El tópico se cumple. Al menos en estos casos. Son jóvenes y sobradamente preparados. Pero estos profesionales menores de 35 años sí han logrado colocarse en empresas como CEO, las siglas en inglés popularizadas internacionalmente para designar al director ejecutivo. Estas son sus experiencias y sus recetas.
María Fanjul, de 29 años, CEO del portal de venta de Entradas.com
"Ser joven y tener experiencia internacional es un plus en las empresas 'online"
A María Fanjul no le tembló la voz cuando le propuso a Bernardo Hernández, su antiguo profesor de universidad y uno de los amos de Internet en España, que contara con ella para sus proyectos. Hernández apostó por esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas encargándole la supervisión de varios de sus negocios. Con apenas 26 años, Fanjul no solo se convirtió en directora ejecutiva de StepOne, una empresa que ayuda a pymes españolas a triunfar en el complejo tecnológico de Silicon Valley, sino que también ocupaba una silla en el Consejo de Administración de Idealista.com. "Cuando en 2006 finalicé mis estudios, trabajé en la banca de finanzas e inversión. En aquellos años, los bancos daban créditos y pude realizar muchas operaciones. Después quise enfocar mi carrera hacia el mundo de las nuevas tecnologías y por ese motivo pensé en Bernardo", sostiene esta madrileña, de 29 años. Fanjul califica las clases de su antiguo profesor en las aulas del ICADE (Universidad Pontificia de Comillas) como una de las más provechosas. "Cada día nos pasaba los periódicos económicos para que fuéramos conscientes de la realidad económica", explica. Fanjul reconoce que durante el primer año de facultad fue una "estudiante nefasta", pero poco a poco le pilló el gusto a las finanzas. En su opinión, uno de los valores del ICADE es su red de contactos. Gracias a uno de ellos, sumado a su intuición y esfuerzo, Fanjul ha ido adquiriendo la experiencia necesaria para consolidarse en el sector de las nuevas tecnologías. "Uno tiene que tener claro hacia dónde quiere ir y para ello hay que saber rodearse de la gente necesaria", reseña. Después de haber conseguido que más de 200 empresas españolas se hayan instalado en EE UU, Fanjul abandonó StepOne y buscó nuevos desafíos. Ser tan joven y contar con una experiencia internacional ha sido un plus a la hora de encontrar buenos trabajos. Desde el año pasado, la joven es CEO (director ejecutivo en inglés) de Entradas.com, un portal de venta de ocio líder en el mercado español. Con un equipo de 70 personas y un volumen de negocio de 100 millones de euros, Fanjul llega todas las mañanas a la oficina, afincada en el madrileño barrio de Chamberí, con ganas de aportar sus ideas. Le gusta el trato directo con sus empleados y cree que un buen CEO no puede olvidar que no es nada sin su equipo.
Xavier Uribe Etxebarría, de 32 años, CEO y fundador de Sherpa
"La mayoría de los empleos se consiguen a través de la red personal"
"Nos pasamos la vida estudiando, cuando la mayoría de los empleos se consiguen a través de nuestra red personal", asegura Xabier Uribe Etxebarría, creador de Sherpa, un asistente de voz gratuito para los móviles Android con más de 500.000 descargas en apenas medio año de vida. Este ingeniero industrial, de 32 años, utilizó los conocimientos de lingüística que le enseñó su padre y su formación de ingeniero técnico electrónico para hacer realidad uno de sus sueños: que el hombre pudiera comunicarse con una máquina. Pero, como él mismo reconoce, antes de llegar hasta aquí ha tenido que ir superando etapas intercalando su trayectoria educativa con sus experiencias empresariales. Al acabar la carrera en la Universidad de Deusto (Vizcaya), Uribe se fue a EE UU para cursar dos másteres en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). También hizo un posgrado de marketing digital en la Universidad de Harvard. Mientras afianzaba sus conocimientos, el emprendedor vasco fundó su primera empresa, el vendedor virtual Anboto, considerado la mejor start-up (empresa online) tecnológica del mundo en 2010. Uribe reconoce que en EE UU conoció a gente relevante del sector y eso le ayudó a la hora de buscar nuevos clientes. Pero no siempre fue fácil. Recuerda cómo tuvo que tocar a la puerta de las oficinas de la compañía aérea Vueling para venderles el producto después de varios intentos frustrados. "Finalmente conseguí que la compañía se convirtiera en uno de mis mejores clientes", cuenta orgulloso. Porque, como él mismo explica, el éxito o el fracaso no dependen de las circunstancias, sino de la "actitud" que se tome frente a ellas. Una de las principales cualidades que, según este inventor, tiene que tener un CEO es la humildad. Uribe presume de contar con un equipo de 15 personas que ante todo son "buenos compañeros". Este trabajador nato admite que, más que asignaturas, lo que aprendió en EE UU fue a valorar la cultura del emprendimiento. "En España hay muy buen nivel académico en las escuelas de negocios, pero aún estamos a años luz de lo que se cuece al otro lado del Atlántico", sostiene. Uribe anima a la gente a cursar estudios superiores, pero, sobre todo, a aprovechar el networking. "El estudiante no puede quedarse en casa preparando sus materias y desaprovechar la oportunidad de ir a los eventos a conocer a sus potenciales clientes".
