Las personas piensan, y con razón, que necesitan tener más confianza en sí mismos para llegar a ser la mejor versión de sí mismos tanto en el ámbito personal como en el laboral. La buena noticia es que la confianza es algo que se desarrolla, no algo con lo que se nace, y los siguientes consejos son una receta segura para volverse un individuo más confiado en sí mismo y alcanzar las metas propuestas especialmente en el trabajo.
Apóyate en tus fortalezas
En cada equipo hace falta una diversidad de talentos para sacar un proyecto adelante, razón por la cual se aprecia que cada uno de los miembros aprenda a sacar el mayor partido posible a lo que mejor sabe hacer. Si bien esto no implica que cada persona debe especializarse hasta el extremo, sí significa que debe saber qué es lo que puede ofrecer a sus compañeros para complementar sus partes del trabajo.
Cumple las promesas que haces
Es importante saber medirse, tanto con los objetivos laborales que se exigen externamente como con los propósitos que nos ponemos a nosotros mismos o con los que nos comprometemos con otra persona. Más allá de dejar de prometer cosas que sabemos que estarán fuera de nuestro alcance, es mejor intentar alcanzar un nivel en el que podamos confiar en nosotros mismos para cumplir todo (o al menos la mayoría) de lo que expresamos que queremos lograr.
Desarrolla tus capacidades y aptitudes
Una cosa es saber lo que hacemos bien y otra muy distinta es quedarse estancado por no estar dispuestos a aprender habilidades nuevas. El gran reto de nuestra generación es averiguar cómo volvernos integrantes valorados en nuestros equipos no solo por la calidad, sino por la versatilidad de nuestro trabajo, un repertorio de conocimientos y competencias que nos volverá cada vez más independientes y confiados.
Enfréntate a tus miedos
Estamos acostumbrados a pensar que debemos evitar todas las situaciones en las que podríamos sufrir miedos y ansiedad, pero los retos del mundo laboral implican que debemos deshacernos de esta mentalidad. Las llamadas importantes, las presentaciones en público, la elaboración de proyectos grandes, todos estos escenarios generan emociones desagradables, pero solo podemos superar estas si nos lanzamos a dar lo mejor de nosotros mismos, ya sea con tácticas psicológicas (como imaginar el peor escenario y planificar para evitarlo) o simplemente respirar hondo y relajarnos para resolver lo que haga falta.
Practica la gratitud habitual
Uno de los grandes vicios de varios trabajadores es el pesimismo: se quejan de cualquier inconveniencia, piensan que siempre está a punto de pasar lo peor y se desaniman con facilidad. En muchos casos, su actitud provoca que se cumpla lo que temen, lo que ciertos expertos llaman una "profecía autocumplida". Para evitar esto, debemos enfocar nuestras energías en los logros de los que estamos orgullosos, en el apoyo de las personas que nos ayudan y en la emoción de cumplir objetivos, de manera que podamos enfrentar el futuro con la actitud de ponerlo a nuestro favor.
Actualidad Laboral / Con información de LaInformación