El panorama de la captación de talento cuenta con una media de más de 250 candidatos para una vacante corporativa. En la era de la transformación digital, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido rápidamente en una piedra angular de las operaciones de una organización y el proceso de contratación no es una excepción.
La IA supone una alternativa interesante frente a la selección de currículos, la redacción de descripciones de puestos de trabajo y la gestión de tareas administrativas diarias.
Usar la IA en todo su potencial puede crear beneficios significativos para los ocupados reclutadores que necesitan cubrir un puesto vacante:
Selección más rápida de candidatos: Los modelos de IA pueden automatizar tareas repetitivas como la selección de currículos. En lugar de leer cientos de solicitudes para una sola vacante, un modelo de IA puede identificar palabras clave que coincidan con la descripción del puesto y preseleccionar automáticamente postulantes en función de su grado de adecuación a los criterios deseados.
Mejora de la experiencia del candidato: Los chatbots y asistentes virtuales basados en IA ofrecen respuestas inmediatas a las preguntas de quien se postula, garantizando una experiencia fluida y atractiva durante todo el proceso de contratación. Las interacciones personalizadas y las respuestas rápidas contribuyen a una marca de empleador positiva.
Toma de decisiones basada en datos: Las herramientas de IA pueden utilizar análisis predictivos para identificar a los mejores candidatos basándose en datos históricos y métricas de rendimiento. Mediante el análisis de patrones en contrataciones exitosas, las organizaciones pueden tomar decisiones basadas en el rendimiento de contrataciones anteriores.
Mejora de la diversidad y la inclusión: Algunas plataformas de IA afirman mitigar el sesgo inconsciente en la contratación mediante el anonimato de la información del candidato, centrándose únicamente en las cualificaciones y habilidades. Al eliminar información identificativa como el nombre, el sexo o el origen étnico, estas herramientas pueden promover la diversidad y la inclusión en la contratación.
Por otro lado, la aplicación de la IA en el proceso de contratación también abre un nuevo abanico de riesgos y retos de seguridad que las organizaciones deben abordar para utilizar esta nueva herramienta de forma eficiente y honorable. Algunos de los más destacados, son:
Sesgo algorítmico: Si un modelo se entrena con un conjunto de datos históricos, los sesgos históricos pueden trasladarse al resultado del modelo. Por ejemplo, si una empresa utilizara la IA para buscar candidatos para un puesto de médico, y los datos con los fue entrenado muestra que el 80 % de los médicos que históricamente encajaban en el puesto eran hombres, es más probable que favorezca a los candidatos masculinos frente a los femeninos, a pesar de que tengan la misma idoneidad para el puesto.
Falta de transparencia: Muchos algoritmos de IA funcionan como cajas negras, lo que significa que el proceso de toma de decisiones es difícil de entender. Esto plantea dudas sobre la responsabilidad y la capacidad de cuestionar o corregir los resultados sesgados. Si las empresas no saben que su IA está sesgado, ¿cómo pueden rectificarla?
Privacidad y seguridad de los datos: Para el uso de la IA en la contratación, los modelos necesitarían alimentarse de grandes cantidades de datos. Garantizar la confidencialidad y seguridad de estos datos con suficientes medidas de ciberseguridad es primordial para proteger los derechos de privacidad de la empresa y de las personas, así como para cumplir con normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
Supervisión humana y rendición de cuentas: Si bien la IA puede mejorar la eficiencia, la supervisión humana sigue siendo esencial para evitar la mala interpretación de los conocimientos generados por la IA. Las organizaciones deben establecer marcos claros de rendición de cuentas para abordar los errores algorítmicos o las infracciones éticas.
Cumplimiento legal y normativo: El uso de la IA en la contratación está sujeto a diversos marcos legales y reglamentarios, incluidas las leyes contra la discriminación y las normas de protección de datos. El incumplimiento de estos requisitos puede acarrear repercusiones legales y daños a la reputación.
Actualidad Laboral / Con información de Revista EyN