28-08-2024

El más reciente informe elaborado por el Laboratorio Empresarial de Productividad y Competitividad (LabE) de la Universidad del Rosario, Lift Growth & innovation y la Universidad EIA prendió las alarmas sobre los bajos niveles de productividad de las empresas del país, tendencia que continúa acelerándose desde hace varias décadas.


Según este análisis, algunos factores externos a las empresas estarían influyendo en este comportamiento. No obstante, los datos muestran diversidad en la productividad entre industrias e inclusive entre empresas de la misma industria.


De acuerdo con el estudio, en general las empresas grandes tienden a ser más productivas que las medianas, pero no todas las empresas medianas son menos productivas que las grandes.


“La productividad total de los factores de Colombia ha decrecido en un 0,1 % en los últimos 40 años (1990-2019) y en los 12 años previos a la pandemia (2005-2019) también disminuyó un 0,13 %, según cifras oficiales”, afirmó Andrés García-Suaza, investigador de LabE y decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.


Entre las conclusiones del informe se destaca que las industrias de químicos, farmacéuticos, textiles, moda y cuero son las más productivas en promedio. Sin embargo, dentro de estas hay una gran dispersión.


Por su parte, el nivel de empleo o de gasto de nómina de las empresas no parece influir en sus niveles de productividad, señala el informe.


Productividad industrial


Este análisis también resalta que la situación de la productividad de la industria no ha cambiado en los últimos años. Esto evidencia la ausencia de cambios importantes a nivel sectorial en Colombia y, en cierta medida, poco dinamismo de políticas sectoriales que cambien esta imagen estática de la productividad industrial.


Según este análisis, la productividad de las industrias en el país es muy persistente en el tiempo. Esto puede estar relacionado con la invariabilidad en la estructura productiva, inflexibles procesos que no se adaptan a los cambios del mercado, revela el informe.


“Sin embargo, coexisten altos niveles de dispersión en la productividad de las empresas. Se observa que no todas las empresas medianas son menos productivas que sus contrapartes grandes. La productividad promedio de las empresas medianas en sectores específicos, como la industria química y farmacéutica, así como en textiles, prendas y cueros, supera de manera significativa la productividad promedio tanto de las empresas grandes como de las medianas en la industria alimentaria”, añadió Fernando Cárdenas, investigador socio de Lift Growth and Innovation y del LabE.


“Esta variación en la productividad de las empresas dentro de una misma industria hace pensar que hay factores diferentes a la geografía, el contexto y la industria que pueden tener efectos en la productividad. El capital gerencial o las prácticas de gestión, las redes de relacionamiento y el acceso a la financiación pueden ser algunos de estos”, dijo Cárdenas.


“En general las industrias presentan una baja variación en los niveles de productividad, pero aun así las ventas han aumentado en los últimos años. Es decir, el crecimiento de las industrias ha estado mediado por otros factores, de tal forma que podría observarse un crecimiento aún mayor si se observase crecimientos significativos en los niveles de productividad”, comentó Diana Mena, investigadora de Universidad del Rosario y el LabE.


¿Qué es y cómo se mide la productividad?


Según este análisis, liderado por Andrés García-Suaza, Fernando Cárdenas, Mauricio Alviar Ramírez, Bernardo David Romero, Diana Marcela Mena, Daniel Torres y Martín Cárdenas, investigadores de la Universidad del Rosario, la Universidad EIA y Lift Growth & Innovation, la productividad es una medida de la eficiencia en la que opera una economía.


Desde el punto de vista de la medición, la productividad compara la cantidad de bienes y servicios producidos con la cantidad de insumos utilizados para producir esos bienes y servicios. Por ejemplo, comparando el producto interno bruto de un país respecto al total de trabajadores, lo cual hace referencia a la medición de productividad laboral. De acuerdo con esta medición, la OCDE reporta que Colombia es el país con el menor nivel para este conjunto de países.


Una medición más compleja, pero también más informativa, es la productividad multifactorial o total de los factores, conocida como PTF.


Esta es una medida que no se observa directamente, pero que es fundamental para capturar el crecimiento, el desarrollo de empresas, de sectores y, a nivel agregado, de la eficiencia con la que opera el sistema económico de un país.


A través de la PTF, se miden las contribuciones directas al crecimiento de la mano de obra, el capital y los insumos intermedios, en conjunto. Es decir, esta medida incluye el impacto de cualquier factor que afecta la producción, entre ellos, el progreso técnico, así como las innovaciones organizativas, la mejora en la formación de los empleados y la reasignación sectorial de recursos, entre otros. Los países con altos niveles de productividad exhiben ingresos per cápita superiores y presentan indicadores sociales con mejor desempeño, fomentando, además la creación de empresas.


Los altos niveles de productividad indican una mayor capacidad de un país o de una empresa para asignar y usar recursos físicos y humanos dentro del proceso de producción.


Existe, además, una correlación directa entre los niveles de productividad y la competitividad que potencia la creación y el crecimiento de empresas y permite aumentar los salarios para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Asimismo, la productividad permite que las entidades públicas y privadas tengan una mayor capacidad de generar valor a través de una mejor utilización de su capital físico y humano.


Aunque en el corto plazo, las economías pueden crecer con mayor utilización de los factores de producción, la eficiencia en el uso de estos factores es la fuente de crecimiento económico de largo plazo.


Actualidad Laboral / Con información de Portafolio