16-10-2020

Propietarios de pequeños negocios que han sido golpeados fuertemente por la crisis del COVID-19, protestaron este jueves en Tel Aviv, Israel; arrojando su mercancía a la calle y prendiéndole fuego, informó el sitio The Times of Israel. La protesta de los dueños de negocios de Tel Aviv tuvo lugar en la calle Yafo, hogar de muchas tiendas de textiles y ropa. “Tenemos una colección de vestidos que simplemente se van a la basura”, dijo el propietario de un negocio a la cadena israelí Canal 12.


“Ahora viene la recolección de invierno, el dinero se ha ido, los trabajadores están en casa, tenemos niños pequeños en casa, tenemos trabajadores. El banco está pidiendo respuestas, ¿qué se supone que debemos decirles? No hay nada que podamos hacer con la mercancía”, agregó.


La protesta del jueves se produjo días después de que el propietario de una zapatería de Tel Aviv, quebrado por los dos confinamientos por COVID-19 en Israel. Cerró su local el lunes y vació su mercancía en la acera, para que los transeúntes se hicieran de ella gratuitamente. El video de ese momento se volvió viral en las redes sociales de Israel, lo que centró el debate sobre las afectaciones que las restricciones gubernamentales han representado, para los pequeños comerciantes y trabajadores independientes.


“Todo es causado por la desesperación mental y económica”, dijo Avi Samay, el dueño de la zapatería, un padre de tres hijos de 38 años de la cercana ciudad de Holon. “Si voy a perderlo todo, al menos otros deberían beneficiarse”. “Voy a entregar las llaves e ir a buscar un trabajo como el otro millón de desempleados”, dijo al sitio de noticias Ynet con lágrimas en los ojos. “¿A quién le voy a vender? Nadie está abierto”, dijo señalando una larga fila de tiendas cerradas. “No soy solo yo, somos todos nosotros”.


Los propietarios de pequeñas empresas y los trabajadores independientes son de los más afectados, por el primer confinamiento que Israel impuso por la pandemia de COVID-19. El segundo confinamiento que entró en vigor en septiembre, y culminará el próximo domingo 18 de octubre, representó un segundo golpe a sus economías.


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Casi 975,000 trabajadores asalariados han sido despedidos o suspendidos hasta el momento, de acuerdo con el Servicio de Empleo de Israel. Pese al descontento en muchos comerciantes afectados por las restricciones, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha afirmado en los últimos días que el confinamiento fue un gran éxito. Este jueves, en una reunión del gabinete de coronavirus del gobierno, Netanyahu dijo: “Están comenzando a hablar de este éxito en otros países, particularmente en Europa, donde los contagios ya nos ha sobrepasado en varias naciones. Ahora están deliberando sobre la misma cuestión que decidimos: si determinar un confinamiento”. Dijo que el país estaba viendo “una disminución clara y constante en todos los datos”. Pero dijo que la reducción de las limitaciones del confinamiento, debería llevarse a cabo con cuidado y responsabilidad, para evitar un nuevo aumento de contagios.


En torno a la crisis económica, el ministro de Finanzas, Israel Katz, y el partido Kajol Lavan han exigido que las pequeñas empresas, que no atienden a clientes en persona, reciban autorización para abrir el domingo. Además de permitir que los restaurantes reanuden el servicio de comida para llevar.


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Katz ha presionado por restricciones localizadas en áreas de alta infección, y pidió que se destine dinero para ayudar a las empresas en esos lugares.


El domingo, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, pidió al Ministerio de Finanzas que financie una compensación completa para las empresas y los trabajadores que han perdido ingresos debido al cierre. “Como gobierno, debemos asegurarnos de que los dueños de negocios y las personas que perdieron mucho no solo obtengan dinero de bolsillo, sino una compensación total, en tiempo real; y tengo la intención de luchar por eso”, dijo Edelstein. Los comentarios de Edelstein se produjeron luego de que, una alianza de cadenas comerciales pidió a los minoristas que desobedecieran las restricciones gubernamentales sobre el coronavirus; e instó a las empresas en ciudades con bajas tasas de contagio a reabrir el 18 de octubre.


La alianza, que representa a 400 cadenas minoristas y más de 18,000 tiendas -en su mayoría en centros comerciales a nivel nacional-; dijo en un comunicado el domingo, que su llamado a la desobediencia civil fue en respuesta al “drástico plan de salida del Ministerio de Salud”.






Actualidad Laboral / Con información de Enlace judío