Estos últimos meses han dejado una huella en todos nosotros, tanto a nivel social como profesional. En este sentido, se han destruido empleos y, a su vez, también se ha puesto en marcha una aceleración tecnológica en las compañías. Todo ello ha abierto paso a un nuevo entorno laboral al cual hay que adaptarse para aprender a encontrar empleo en tiempos de coronavirus.
Esta crisis —que, para muchos expertos, no ha hecho más que precipitar el proceso de aceleración tecnológica que ya estaba en marcha— también ha dejado algunos sectores reforzados y la confirmación de que el teletrabajo es una opción viable. La formación continua, las competencias digitales y las redes de contactos son la clave para encontrar trabajo en tiempos de COVID. Para los que inician el mes de septiembre currículo en mano, estas son las claves que les facilitarán la tarea, según los expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Gina Aran y Manel Fernández.
Buscar en los sectores que han salido reforzados por la crisis
«Alimentación, educación, sanidad, farmacia, higiene, logística, tecnología y proveedores de software. Estos son los sectores que han salido reforzados con la crisis sanitaria y los que van a demandar más trabajadores en las diferentes categorías profesionales», destaca Gina Aran, profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Además de las profesiones correspondientes a estos sectores, también serán muy demandados en general.
Teleoperadores/as: podrán atendernos no solo mediante el teléfono, sino también por chat y, cada vez más, mediante videoconferencia. Van a ser perfiles muy buscados, pero tendrán que desarrollar competencias comunicativas como la escucha activa, además de saber analizar información y transmitirla.
Especialistas en marketing: las empresas competirán por la atención de los consumidores, lo cual impactará en sus campañas de comunicación y marketing, que se centrarán en la personalización.
Cuidadores/as: esta es una profesión al alza desde hace años y es previsible que aumente la demanda de personas que puedan ocuparse de personas dependientes o hacer de canguros.
Limpiadores/as y personal de mantenimiento: igual que las profesiones relacionadas con la salud, aquellas relacionadas con la higiene de establecimientos o de medios de transporte serán solicitadas para garantizar el control de los contagios.
Formadores/as en habilidades de comunicación y trabajo en equipo en remoto: debido a las nuevas situaciones de trabajo, las profesiones que faciliten la productividad del teletrabajo serán solicitadas.
La formación es la clave
«Formarse no tendrá un momento. Siempre hay que estar en formación continua; los autónomos y emprendedores con mayor razón», explica Manel Fernández, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. «Creo que todos los trabajadores tienen que dedicar un tanto por ciento de su presupuesto anual y de su tiempo a la formación que mejore su especialización (upskilling). También va a ser necesario formarse en temas nuevos para poder estar abiertos y preparados ante nuevas expectativas y oportunidades (reskilling). El plan de carrera toma ahora más relevancia que nunca. Si te lo ofrece tu empresa, será un plus; si no es así, tendrás que estar dispuesto a diseñarlo tú mismo. Los cambios van a ser constantes y vamos a tener muchas reinvenciones profesionales a lo largo de la vida». Durante la pandemia, muchos aprovecharon el momento de confinamiento para hacer formación: esta es la mentalidad de futuro.
Prepararse para las entrevistas telemáticas
Si antes de la pandemia el 40 % de las entrevistas de trabajo ya se desarrollaban en formato virtual, ahora la tendencia ha aumentado exponencialmente. Gina Aran nos da las claves para enfrentarnos a esta situación con éxito:
Existen dos tipos: grabadas y en vivo. En el primer caso, habrá que responder en un vídeo a algunas preguntas que nos propondrá la empresa y, en el segundo, la entrevista se llevará a cabo en directo mediante plataformas tecnológicas o aplicaciones como Zoom, Skypeo BlueJeans.
Tenemos que comprobar con antelación que la tecnología funciona bien (micrófono, cámara y conexión a internet). En cuanto nos manden el enlace con la invitación para realizar la videoconferencia, hay que instalarse la aplicación —si no la teníamos— y hacer una prueba. En el caso de que algo falle, hay que comentarlo a la empresa inmediatamente y ofrecer otra opción. Si nos sentimos inseguros, podemos ensayar un simulacro de entrevista con una persona de confianza, practicar y grabarla para corregir posibles defectos.
Puntualidad y formalidad: no por estar haciendo la entrevista desde casa debemos mostrar una imagen más informal que si estuviéramos en una oficina, y esto afecta a la forma en que nos vestimos, en que nos comportamos o en que nos expresamos frente al entrevistador. Para que la persona que está al otro lado de la pantalla tenga la sensación de que la estamos mirando a los ojos, debemos mirar a la cámara del ordenador o el teléfono. Debemos ponernos de acuerdo con las personas con las que convivimos para que no haya ruidos inesperados o interrupciones durante la conversación.
El fondo: debe ser lo más neutro posible y con buena iluminación, como una pared, aunque si por ejemplo la entrevista es para un puesto de teletrabajo y disponemos de un espacio idóneo para trabajar en casa, podemos mostrarlo, cuidando siempre que aparezca ordenado. En el caso de que no tengamos ningún lugar adecuado en casa, podemos elegir un fondo virtual que nos proporcionan algunas de las plataformas de videoconferencia.
Pregunta final: no hay que olvidar prepararse la pregunta «¿Qué has hecho durante el confinamiento?», porque va a ser una de las que más nos van a hacer en las entrevistas de trabajo pos-COVID. Aquí se puede ofrecer una pincelada más personal, pero lo que realmente están valorando son habilidades como la adaptación al cambio o la gestión de conflictos, así que son buenas respuestas las que demuestran que durante este periodo hemos sido proactivos. Decir que hemos aprovechado para hacer un curso de formación también es una buena respuesta.
