La denominación de "persona tóxica" se puede trasladar a cualquier aspecto de la vida y a cualquier tipo de relación interhumana -parejas, familiares, amistades, entre otras-. El trabajo no se queda atrás.
Pero no siempre es fácil identificar a una persona tóxica y poder tomar alguna determinación en consecuencia. Sus actitudes, su forma de hablar, de comportarse, de dirigirse hacia otros, son algunos de los aspectos que se recomienda atender para poder saber cómo es alguien.
Así, será posible notar si existe esa "toxicidad" que a veces puede aparecer, de modo que la persona podrá elegir qué hacer al respecto.
¿Cómo es una persona tóxica?
Como primer acercamiento a un perfil, es importante tener en cuenta que este tipo de personas suelen caracterizarse por poner en duda las capacidades de sus compañeros para realizar un determinado trabajo.
Así, pueden hacer chistes que destaquen defectos de sus colegas, o emitir comentarios negativos acerca de sus aptitudes, comparándolas con las propias que creen superiores.
Además suelen ser individuos conflictivos, que generan debates, discusiones e peleas innecesarias en el desarrollo del día laboral y que incluso son de esa misma forma en su vida personal.
También, es común que pasen horas quejándose o hablando de cosas negativas, sin mostrar ánimo de modificar alguno de sus problemas o de cambiar de actitud para poder mejorar.
La falta de compañerismo o de habilidades para trabajar en equipo es otro de los rasgos distintivos de alguien que se puede considerar tóxico. Muchas veces, se muestran reticentes a colaborar con alguna tarea que se realiza entre dos o más personas, e incluso suelen encontrar problemas que traban el desarrollo de los procesos de trabajo.
Tienen actitudes pasivas, que hacen que el resto del equipo tenga que hacerse cargo de sus tareas, lo cual de por sí retrasa la llegada a un determinado objetivo. Es muy frecuente que el resto de los trabajadores que rodean a la persona tóxica deban sobrecargarse de trabajo para poder cumplir con sus tareas.
Esta situación suele generar roces, conflictos, que se van acumulando en el ambiente de trabajo y mal predisponen a todos.
Asumir el papel de víctimas de todas las situaciones es otra de las características de personas así. En general, insisten en que la mayoría de las situaciones los afectan particularmente y que el resto del equipo o los jefes están en su contra.
Algunas señales de alerta sobre personas tóxicas
Habla mucho y escucha poco
Suele dominar cualquier conversación, algo que muchas veces puede ser tomado como señal de inseguridad. En general, se trata de personas egocéntricas y narcisistas, rasgos que pueden denotar inseguridad aunque quieran parecer seguras de sí mismas.
Creen tener siempre la razón
No importa de qué tipo de tema se trate, la persona tóxica no suele permitir espacio para opiniones diferentes, y cualquier discusión se convierte en un debate que hay que ganar.
Son muy teatrales y dramáticos
Algunas personas parece que atraen, y tal vez necesitan, episodios de crisis, conflictos o el drama. Es como si se sintieran incómodas con una rutina diaria tranquila y una vida pacífica, sin demasiadas alteraciones.
Suelen mentir
La mayoría de las personas han dicho alguna vez alguna mentira y no por eso todas son tóxicas.
Sin embargo, cuando alguien engaña y miente en forma deliberada y constante, tergiversa la información, oculta algunos hechos, puede que se esté frente a lo que se conoce como una persona tóxica.
Son muy ansiosos
Las personas que no son emocionalmente saludables, estarán ansiosas por saber qué piensan los demás de ellas, por empezar una relación, a causa de la soledad, por la necesidad de reconocimiento, etc. En fin, por muchas más cosas que el resto del mundo.
Son excesivamente sarcásticos
Las personas tóxicas realizan a menudo comentarios sarcásticos y despectivos, con señales de falta de empatía hacia los demás y a la vez necesidad de demostrar su superioridad.
Son evasivos
Cuando a una persona tóxica se le hace una pregunta directa, se suele obtener una respuesta evasiva, un mensaje mixto, o contradicciones. Son muy cautelosas sobre dónde estaban anoche o cómo son las cosas en el trabajo. Si nos parece que se está escondiendo algo, probablemente es porque es cierto.
Suelen ir de víctimas
Todo lo que le ocurre a una persona tóxica es culpa de los demás: sus padres no les dieron suficiente amor, tiene un compañero de cuarto pésimo, el gobierno, etc. Esta culpa además cambia constantemente, lo que demuestra una falta de responsabilidad personal.
No son agradables con los demás
En general, las personas tóxicas son extremadamente encantadoras y entradoras. Ahora bien, sólo cuando les interesa por algún motivo. Si alguien es útil para ellos o quieren algo de alguien, pueden ser encantadores, incluso halagadores. Sus atenciones pueden parecer embriagadoras e incluso abrumadoras. Pero es todo fachada.
La forma más clara de conseguir ver su verdadero carácter es observando cómo tratan a los demás, especialmente las personas que no son útiles para ellos, y nunca lo serán.
Suelen presentar un comportamiento insensible hacia otros, sobre todo si no los considera a su altura, como en empleados que ellos consideren de poca categoría, etc. con los que revela una actitud arrogante.
Les encantan los chismes
En general, los rumores no sirven para nada más que para dañar la reputación. A las personas tóxicas les gustan este tipo de rumores, ya que en muchos casos se benefician.