Marcos Alves Fanjul, de 30 años, CEO de Eltenedor.es
"¿La mejor escuela? Aprender del fracaso"
Lo primero que hace Marcos Alves al levantarse por las mañanas es ver cómo se han cerrado las reservas de restaurantes del día anterior. Así comienza la rutina de este empresario que a sus 30 años es director ejecutivo y uno de los fundadores de Eltenedor.es, un portal de gestión de reservas de restaurantes a través de Internet. Alves disfruta con su trabajo, a pesar de las horas y la responsabilidad que su puesto conlleva. Y la empresa, según reconoce, va viento en popa. Atrás quedan los años de aprendizaje en la escuela técnica parisiense CFA Stephenson, donde hizo un módulo de comercial de marketing, cuando acabó el lycée (bachillerato). "A los 18 años no estaba convencido de que los estudios superiores fueran para mí. Lo que yo realmente quería era tantear el mundo empresarial", explica Alves, de procedencia francesa y origen español. El módulo le daba la oportunidad de tomar contacto con los negocios porque la mitad de la carga lectiva era hacer prácticas en empresas. Uno de sus mentores le contrató como comercial de una compañía de hostelería, y Alves, con apenas 21 años, trasladó el proyecto a España. La experiencia no pudo ir peor. "Cometí errores en contabilidad, recursos humanos, gestión... Yo era el único socio en Madrid y no tenía ni idea de cómo se dirigía un negocio", reconoce. Dejó la empresa, pero, lejos de amilanarse, decidió crear un proyecto nuevo. Eso sí, esta vez había aprendido la lección. "Me di cuenta de la importancia de estar bien formado y lo tuve muy en cuenta a la hora de empezar con Eltenedor.es", añade. En 2006, el joven emprendedor fundó junto a otros socios LaFourchette.com, que nace como una herramienta de gestión de reservas para restauradores y que al final cuenta también con un portal de reservas para los usuarios. Una vez más, Alves se encargó de trasladar este proyecto a España bajo el nombre de Eltenedor.com. Pero, a diferencia de la otra experiencia, esta vez decidió formarse en el Instituto de Empresa (IE) y cursó un máster para ejecutivos. Admite que conciliar los estudios con el desarrollo del portal fue bastante duro, pero los conocimientos adquiridos le han ayudado a consolidar su liderazgo en la empresa. ¿Cómo se llega a CEO con menos de 35 años?: "El fracaso es la mejor escuela. Los errores te ayudan a conocer tus limitaciones y te enseñan a mejorar. Por supuesto, nada de esto es posible si no eres una persona positiva y luchadora. Ser CEO es un estilo de vida y tienes que ser muy consciente de lo que implica: trabajo, don de gentes y mucha energía".
