La mayoría de las personas cuando empiezan su jornada laboral lo hacen con la intención de ser lo más productivas posible, sin embargo, a medida que pasan las horas, se encuentran atendiendo a otras solicitudes urgentes que no estaban en su lista de tareas dejando de lado aquellas que sí lo estaban.
Y es que, muchos de nosotros no contamos con un proceso metódico que nos permita priorizar las diferentes tareas en el trabajo, no llegando así a cumplir con los vencimientos establecidos y preocupándonos continuamente por si nos dispersamos o nos distraemos durante la jornada.
Por ello, David Comí, director y fundador de Incrementis, con 11 años de experiencia impartiendo cursos de formación específicos y adaptados a cada caso, aconseja algunos pasos útiles para establecer las prioridades y optimizar la sobrecarga de trabajo.
Identifica las tareas concretas que más contribuyen al mayor valor de tu trabajo.
Identificar nuestras tareas clave con absoluta claridad es imprescindible para saber sin ninguna duda lo que podemos realizar para que nuestra contribución sea mayor cada día.
Identifica las tareas rutinarias y las actividades que consumen mucho tiempo.
Tareas que contribuyen poco y de bajo impacto en el trabajo. Por lo que es clave minimizar, en lo posible, la cantidad de tiempo que ocupamos en actividades de escaso valor y alto consumo de tiempo. Las realizamos cuando nuestra energía cerebral sea escasa.
Decide un tiempo concreto para dedicarlo a descansar.
Durante este tiempo puntual, es necesario saber rechazar cualquier asunto relacionado con el trabajo. Para ello, no revisaremos el correo, ni tampoco el ordenador, no haremos nada que esté vinculado a nuestras tareas. Comí recomienda entre 5 y 10 minutos de descanso real que serán suficientes para lograr esa desconexión que necesitamos.
Reorganízate para que el tiempo libre sea también una prioridad.
Cuanto más logramos tener todo planificado, simplificado y bajo control, más conseguiremos con nuestro trabajo.
Si tenemos más tiempo libre planificado, más descansados estaremos. Y si estamos más descansados, disfrutaremos de más energía y entusiasmo.
Concéntrate en las únicas acciones que realizas en ese momento.
Debemos ser conscientes de nuestras decisiones y actos. Por lo que es aconsejable pensar cuidadosamente en las tareas antes de empezarlas. Así identificaremos las tareas de más valor y esto nos permitirá concentrarnos y focalizarnos en ellas.
Cómo adquirir un rendimiento sostenible.
Asimismo, para llevar a cabo estos métodos útiles y ser así más productivos, Comí también muestra las acciones a seguir para adquirir un rendimiento más sostenible a partir de estos seis consejos:
Tener claro que se espera de nosotros, los objetivos principales y en qué orden de prioridades.
Antes de actuar, es importante reunir todos los recursos necesarios como informes, notas, artículos, material de trabajo, entre otros, y luego pensaremos y escribiremos. Y es que, unos objetivos que no están escritos son solo ilusiones, intenciones o deseos: No poseen energía propia. Conducen a la confusión, errores y al no-cumplimiento.
Sin ellas las tareas carecen de compromiso y no tienen verdadero inicio y fin. Lo mismo sucede si no hacemos una lista inicial de las acciones. Esto no solo nos proporcionará un cuadro visual de lo que debemos realizar, sino que además aumentará la posibilidad de alcanzar los objetivos.
Según las prioridades establecidas y siempre de forma organizada para evitar dispersarnos.
Mejor un plan sencillo pero ejecutado, que uno complejo, pero sin empezar ninguna actuación. La acción lo es todo si queremos alcanzar los objetivos establecidos.
Pueden ser diversas acciones como leer sobre el tema, o realizar llamadas precisas o ver gráficos. Y a partir de aquí ser perseverantes y muy autodisciplinados para cumplir con los objetivos.
Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talentos