 y 28 años, un programa que se lanzó en el marco de la estrategia Sacúdete, por medio del Decreto 688 del 24 de junio de 2021.


Esta semana el presidente Iván Duque confirmó que, en la primera convocatoria del programa ya se han creado 55.103 nuevos puestos de trabajo para jóvenes, gracias a que 4.801 empleadores cumplieron los requisitos para beneficiarse del apoyo.


Si bien este programa ha cumplido con su objetivo principal, la creación de empleo juvenil, los expertos tienen varias opiniones sobre su impacto y cómo se podría optimizar su efectivdad.


Stefano Farné, director del Observatorio Laboral de la U, Externado, destacó que “esta es una cifra importante para llevar solo un mes, es un programa bien planteado para el momento en que estamos, por esta coyuntura. Es una política oportuna que hay que implementar, sobretodo en momentos en los cuales se sale de una crisis”.


El Gobierno se trazó una meta original de 500.000 puestos con el programa. Pero el presidente Duque reiteró el lunes que el objetivo es beneficiar a 600.000 jóvenes y llegar a diciembre con más de 100.000.


Para Farné, sin embargo, a pesar de ese resultado preliminar, hay dos elementos que se deben considerar con políticas como esta para entender su efectividad. “Hay que mirar si los empresarios los hubieran contratado igualmente sin este tipo de subsidio, esto es lo que se llama el efecto 'peso muerto'. Puede que haya empresas que pensaran reactivarse y tenían planeado contratar nuevos empleados, pero acá ven igualmente un "gancho", aseguró el experto.


Por otro lado, el director del Observatorio Laboral del Externado enfatizó en que otro tema es “que los jóvenes podrían estar sustituyendo a un potencial trabajador de otras edades”, y que este efecto en el mercado laboral no se está estimando.


Así mismo, Farné aseguró que, este programa debe tener una evaluación de impacto tras los 12 meses de aplicación, pero que no se debe considerar más allá de la emergencia, pues “los subsidios a la nómina nunca deben ser permanentes, si a la economía le va bien no hay razón para subsidiar empleos”.


Por el contrario, aunque Iván Jaramillo, investigador el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, destacó también que la cifra de 55.000 empleos “es un esfuerzo bien intencionado y loable”, aseguró también que “es importante implementar mecanismos de sostenibilidad en el programa para que tenga un efecto real en las tasas de desempleo juvenil que venimos atravesando actualmente”, pues según el último reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de desempleo para la población entre 14 y 28 años está en 23.3% en el país.


De hecho, el último reporte de la entidad, que corresponde al trimestre abril-junio, evidencia que en el país hay 1,58 millones jóvenes en este rango de edad que están desempleados, otros 5,18 millones que están ocupados, y hay 5,7 millones de jóvenes inactivos.


Jaramillo indicó que “es importante ver cómo esos empleos creados tienen vocación de permanencia, porque no hay condicionantes para las empresas, por lo que deberían haber algunas políticas que aseguren la rentabilización social de esa medida”.


El académico aseguró también que debería haber unos matices que correspondan a primeros empleos.


“Es un esfuerzo fiscal grande, pero que sea corrector del desempleo juvenil, no sabemos”, dijo, y añadió que si bien es “moderadamente optimista, el éxito del programa va a estar ligado a la confianza de las empresas ante otro posible pico por la variante delta y por las posibilidades de convergencia con las cifras de crecimiento del país”.


En días pasados, Roberto Angulo, socio fundador de la firma Inclusión SAS, explicó en entrevista con este medio que era “muy temprano para saber si (los subsidios) son efectivos o no, está bien identificado el problema pero el tamaño es insuficiente. Hay que apuntarle a la inactividad juvenil, pero para que esto sea sostenible a largo plazo es fundamental la formación para el trabajo de los jóvenes”.


Angulo reiteró que hay que juntar programas de reducción de pobreza con programas de inclusión productiva.


A pesar de que solo cerca de 4.800 empleadores fueron admitidos, el Ministerio de Trabajo recibió por lo menos 17.000 solicitudes. De acuerdo con la cartera y el reporte de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (Ugpp) la principal causal de rechazo correspondió a que los empleadores no incrementaron su nómina total de empleados frente al mes de marzo de 2021, lo que representó el 56% del total de rechazos.


La cartera destacó que si bien una empresa pudo quedar por fuera en la primera convocatoria, esto no quiere decir que no se puedan presentar nuevamente. La segunda ronda de convocatorias está abierta hasta el 9 de septiembre y aplica para recibir los beneficios sobre la nómina del mes de agosto.


Actualidad Laboral / Con información de Portafolio


Fotografía: Semana.com