El mercado municipal de Chacao estuvo a oscuras. Los pasillos, usualmente repletos de compradores y vastas ofertas, estuvieron repletos de negocios con las santamarías abajo y trabajadores en vilo esperando a ver si volvía la luz durante la mañana de este miércoles 27 de marzo. El megaapagón que afecta al país ha obligado a los comerciantes a estar alertas para no perder sus ingresos, ni su mercancía.
En uno de esos oscuros pasillos, Maribel De Abreu, dueña de una charcutería, está sentada frente a su local, junto a algunos trabajadores. Cuenta que en el primer apagón, que perjudicó al país del 7 al 12 de marzo, tuvo que pagar 1.000 dólares por un camión de refrigeración para evitar que se le dañara la mercancía. Teme que esta vez tenga que hacer lo mismo, porque sus neveras estaban a poco de cumplir las 24 horas en las que pueden conservar refrigerados los alimentos perecederos. “Estamos parados. No hemos podido vender nada hoy. Las pérdidas han sido de al menos 40%. Y de igual manera hay que pagarle a los empleados, porque ellos no tienen la culpa. Pero, cómo les pago si no hay luz y no puedo transferir. A eso agrégale que le debemos dinero a los proveedores”, explica De Abreu, quien suele aceptar moneda extranjera pero también resulta un problema porque no tiene manera de dar vuelto. “Nosotros no estamos en Estados Unidos o Europa, donde tienes disponibilidad de sencillo”, agregó.
En el mismo mercado, una comerciante que prefirió el anonimato, vende huevos en efectivo mientras ilumina el negocio con una vela y una pequeña linterna. “Esta dictadura nos ha afectado muchísimo. Pero hay esperanza”, dice, y agrega: “A veces hay usuarios que traen dólares pero son pocos. No todo el mundo tiene”.
Solo es posible ofrecer, además de huevos, verduras o frutas en Chacao porque no se requiere de una nevera que los refrigere por largo tiempo. Adriana Rivas vende su mercancía con un punto de venta inalámbrico que tiene fuera del edificio, para lograr acceso a la señal. “La venta ha estado floja hoy. Los que tenemos puntos inalámbricos podemos vender, así como efectivo”, explicó.
Pasa lo contrario en el Mercado Guaicaipuro, en la avenida Andrés Bello. A las 10:45am les llegó electricidad pero podían trabajar los puntos de venta con intermitencia. “No hacemos mucho cobrando solo en efectivo. Porque la mayoría de las ventas nos vienen por punto”, indicó Sergio González, encargado de un establecimiento de venta de pollos, quien compró varias bolsas de hielo para que no se le dañara la comida.
Joaquín Rosario, dueño de un negocio en el que ofrece almuerzos, dijo que anteayer ( martes 26 ) pudo vender un poco de mercancía desde esa hora, y que la luz estuvo durante la madrugada pero se fue a las 5:00 am. “El punto ha pasado con intermitencia y hay gente que ha venido con efectivo”, añadió.
En la avenida Baralt, para las 11:00 am, los establecimientos abiertos eran mayormente de venta de verduras, huevos o golosinas. Estaban cerrados negocios como peluquerías, tiendas de ropa y farmacias. Los puntos de venta, a esa hora, también funcionaban con intermitencia. Los comerciantes preferían recibir efectivo, tanto en bolívares como en dólares o euros. “Hoy no he podido pasar el punto de venta en todo el día. Solo he vendido con efectivo a las pocas personas que tienen disponibilidad. Nos llegó la luz como a las 8:15am más o menos”, dijo Fernando González, dueño de un establecimiento de víveres ubicado en dicha vía. Lamentó que ayer vendieron muy poco y aseguró que las ventas esta semana se redujeron al menos 70% de sus ingresos.
Denunció, además, que entre el lunes y el martes se dañó una de sus neveras por tener que desenchufarla a cada rato mientras la energía iba y venía. “Esa nevera es incomprable e irreparable. Cuesta demasiado caro”, dijo. González agregó que acepta dólares si tiene manera de dar vuelto. "Medio cartón de huevos, por ejemplo, lo puedo vender en 3 dólares", indicó.
Richard Gamboa, vendedor de maní y frutos secos, señaló que el martes 26 de marzo, solo pudo trabajar después de las 11:00 am. Pero, los ingresos fueron pocos porque había poca afluencia de personas en la calle. “Hemos perdido 80% de nuestros ingresos en estos tres días. Si sigue el apagón nosotros nos mantendremos trabajando porque hay facturas que pagar y deudas que cumplir”, expresó.
Para las 12:00 m la luz todavía fallaba tanto en el oeste como en el este de Caracas. Por ejemplo, en la avenida Baralt había semáforos funcionando, pero los de la av. Urdaneta estaban la mayoría apagados. Lo mismo en Chacao: algunos servían en la Francisco de Miranda, pero no era así en la avenida Blandín.
En la avenida Libertador, por otra parte, solo se veían quioscos abiertos. Carmen Salazar, comerciante de cigarrillos y periódicos en esa vía, dijo: “El apagón me lo he tomado con naturalidad y paciencia. Ahorita llegó la luz pero seguimos sin agua”.
Actualidad Laboral / Con información de Efecto Cocuyo / Fotos 2 y 4 de Efecto Cocuyo