Se quejan por todo
Justificadas o no, nadie quiere escuchar un sinfín de quejas sobre un antiguo socio, un compañero, o un conocido. Además, no hay nada sano en permanecer anclado en el pasado.
Sus historias son siempre grandiosas
Suele exagerar sus logros y aventuras, demuestra una necesidad constante de presumir, lo que esconde una autoestima débil.
Tratan de controlar a los demás
En general, las personas tóxicas suelen ser controladoras sobre todo lo que hacen otros, sobre todo cuando se trata de relaciones cercanas -parejas, empleados, madres, padres, hermanos, amigos-.
Hay signos de adicción o dependencia
Las personas tóxicas suelen mostrar comportamientos compulsivos hacia el alcohol, las drogas, el juego, la pornografía y otras cuestiones que fácilmente pueden dañar muchos aspectos de la vida del individuo, incluyendo sus relaciones.
El instinto dice que hay algo raro
En general, los primeros sentimientos y los "instintos" no se equivocan. Por eso, si algo dice que una persona es tóxica y que es necesario alejarse, es probable que así sea.
¿Cómo tratar con compañeros tóxicos en el trabajo?
En primer lugar, es fundamental no prestar demasiada atención a las personas de estas características, ni tampoco a sus actitudes.
Es muy frecuente, cuando se trata con individuos así, enfocarse únicamente en ellos y pensarlos como el principal problema en relación al trabajo. Esta postura suele impedir ver más allá, dimensionar realmente el conflicto y encontrar una solución al problema con la persona que se considera tóxica.
Además, poner excesiva atención en quienes se comportan de este modo suele darles una sensación de importancia, que contribuye a elevar sus niveles de egocentrismo.
Así, la situación tóxica que se genera a partir de sus actitudes y comportamientos se puede profundizar si se le da mucha trascendencia. En esos momentos, es aconsejable ver el trabajo y las relaciones allí con la mente más abierta y desde una perspectiva más integral.
¿Cómo? Pensar en las tareas que generan satisfacción, en lo positivo de ese empleo, en las relaciones que se tienen con los compañeros de trabajo que son positivas y que impactan de esta manera en la vida.
Por otro lado, es clave pensar en la persona tóxica como en alguien que se comporta de esa manera en todos los contextos, es decir, no personalizar sus actitudes.
Es muy probable que su forma de actuar y de ser se repita como un patrón, y que no sea una situación direccionada a un solo individuo. Inclusive es probable que el conflicto esté dentro suyo, con él o ella mismos, y que la dificultad para relacionarse con otras personas se encuentre allí.
Pero siempre se debe tener en cuenta que no porque la otra persona tenga uno o más problemas se le debe dejar pasar cualquier comportamiento o actitud.
5 tips para manejar a las personas tóxicas
Aunque suene egoísta, es importante tratar de que la personalidad y las características se mantengan al margen de uno mismo y del equipo.
Asertividad
Es la principal y más importante herramienta que se debe utilizar. Los expertos en coaching aconsejan decirle a la persona lo que se siente de una manera asertiva usando declaraciones desde el "yo". Hacerle entender, de alguna manera, cómo sus actitudes afectan a otras personas y cómo las hacen sentir.
Establecer límites
En este sentido, expertos en coaching recomiendan dar a conocer lo que se considera aceptable y lo que no en cuanto a comentarios, comportamiento y actitud dentro del equipo.
Esto significa intentar no permitir comentarios negativos hacia los demás miembros. Este punto va dirigido especialmente para aquellos que tengan posiciones de poder, es decir, que puedan determinar cuáles son las pautas de trabajo y de comportamiento en un determinado espacio.
Para aquellos que traten con la persona tóxica desde una situación de igualdad, también es importante establecer límites, de modo que se comprenda qué actitudes molestan o irritan.
El diálogo siempre puede ser una herramienta útil y positiva para plantear una situación, una idea o un sentimiento, y poder ir hacia el camino de la solución o de, en este caso, los límites necesarios.
Creer en uno mismo
Un compañero tóxico se alimenta de las inseguridades y de los temores más inconscientes, por lo que la protección del autoestima es necesaria.
Si bien es difícil mantenerse íntegro y no quebrarse ante personas así, hacer el esfuerzo es esencial para poder superar la situación y, llegado el caso, enfrentarla. Las personas con mayores niveles de inseguridad, sin embargo, son quienes más sufren esta situación y quienes tienen más dificultades para sobrellevarla.
Distancia
Una vez más, puede sonar egoísta, pero alejarse de las situaciones que son perjudiciales para uno mismo a veces es necesario. En este sentido, los profesionales del coaching hacen hincapié en la importancia de no intentar "salvar" a la otra persona, que probablemente no quiera que nadie la moleste.
Un tip: las personas tóxicas son difíciles de tratar por momentos, por lo que se aconseja siempre mantener a otros integrantes informados sobre cualquier tarea que se realice con ella. De alguna forma eso permite prever cualquier conflicto que pueda avecinarse.
Actitud positiva
Confianza, objetivo común y eficacia son los tres elementos que conforman un equipo, según algunos especialistas del coaching. Así, recomiendan la actitud positiva, el sentido del humor, la cooperación y el compromiso son herramientas útiles para adquirir la sensación de pertenencia al equipo.
Actualidad Laboral / Con información de IProfesional