El fenómeno de la 'Gran Renuncia' que sacudió el mercado laboral el año pasado en Estados Unidos ha ocurrido en muchas otras ocasiones de la historia. El mismo Henry Ford, creador de la empresa automovilística que lleva su nombre, se enfrentó a una situación similar a la dimisión masiva de trabajadores hace más de 100 años.


Cuando en 1912 Ford consiguió duplicar la producción de sus vehículos gracias a los avances de la industrialización y la instalación de sistemas de montaje en línea. Con menos trabajadores que antes, había conseguido fabricar un 50% más de automóviles e incluso había reducido los tiempos de montaje, de 12 horas y media a tan solo 93 minutos, señalan en INC.


¿Cuál era entonces el problema? El modelo de trabajo tuvo que cambiar radicalmente con estas innovaciones. Ahora los empleados realizaban tareas monótonas y de forma continuada, por lo que esta exigencia hizo que muchos optasen por dimitir de su puesto. De hecho, la tasa de rotación anual de Ford alcanzó el 370% en ese mismo año, haciendo que los trabajadores no se quedasen demasiado tiempo en cada posición, lo cual hacía perder mucho valor a la empresa.


Menos horas y mayor sueldo


Henry Ford se encontraba en una encrucijada, sus empleados no estaban contentos, la mayoría dimitían al año y no conseguía retener el talento con este nuevo sistema de fabricación. Por ello, tomó una decisión determinante. Su estrategia consistía en aumentar el sueldo de los trabajadores, que en ese momento cobraban una tarifa básica de 2,5 dólares por día de trabajo. De esta forma, pasaron a recibir hasta 5 dólares al día, mientras que otras compañías tenían sueldos mucho menores. Esta no fue la única modificación, en vez de una jornada de 9 horas, pasó a reducirla a 8 horas.


Esto no solo benefició a los trabajadores, que cobraban más dinero por menos horas de trabajo, sino que además permitió a la empresa automovilística crear un total de tres turnos, en lugar de los dos que tenían en ese momento. Gracias a este pequeño cambio, consiguieron aumentar la productividad y capacidad de su compañía. Tras un año con la aplicación de estas medidas, la tasa de rotación se redujo hasta el 16%, por lo que la ingeniosa estrategia de Ford fue un éxito. "Creemos en hacer que 20.000 empleados sean prósperos y estén contentos en lugar de solo hacer millonarios a algunos de nuestros ejecutivos", dijo el fundador en su momento.


Actualidad Laboral / Con información de La Información