La inteligencia emocional es una importante habilidad de liderazgo en el lugar de trabajo, la cual alude a la capacidad de percibir y controlar los propios sentimientos y saber interpretar los de los demás. Los jefes y responsables deben poseer esta virtud, entrenarla y potenciarla para comunicarse adecuadamente con su equipo, alcanzar objetivos comunes, transmitir una cultura corporativa positiva y generar confianza y comprensión.

A la hora de abordar los posibles conflictos y malestares que surjan en el entorno laboral, la empatía y la inteligencia emocional son los principales atributos que un líder puede desplegar para afrontar un problema antes de que escale, manteniendo la calma y fomentando el entendimiento mutuo. Esta capacidad sirve para cualquier momento, desde la preparación de una presentación a un despido o una contratación.

Cuando un empleado o miembro del equipo tenga un problema, manifieste una frustración, se muestre preocupado o mantenga un conflicto con otra persona de la compañía, cuatro sencillas preguntas pueden ayudarte a poner en práctica la inteligencia emocional con éxito.

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4 preguntas clave para resolver situaciones problemáticas como líder

¿Cómo te está afectando esta situación?: Es fundamental manifestar interés por el estado de la persona con la que estás hablando, revelando que te tomarás en serio su punto de vista, que quieres conocer a fondo su versión y que puede revelarte los detalles acerca de las causas, el contexto o las circunstancias de dicha frustración o problema.

¿Cómo te impide esta situación trabajar o tener éxito?: Cuando una persona se muestra preocupada y existen obstáculos que se interponen en su camino, suelen querer expresarse y desahogarse. Es importante que se sienta valorada por sus contribuciones para tener más comodidad de explicar las causas de su falta de motivación o de sus problemas de concentración o productividad. Incita a ese trabajador a que desglose los lastres que tuercen su camino hacia el éxito.

¿Cuál crees que sería el resultado ideal?: Incluso cuando todo un equipo u organización trabaja para lograr un objetivo común, las personas tienden a cultivar sus metas y expectativas propias, como un cambio de departamento, crecimiento y promoción profesional, cambio de rol, ascenso, flexibilidad horaria… Sin embargo, cuando existe tensión o malos resultados es importante preguntar a cada persona cómo reconducir la situación, qué caminos son los más adecuados y qué resultados se esperan.

¿Qué aprendiste del último gran obstáculo que eliminaste?: Esta sencilla pregunta se trata de una excelente manera de pedirle a alguien que se vuelva a conectar con sus propias habilidades para resolver problemas y hacer frente a las discusiones o disidencias.

Estas preguntas deben estar acompañadas por un lenguaje corporal adecuado, altas dosis de escucha activa, paciencia y atención consciente.

Actualidad Laboral / Con información de TicBeat / Andrea Núñez-Torrón Stock