Diseñar una estrategia
Cuando pensamos en buscar trabajo, muchas veces lo primero que hacemos es entrar a Infojobs sin hacer ningún tipo de reflexión previa. «Planificamos todo y todo el tiempo, pero no dedicamos ni un minuto a diseñar nuestra trayectoria profesional», comenta Manel Fernández. Durante el confinamiento, mucha gente ha visto cómo el parón obligatorio les ha hecho replantearse la forma en que trabajan o incluso la ciudad en la que viven. «Yo animaría a la gente a preguntarse: "¿Dónde me veo profesionalmente de aquí a tres años?", seguro que puede servir para dar los pasos adecuados y alcanzar los objetivos de futuro», recomienda este experto.
Buscar información propia en Google
Es casi la primera tarea que hay que hacer cuando se está buscando trabajo, porque es lo que va a hacer el reclutador casi antes de mirar nuestro currículo. El 86 % de las empresas utiliza las aplicaciones y las redes para conocer mejor a los candidatos. Es el momento de ver qué información pública hay de nosotros en internet, eliminarla si consideramos que no nos favorece en la búsqueda de empleo o, por lo menos, estar prevenidos por si nos preguntan en la entrevista. Hacer marca personal mediante las redes sociales es fundamental para saber transmitir nuestra propuesta de valor. En ese sentido, LinkedIn es la red de redes: «El perfil del candidato es una consecuencia de lo que dice que es. Cuando cualquier reclutador lo visite, verá los artículos que ha publicado, los posts que escribe, dónde da like, sus intereses, lo que esa persona aporta a las redes... Si lo que aporta es un perfil sostenido en el tiempo, muy profesional, donde se percibe que se tienen habilidades interpersonales para trabajar en equipo, creatividad, interés en el desarrollo de proyectos, generar confianza... esa será su primera carta de presentación», considera Manel Fernández.
Reactivar la red de contactos
El dato de que el 80 % de las ofertas de empleo nunca salen al mercado constata lo importante que es tener una buena red de contactos, que hay que cuidar durante toda la vida profesional, especialmente en momentos de búsqueda de empleo. Ahora bien, no se trata de coger a los 3.500 contactos de LinkedIn y mandarles un correo electrónico masivo, sino más bien de hacer una prospección y enviar diferentes mensajes a diferentes contactos en función de lo que esperemos conseguir de cada uno. «Para conocer y hacernos conocer personalmente», señala Gina Aran, «recomiendo la asistencia a eventos, ferias, cursos relacionados con nuestro ámbito e interactuar. No debemos limitarnos a intercambiar tarjetas de visita, sino que tenemos que explicar qué hacemos, qué buscamos y qué podemos aportar.»
Convertir el currículo en una propuesta de valor
Aunque el currículo de toda la vida (ya sea en su formato papel, vídeo o en línea) siga siendo una buena herramienta como base de datos de nuestra trayectoria profesional, ahora se habla de «propuesta de valor». «El candidato tiene que pensar en por qué la empresa le contrataría a él y no a otra persona, en qué es especialmente bueno y cómo puede contribuir a mejorar la organización. La diferencia entre hacer un currículo y una oferta de valor es que el demandante se anticipa a que la empresa vea en él una necesidad y, a partir de ahí, redacta un documento que en su formato podría ser parecido al currículo, pero no está enfocado a lo que es —eso se puede decir al final, casi como anécdota—, sino en lo que puede aportar de valor a la empresa», comenta Manel Fernández.
Adaptarse a los cambios
El mercado laboral tal y como lo conocemos está cambiando. Puede que las empresas ofrezcan contratos con jornadas reducidas mientras exista una situación de incertidumbre y no hayan podido retomar la actividad al 100%. Por otra parte, el teletrabajo ha venido para quedarse. No solo porque las compañías tienen que mantener su actividad ante posibles rebrotes, sino porque, además, es una demanda de los trabajadores. Como dato, LinkedIn ha registrado desde marzo un 60 % más de búsquedas de trabajo remoto en todo el mundo y, en España, las solicitudes para acceder a estas vacantes han aumentado un 169%. Los candidatos que tengan experiencia en teletrabajo estarán mejor posicionados en la búsqueda de empleo.
El trabajo autónomo también aumentará, ya que muchas empresas estarán abiertas a contratar productos y servicios externamente, así que en determinadas profesiones no estaría de más valorar la posibilidad de trabajar como autónomo (freelance).
Mantener una mentalidad positiva
Buscar trabajo es una carrera de fondo y es importante mantener una actitud positiva ante los inconvenientes que seguramente surjan durante el proceso. Como aporta Gina Aran, el Foro Económico Mundial ha calculado en 75 millones los empleos que van a desaparecer por la aceleración tecnológica, pero, en cambio, van a surgir 133 millones nuevos. «La mitad de los niños que están ahora en primaria van a trabajar en profesiones que aún no conocemos. La COVID nos ha puesto las pilas en muchos sentidos: ha cambiado valores, nos ha hecho descubrir competencias que no sabíamos que teníamos, nos ha hecho teletrabajar cuando siempre habíamos sido reticentes a ello y hemos visto que sí podemos. Todas las revoluciones industriales llevan aparejadas crisis, pero no podemos quedarnos con una visión negativa, sino tomar una actitud resiliente, de aprendizaje y mejora», reflexiona Aran.
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