31-08-2016
El comercio de la zona fronteriza entre Venezuela y Colombia no logra recuperarse ni siquiera con la apertura parcial del paso hacia el vecino país, registran cierres definitivos a diario y, por lo tanto, pérdidas de puestos de trabajo. En el estado Apure, estiman que cada semana entre 6 y 10 establecimientos bajan sus santamarías y, en lo que va de año, se han eliminado por lo menos 120 empleos.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de esa entidad, Vito Vinceslao, calcula que las ventas han caído entre 80% y 90% en lo que va de este tercer trimestre, afectados por la escasez y los altos precios. “No hay poder adquisitivo, el dinero no le alcanza a las personas”, y agregó que también ha disminuido el horario de trabajo “antes abrían entre 8 y 8 media de la mañana, hoy abren entre 9 y 10 de la mañana, y ya a las 5 de la tarde comenzamos a escuchar como bajan las santamarías, hay comercios que pasan un día sin vender un producto; eso es preocupante”, dijo.
Según el presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo, Franco Cafoncelli, los establecimientos “tratan de abrir en momentos que sean más rentables”. Es decir, la jornada laboral varía de acuerdo con el movimiento de personas, o los potenciales clientes, en la zona donde estén ubicados. Agregó que la mayoría, 90%, son empresas familiares, “y esas empresas están prácticamente sobreviviendo, aguantando con las uñas”.
Los representantes del sector terciario de la economía, no dudan en afirmar que la apertura parcial de la frontera, es una especie de “corredor humanitario”, en el que particulares hacen sus compras de productos básicos en Colombia, pero esta medida está lejos de atender las necesidades del comercio formal. “ El tema es abrir las fronteras de un todo, abrir las aduanas, permitir el comercio lícito de productos, no por poquitos volúmenes, intercambiar productos entre Venezuela y Colombia; abrir las importaciones y exportaciones libres”, expresó el presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio y Ureña del estado Táchira, Daniel Montealegre.
En el estado Zulia, a diferencia de los otros estados limítrofes, los anaqueles lucen abastecidos con productos de primera necesidad, pero “a precios internacionales”, según Cafoncelli. Por esta razón el consumidor tampoco los puede adquirir.
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