El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de Colombia, emitió un documento con los indicadores del mercado laboral colombiano que detallan cuánto gana un colombiano según los años de educación.
De esta forma, la diferencia en los ingresos gracias a la educación se empieza a sentir mucho más desde el año 16 de escolaridad, que, en general, corresponde a la obtención de un título universitario.
Incluso, para quienes tienen entre 12 y 15 años de escolaridad (en general, comenzaron una carrera pero no la han terminado), hay una diferencia apreciable frente a los bachilleres.
Según el Dane, esa diferencia, en promedio, es de 220.000 pesos: el ingreso promedio de los bachilleres es de 884.780 pesos.
En síntesis, las cifras muestran una amplia diferencia de cerca de 2 millones de pesos entre quienes tienen de 12 a 15 años de estudio y quienes tienen 16 o más.
Los que menos ganan
Esos saltos de los ingresos permiten elevar el retorno en la medida en que se amplíe la inversión en educación, con matrículas adicionales que por semestre pueden llegar, según el programa o la universidad, a más de 25 millones de pesos.
Las estadísticas del ente oficial indican que en el país las personas sin ningún año de escolaridad obtienen, en promedio, ingresos mensuales de 642.324 pesos.
Quienes cuentan con, máximo, educación básica primaria –un nivel de escolaridad de entre uno y cinco años– logran mejorar sus ingresos en 121.051 pesos hasta los 763.375 pesos.
La misma muestra laboral del Dane señala que si la persona estudió entre 6 y 10 años, lo que significa que superó la primaria pero no terminó el bachillerato, sus ingresos rondaron los 783.511 pesos, 20.136 pesos más que quienes terminaron su primaria o hicieron una parte de esta.
Ahora bien, la diferencia entre ser bachiller y haber empezado la secundaria, sin terminarla, es de 101.269 pesos en ingresos.
En su más reciente informe mensual, Fedesarrollo señala que “una de las causas por las que una porción importante de la población sigue sin acceso a la educación superior es el elevado costo de las matrículas”.
Y advierte que la probabilidad de acceso para los jóvenes del 20 por ciento de la población de ingresos más bajos es particularmente baja en el caso colombiano –apenas un 10,2 por ciento–, en la medida en que el costo del semestre de una carrera universitaria en una institución privada equivale al 70 por ciento de un salario mínimo semestral.
Sergio Clavijo, director de Anif, en reciente análisis señaló que en el mundo el acceso a la educación ha mejorado, pero advirtió, a la vez, que pese a ello, “existe la paradoja de estarse generando mayores brechas salariales y sociales”, y Colombia no es la excepción.
Indicó, por ejemplo, que en el 2014, el 84 por ciento de las personas entre 25 y 64 años con títulos universitarios estaban empleadas, frente al 75 por ciento de aquellos que no alcanzaban dicho nivel académico, y dijo que “estas brechas educativas se reflejarán marcadamente en las brechas salariales y sociales”. En consecuencia, es clave mejorar las oportunidades para los estratos más bajos.
Actualidad Laboral / Con información de El Tiempo