Primero, hay que entender que no todo conflicto es necesariamente malo. Muchas veces, debido al estrés y el volumen de trabajo que maneja cada colaborador, los conflictos son casi necesarios para resolver diferencias dentro del equipo. Sin embargo, para que estas discusiones sean sanas, es necesario que se den en ambientes controlados en donde se eliminen los rumores, especulaciones. Y, sobre todo, se evite la proliferación de otras discusiones que terminen afectando directamente la productividad de la empresa.
A pesar de todo, el equipo de Recursos Humanos no suele estar bien preparado para estas situaciones; pues, la organización supone que sus empleados, saben que deben mantener relaciones armoniosas y felices, sin siquiera capacitarlos o apoyarlos para que esto suceda. Sumado a esto, las políticas internas y los procedimientos en Recursos Humanos que buscan solucionar este tipo de situaciones empeoran la discusión por el formalismo y el exceso de trabas que existen. No hay que olvidar que muchas veces estos procesos buscan reprender y esta política del miedo, no permite que los colaboradores se expresen con total libertad y confianza. Entonces, ¿cuál debería ser el verdadero rol de Recursos Humanos?
1- Priorizar
Muchos gerentes creen que las personas deben resolver sus conflictos como adultos responsables. Basados en esta idea, no le dan la importancia necesaria ni el acompañamiento a estos procedimientos. Es un error pensar que una discusión entre dos colaboradores es insignificante para toda la compañía, pues el costo de ignorar este tipo de situaciones es enorme en materia de clima organizacional.
Sabemos que el conflicto es parte integral de la vida laboral, pero a medida que estas discusiones quedan sin solución; estas comienzan a crecer y a hacer que las personas pierdan tiempo peleando, especulando, contándole a sus compañeros y creando un ambiente poco productivo y desmotivado en la empresa. David Liddle dice que, en el caso de Reino Unido, los conflictos no resueltos le cuestan a la nación 33.000 millones de libras esterlinas al año. Además, cuando estos conflictos crecen, el nivel de ausentismo, deserción y estrés aumenta proporcionalmente en la compañía.
2- Actuar a tiempo
En el instante que comiencen las ofensas, los señalamientos y se comience a formar una especie de confrontación entre varias personas, el equipo de Recursos Humanos debe entrar a mediar. Nunca lo debe hacer buscando un culpable, sino entendiendo que se debe llegar a una solución salomónica y que todo quede en común acuerdo.
3- Diferenciar los conflictos
Hay una diferencia monumental entre debate y pelea. Las opiniones divididas son necesarias para la creatividad, innovación, y la solución de problemas o la mejora de procedimientos. Pero, un conflicto disfuncional, que no le aporta nada a la empresa, puede desencadenar acoso, intimidación e incluso discriminación laboral. Si el debate no es saludable, respetando los límites del mismo, sin ofender a nadie, entonces no debe darse cabida para su crecimiento.
El equipo de Recursos Humanos debe estar pendiente de que dentro de estos debates, no comiencen los chistes o bromas ofensivas, que nadie desmerite la opinión de otra persona y que los niveles de estrés sean tolerables para todos los que participan en el ejercicio.
4- Cara a cara
El equipo de Recursos Humanos debe entender que en una era digital, en la que todo queda registrado en correo, las personas están perdiendo la capacidad de relacionarse y solucionar las cosas cara a cara. Es necesario que se encuentre un espacio controlado en el que Recursos Humanos solo sea un moderador entre las dos partes que están discutiendo.
Expresar los sentimientos y pensamientos es óptimo, para crear un proceso catártico en el que se puedan llegar a un acuerdo. Desahogarse manteniendo los límites del respeto es sano para todo el mundo.
5- Capacitación
Hay cursos para todo. Es de suma importancia que tanto el gerente como el equipo de Recursos Humanos cuenten con la capacitación necesaria para lidiar con este tipo de situaciones. No basta con ser un buen líder o un gran organizador, es importante que todas las personas sepan cómo lidiar con este tipo de conflictos tan comunes dentro de las compañías, de manera sana y controlada.
De nada sirve tener un equipo capaz y bien preparado si internamente está roto, es poco productivo y siempre está peleando.
Actualidad Laboral / Con información de Capital Humano by Colsubsidio