Ser una empresa saludable supone invertir en una serie de beneficios sociales para empleados que reviertan en una mejora de sus hábitos de vida y trabajo. Una buena alimentación, cobertura médica o el fomento del deporte son algunas de las prácticas que remiendan expertos de Up SPAIN, con el fin de que las empresas sean reconocidas como organizaciones que impulsan la salud en sus trabajadores.
Tener trabajadores sanos ya es sinónimo de rentabilidad. Así lo evidenciaban, hace unos días, instituciones públicas como el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo, INVASSAT, quien, en boca de su directora, Cristina Moreno, afirmaba que invertir en salud es “rentable para las organizaciones y la sociedad”, dado que “reduce el absentismo e incrementa la competitividad y la productividad.”
Asimismo, en la apertura de la jornada celebrada por Unión de Mutuas, sobre Bienestar emocional, ejercicio físico y empresa saludable, en Valencia, Moreno añadía que, pese a que muchas empresas ya han desarrollado planes de acción específicos, aún queda “mucho camino por recorrer” tal y como indican las cifras del último estudio del INVASSAT, según el cual, en siete de cada diez accidentes de trabajo, el riesgo que lo produjo estaba identificado y en seis de cada diez accidentes, existía la medida de prevención para que no ocurriera.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba a las empresas en un comunicado adoptar medidas laborales que fomenten la actividad física entre la población, y el estudio ‘Productividad y Empresa Saludable’, realizado por el IESE, ponía de relieve cómo la buena salud emocional y física de los trabajadores multiplica su implicación con la empresa.
Por tanto, ofrecer a los empleados un plan de salud conlleva demostrarles que la empresa vela por su bienestar, lo que supone invertir en sentimiento de “pertenencia y fidelidad” con la organización. Además, previene el absentismo laboral, por lo que la productividad de la compañía aumenta, los retrasos en los plazos de los proyectos disminuyen y la moral en la oficina se mantiene al tope de su potencial.
Pero ¿cómo se invierte en salud? Según Up SPAIN, compañía especializada en beneficios sociales para empresas, las opciones disponibles son varias. Desde proponer actividades lúdicas –dentro y fuera de la jornada laboral- que estén vinculadas al deporte en equipo, lo que revierte en una mejora de la colaboración; proponer un servicio de gimnasio, llevar a cabo acciones que promocionen una alimentación sana, crear espacios dentro de la oficina para la desconexión, el diálogo, el descanso etc.
La clave está en examinar en las plantillas el problema prioritario a atajar: tabaquismo, sobrepeso, estrés, falta de comunicación, compañerismo o de medidas que permitan cubrir una parte del gasto en dichas soluciones.
La salud a menudo es entendida desde una perspectiva física, pero estar sano y ser una empresa saludable va más allá e implica una variable emocional que es, al mismo tiempo, la que intervienen en la percepción que desarrollan los trabajadores de su empresa. Algo vital en esta era donde la atracción y retención del talento está en el número uno de las listas de prioridades de las empresas. Y es que un empleado satisfecho con los beneficios sociales que le aporta su empresa, será el mejor comunicador que la organización tenga a la hora de transmitir su proyecto de negocio.
Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento