Los trabajadores sienten que es clave poder desarrollarse en un entorno laboral donde existan condiciones apropiadas para salvaguardar su bienestar físico, mental y financiero.


La pandemia provocó una transformación acelerada en el ámbito laboral, desde la forma de trabajar, los perfiles que más demandan las empresas hasta los procesos de selección. Terminado el aislamiento y con el regreso a la presencialidad, ¿cómo poder detectar a tiempo un ambiente tóxico en el trabajo?


“Cuando se postula a una empresa, se tienen grandes expectativas, pues se invierten muchas horas para buscar nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, los sueños podrían verse truncados si el entorno resulta tóxico”, menciona Giancarlo Ameghino, gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.


“Esto tiene un gran impacto en la vida profesional. De hecho, aproximadamente, uno de cada cinco colaboradores ha dejado su empleo en los últimos cinco años por esta razón”, agrega.


Señales de alerta


En un contexto donde las empresas hablan sobre la importancia del buen clima laboral, en la práctica, ¿están cumpliendo con ofrecer una cultura positiva y ambiente saludable para los colaboradores?


El ejecutivo del Grupo Crosland indica cuatro señales a las que debe prestar atención durante una entrevista laboral:


Alta rotación de personal. Redes sociales como LinkedIn pueden brindar una perspectiva general de la cultura al interior de una determinada organización y su tasa de rotación. “Durante la entrevista de trabajo, es ideal que el candidato pregunte por qué está abierta la posición. Esto le permitirá conocer si alguien fue ascendido. Si es así, es un signo de que hay oportunidades de crecimiento profesional”.


Conducta indiferente entre colaboradores. Es importante observar el lenguaje corporal de los miembros de la compañía durante la entrevista. “Debemos ver si el trato entre ellos es respetuoso, si se saludan cordialmente y si se miran a los ojos para hablar. Si la entrevista es mediante videollamada, se debe observar qué tan cómodo se siente el reclutador cuando se le pregunta sobre el trabajo en equipo al interior de la empresa”.


Exceso de individualismo. En algunos procesos de selección, el postulante tiene la oportunidad de conversar con los gerentes. Esta es una buena oportunidad para saber cómo ellos hablan de su equipo. “Un buen líder logrará metas en conjunto. Si habla solo de sí mismo, nos indicará que es un jefe egocéntrico y quizás de pensamiento muy vertical”.


Sobrecarga de funciones en el puesto. Algunas empresas ofrecen grandes beneficios (comida, salas de juegos y de siestas, etc.) para encubrir jornadas laborales excesivamente extensas y sobrecarga de responsabilidades. “Es ideal que los postulantes consulten sobre la productividad que se necesita, flexibilidad horaria y metodologías con las que se evalúa el personal”, menciona Ameghino.


En la actualidad, los trabajadores sienten que es clave poder desarrollarse en un entorno laboral donde existan condiciones apropiadas para salvaguardar su bienestar físico, mental y financiero.


El 54% de los consultados por el unicornio Betterfly, sobre el estado del bienestar laboral de los colaboradores a través de la región en 2022, revela que, de una muestra de 4,000 trabajadores distribuidos en ocho países, el agotamiento está generando estragos en su vida.


A detalle, para la generación Z y los millennials es mayor (70%). Además, sienten sobrecarga de trabajo (50.2%) y enfrentan un sinfín de situaciones ligadas a la falta de reconocimiento, lo que genera desmotivación y ganas de renunciar (39%).


“Cada vez es más difícil lograr el equilibrio entre trabajo y vida personal porque hay muchos factores alrededor que están generando un impacto negativo, además de los efectos mismos de la pandemia. Si hacemos una revisión rápida de lo que está ocurriendo tenemos: recesión económica global, salarios menos competitivos, clima laboral deficiente, altos niveles de estrés y poca protección financiera”, comentó Alejandro Freund, country manager de Betterfly en Perú y Ecuador.


“El llamado es a conectar y empatizar con el equipo porque ahora depende de los líderes construir una estrategia de bienestar que le haga frente al agotamiento generalizado que hoy la fuerza laboral está viviendo. Las organizaciones tienen la oportunidad, ahora mismo, de arreglar este tipo de cosas garantizando que las ofertas de bienestar se incluyan como parte de su estrategia”, agregó.


Actualidad Laboral / Con información de El Economista México