El comportamiento manipulador, pasivo-agresivo, de robarse todo el crédito y exageradamente crítico por parte de un líder puede conducir a abusos en el lugar de trabajo, insatisfacción con el empleo, angustia psicológica y depresión.
Aunque hay muchas maneras de ser un mal jefe, una de las más engañosas para los empleados que deben lidiar con ellas es la agresión pasiva. A continuación aparecen tres estrategias para cuidar tu propia salud emocional y psicológica aunque tengas un jefe que quizá no atienda la suya.
Anticipa y prepara. Le aconsejé a un cliente que preguntara antes: “¿Tengo toda la información necesaria para tomar esta decisión, o hay información que usted tenga y pueda cambiar mis opciones?” Esta pregunta obligó al jefe a hacerse responsable de la decisión desde el principio o bien dar libertad a mi cliente para tomarla.
En vez de sentirte atacado por sorpresa, limita la capacidad de tu jefe de hacer elecciones pasivo-agresivas en momentos críticos estableciendo parámetros y aclarando las expectativas por anticipado para esos momentos.
No te pongas a su nivel. Cuando tu jefe emplea un comportamiento pasivo-agresivo, sin duda te has sentido tentado a responder de la misma manera. Eso no funciona. No asumas que tu jefe está consciente de su comportamiento, ni que actúa de manera intencional. A menudo, la agresión pasiva es una respuesta inconsciente a la ansiedad o una amenaza percibida. Haz todo lo posible por adoptar una actitud compasiva más que de enojo.
Pon fin a los debates respetuosamente. Confrontar directamente a un jefe pasivo-agresivo está lleno de riesgos. Hay maneras efectivas de plantear tus inquietudes sin dar pie al comportamiento que estás tratando de eliminar. Aunque puedas sentir que es algo desequilibrado, esforzarte para que tu jefe sienta segura la relación puede tener beneficios a largo plazo.
Quienes se inclinan a emplear un comportamiento pasivo-agresivo tienden a hacerlo menos cuando sienten más confianza hacia los otros, así que trata de no hacer juicios y ser práctico. Te puede parecer injusto tener que manejar tú el comportamiento inmaduro de la persona que gana más dinero que tú y tiene una influencia injustificada sobre tu futuro. Hasta cierto punto, lo es.
Actualidad laboral / Con información de MBA Americaeconomia