Si bien muchas personas creen que el dinero y la muerte son dos temas tabú que a las familias no les gusta discutir, aún más tabú son las conversaciones sobre el significado de la vida o el propósito de la vida. ¿Qué significa el propósito de la vida y, lo que es más importante, cómo uno puede encontrarlo y cumplirlo?


El propósito de tu vida es más grande que cualquier problema o circunstancia solucionable


El propósito de tu vida no puede ser resolver un problema en particular o basarte en alguna circunstancia que potencialmente podría dejar de existir. De lo contrario, tu propósito podría terminar mientras estés vivo y entonces tu vida ya no tendrá un propósito o significado. Por ejemplo, algunos pueden creer que encontrar la cura para el cáncer es el propósito de su vida. Encontrar la cura para el cáncer puede encarnar el propósito de tu vida y ser un gran logro a lo largo de tu viaje, pero el propósito de tu vida es más grande y va más allá del cáncer. Lo mismo ocurre con ser médico o científico. Nadie “nace para ser” médico o científico, pero el propósito de tu vida puede cumplirse a través de esa profesión, al menos durante algún tiempo. Comprender la diferencia entre el propósito de tu vida y las oportunidades que cumplen con el mismo es importante porque las circunstancias y oportunidades de la vida cambiarán con el tiempo. Sin embargo, eso no significa que tu propósito deje de existir.


El propósito de tu vida es un viaje, no un destino


El propósito de tu vida no es algo que puedas definir hoy, ni es algo que alguna vez conocerás o lograrás por completo durante tu existencia. Solo en retrospectiva, una vez que tu vida haya terminado, tendremos la imagen completa para poder mirar hacia atrás y decir: "Esto es lo que significó la vida de esa persona". Sin embargo, si no podemos saber de antemano cuál es nuestro propósito de vida, ¿cómo vivimos para lograrlo? ¿Cómo diseñamos nuestras vidas y tomamos las mejores decisiones que nos llevarán a cumplir el propósito de nuestra vida? La respuesta es que trabajamos con las piezas del rompecabezas que tenemos y seguimos las pistas.


Juega con tus puntos fuertes


No somos capaces de serlo todo para todas las personas. Naciste con ciertos talentos y habilidades naturales, úsalos. Desarrolla tus talentos naturales en habilidades estudiando, ejercitando y practicando esos talentos. No hay nada de malo en intentar aprender cosas nuevas, pero lo más probable es que hayas nacido con las habilidades necesarias para cumplir el propósito de tu vida.


Persigue tus pasiones


Por alguna razón, todos sentimos pasión por ciertas cosas de la vida. Para vivir el propósito de tu vida, debes sumergirte por completo en lo que seas, lo que significa que debes ser algo que te apasione. De lo contrario, estarás condenado a hacer algo que finalmente te hará miserable y resentido, en cuyo caso será imposible realizarlo al más alto nivel. Tu propósito no puede ser algo que te moleste o te resistas a hacer, lo que me lleva al siguiente punto.


Haz lo que te haga feliz


Sin duda, vivir el propósito de tu vida le traerá alegría y una sensación de realización personal. Si no estás contento con tu vida o si sientes una sensación de estar incompleto, entonces no estás viviendo tu propósito, simple y llanamente. Pregunta a una sala llena de gente cuál es el significado de la vida y la mayoría de las respuestas serán: "ser felices". La Psicología Positiva, el estudio de la felicidad o el bienestar, atribuye cinco elementos al bienestar: sentimientos positivos, compromiso, relaciones, significado (o propósito) y logros (comúnmente conocidos por el acrónimo “PERMA” por sus siglas en inglés). Cada uno de estos elementos se logra y aumenta naturalmente cuando te comprometes a vivir en pos de tu propósito de vida.


Ve a donde te necesiten


La oportunidad es la pista más reveladora para vivir el propósito de tu vida. Después de todo, se debe cumplir un propósito. Hay una necesidad que tienes que llenar y que debes descubrir. Desafortunadamente, no puede decidir dónde se te necesita más. Las oportunidades que tienes en la vida son cómo el mundo te dice dónde te necesitan. El truco es asegurarte de elegir las oportunidades que mejor se alineen con tus talentos, habilidades y pasiones. La oportunidad es complicada porque a menudo debes instigarlas. En otras palabras, algunas puertas requieren que golpees (y a veces más de una vez) antes de darte cuenta de que están abiertas. Sin embargo, si esa puerta finalmente se abre requiere que alguien te deje entrar, cuya decisión final siempre está fuera de tu control.


Concéntrate en lo que puedes controlar


Si hay una lección que he vivido repetidamente en mi vida, es que solo hay una cosa que puedes controlar: a ti mismo. No importa cuánto lo intentes, no importa cuánto se basen tus acciones en los resultados previstos o esperados, no puedes controlar en absoluto los resultados de las mismas. Todo lo que podemos hacer en la vida es poner nuestro mejor esfuerzo. Eso significa cultivar tu mente, cuerpo y espíritu para alcanzar tu mayor potencial y actuar siempre con las mejores intenciones. El camino para vivir tu propósito está pavimentado con buenas intenciones y superación personal continua.


Abraza tu creatividad


Todos somos capaces de producir algo que sea original y valioso para el mundo. Esos dos componentes, originalidad y valor, constituyen la definición de creatividad. Por naturaleza, eres original y valioso para este mundo. Eso significa que estás caminando, hablando de creatividad y ya es hora de que empieces a aceptar ese hecho. No me refiero a ser artístico, que es una forma de creatividad. Estoy hablando de aprovechar la lente única a través de la cual ves el mundo y el valor que puedes agregar: tu perspectiva. Por supuesto, cuando te enfocas en cultivar tus talentos y te sumerges en lo que te apasiona, la creatividad surge fácilmente.


Escucha a tu musa


No eliges tu propósito en la vida más de lo que eliges tus ideas. El proceso creativo siempre me ha fascinado porque se siente tan involuntario. No eliges crear algo; estás obligado a crear algo. Ya sea una melodía, una pintura, un invento o una idea comercial, la idea parece surgirte de algún lugar mágico que se siente igualmente parte de ti como separado. Es como mirarse en un espejo y de repente tu reflejo te dice que digas o hagas algo. Llamo a esto tu musa porque es tu fuente de inspiración.


Conoce a tu musa. Trata de identificar lo que tu musa dice a través de ti, lo que expresa y representa. Lo más importante es que cuando hable, la escuches. No puedo decirles la cantidad de veces que tuve que detener el auto para escribir una idea que se me acaba de ocurrir. Estos son momentos importantes. Presta mucha atención.


Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur