Si bien cada persona responde de forma particular a los efectos de la crisis sanitaria, en función de la historia personal y la realidad socioeconómica, las distintas generaciones enfrentan las consecuencias de la pandemia en distintos momentos de la vida. Aquí te contamos:
Baby boomer: ad portas del retiro del mundo laboral (nacidos entre 1935-1960)
En la última etapa de su vida laboral y ya pensando más en la jubilación, este grupo generacional hoy enfrenta el estrés de capacitarse en tecnologías, que le permitan trabajar de forma remota en el caso del teletrabajo. Mientras que, en el caso de desempeñarse en una labor presencial, el riesgo de enfermarse del coronavirus, siendo parte del grupo de riesgo en caso de contagiarse, aumenta el estrés. Además, de la dificultad de encontrar un trabajo en caso de ser despido, o que no retome sus funciones tras cumplir el plazo de la suspensión del contrato
Según el estudio “Teletrabajo en pandemia y salud mental”, elaborado por Randstad, afirma que los trabajadores de esta generación no son parte del grupo, de los que ven más afectada su salud mental durante la pandemia. Esto, al igual que las generaciones más jóvenes que hoy están trabajando. Sin embargo, la vicepresidenta del Colegio de Psicólogos de Chile, Isabel Puga, apunta que también esta es una generación no habitada o relacionada con la prevención y cuidado de la salud mental; lo que significaría un riesgo, en caso de que una persona de este grupo pasara por una crisis en esta materia. “La gente de más edad ve este tipo de ayuda como si fuera algo para alguien que tiene serios problemas mentales o que está muy mal, tienen mucho prejuicio en torno a este tema”.
Generación X: consolidando los proyectos de vida (nacidos entre 1961-1980)
En la consolidación de su proyecto de vida y laboral, esta generación es una de las más afectadas por toda la incertidumbre y tensiones que generan las consecuencias de la crisis sanitaria; junto a la parte de más edad de los millennials. Esto, ya que al quedar sin empleo en estos contextos, vería truncada su calidad de vida y aumentarían los problemas de su salud mental; todo, por ser el único o parte importante de las personas que generan los recursos, para un hogar que tiene altos gastos mensuales: como el pago de un crédito hipotecario, del arancel de colegios o universidad, arriendo, entre otros. Además, que tienen que compatibilizar el trabajo con el cuidado y crianza de sus hijos.
En esa línea, el estudio de Randstad apunta que esta generación, que fue la más consultada, son los que se identifican como el grupo que han visto más afectada su salud mental. También son los que más extrañan ir a la oficina a realizar su trabajo de forma presencial. “Están en la etapa de plena productividad y cualquier riesgo, como el que estamos viendo ahora, de perder el trabajo y estatus que han logrado genera ansiedad y temores que son más altos, generando un efecto negativo alto”, dice el académico del programa de cambio y liderazgo de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica de Chile, Fernando Castro. Además, Puga apunta que este grupo tienen tendencia a postergar el cuidado de su salud mental, y tienden a recurrir a una ayuda de este tipo, cuando el caso es más grave.
Millennial: las primeras experiencias trabajando (nacidos entre 1981-1996)
Junto a la generación Z y la parte más joven de este grupo, el teletrabajo no significa mayores problemas dado al amplio manejo del uso de las tecnologías. Pues estas les permite adaptarse más fácil a las herramientas del trabajo remoto, y logran comunicarse de forma óptima tanto en el ámbito profesional como social.
En esa línea, según el estudio de Randstad son quienes menos han visto afectada su salud mental y también, son parte del grupo que no extraña ir a la oficina. “Es un grupo que tiene un proyecto de vida donde las ganas de viajar a lugares remotos y, no trabajar en un lugar por tanto tiempo, son temas importantes dentro de sus planes. Entonces, hoy ven todo eso truncado y se podría generar altos niveles de estrés o ansiedad”, dicen desde el Colegio de Psicólogos. Además, advierten que, si bien logran tener una comunicación por redes sociales con sus pares, esto no lograría suplir los estímulos que generan los encuentros presenciales, como una fiesta, concierto o salida con amigos.
Por su parte, Castro comenta que la salud mental de este grupo se pudiera ver afectada, al ser una generación que al quedarse sin empleo le cueste más encontrar otro; todo por la falta de experiencia y el tener que competir con personas con mayor trayectoria laboral. Sin embargo, son considerados como una de la generación más consciente sobre la salud mental y conocedora sobre dónde solicitar ayuda o realizar ejercicios para no descuidarla.
Actualidad Laboral / Con información de La Tercera