Rocío Carracedo, de 34 años, CEO y cofundadora de Support Factory
"El machismo está presente en el mundo de los CEO"
"Ser ingeniero no es suficiente para llevar un negocio. No puedes programar, atender a los clientes y dirigir a la vez. Necesitas un buen equipo. Y una formación en dirección de empresas". Rocío Carracedo, CEO de Support Factory, una empresa de desarrollo de software y consultoría tecnológica, se muestra así de contundente al explicar la necesidad que tiene un CEO de estar bien formado. Cansada de trabajar para otros, esta ingeniera informática, de 34 años, aprovechó los contactos que fue adquiriendo a lo largo de su carrera para fundar su propia empresa junto a unos amigos de la facultad. Licenciada en ingeniería informática por la Universidad Politécnica de Madrid, Carracedo presume de haber sido capaz de compatibilizar estudios y trabajo a partir de tercero de carrera. Siempre tuvo su vocación muy clara y disfrutó mucho de su etapa universitaria. "El nivel de la Politécnica está reconocido internacionalmente. Los estudios de ingeniería son duros y desagradecidos, pero merece la pena estudiar con los mejores", asegura. La joven empresaria hizo prácticas de informática en un banco, en una empresa de aplicaciones web y en el Senado, donde recuerda que le pagaron 100.000 pesetas por trabajar cuatro horas diarias durante un año entero. Sus ratos libres los dedicaba al estudio del inglés y el alemán. Cuando en 2006 lanzó Support Factory, Carracedo contaba con un equipo muy reducido que se repartía las tareas, pero pronto se dieron cuenta de sus limitaciones en la gestión empresarial. Por este motivo, la joven CEO decidió estudiar un máster en dirección financiera en la EAE Business School de Madrid. "En época de crisis, los bancos no te ayudan y tienes que aprender a optimizar tus recursos. Gracias a mi experiencia y a las enseñanzas del máster, he aprendido a manejar mucho mejor mi empresa", afirma. Una de las dificultades por las que aún tiene que luchar es con el machismo que, según ella, impregna el mundo de los CEO. Muy pocas mujeres consiguen llegar a un puesto de tal relevancia, y menos aún sin cumplir los 35 años. "Al ser mujer tienes que estar demostrando continuamente el valor de tu trabajo. Es tan complicado encontrar un perfil como el mío, que en las reuniones los directivos ni se imaginan que soy una CEO. Piensan que soy la secretaria del que en realidad es mi compañero o subordinado", lamenta.
Isaac Prada y Nogueira, de 30 años, CEO y cofundador de KeelWit Technology & Beyond
"El papel de los doctores es muy útil en las empresas"
Isaac Prada y Nogueira, CEO de KeelWit Technology & Beyond, una compañía dedicada a la movilidad sostenible y a la eficiencia energética, presume de haber exprimido al máximo su experiencia formativa. Estudió ingeniería industrial en la Universidad Pontificia de Comillas y, mientras se afanaba en conseguir el premio extraordinario de fin de carrera, aprovechaba las becas para adquirir experiencia en los ámbitos de la ingeniería que le interesaban. De becario tocó varios palos: electromagnetismo, fluidos, el sector aeroespacial... La mejor experiencia de todas fue la beca que obtuvo con la Agencia Espacial Europea en tercero de carrera, que le permitió hacer prácticas de verano en las instalaciones de la agencia en Alemania. También se estrenó en una revista científica y participó en un congreso internacional de astronáutica. Después de licenciarse con todos los honores, Prada consiguió una beca de seis meses como ingeniero de I+D en el equipo de fórmula 1 de Renault gracias a su proyecto sobre recuperación de energía de la frenada (KERS, siglas en inglés). Trabajó para la escudería francesa durante las temporadas 2005 y 2006. "Viví el momento más dulce de Renault y aprendí de los mejores ingenieros de automoción", recuerda Prada, de 30 años. Al regresar a España hizo un máster de automoción en la Politécnica de Madrid con el fin de profundizar en aspectos más generales que no había adquirido en la fórmula 1, como la dirección de proyectos o la contabilidad. Admite que esos conocimientos le vinieron muy bien a la hora de poner en marcha su propia compañía. También le ha sido muy útil su experiencia en el programa de formación de jóvenes directivos del grupo EADS, matriz de la compañía aeronáutica Airbus. "En KeelWitt puedo aplicar las cosas que he aprendido a lo largo de mi trayectoria. Desarrollamos proyectos de movilidad sostenible, de aerodinámica y eficiencia energética", sostiene. A la hora de contratar ingenieros, Prada admite que siempre busca currículos que aporten algo más que una buena formación. "Lo que distingue a unos candidatos de otros es que demuestren una habilidad distinta, por eso recomiendo a los ingenieros que aprovechen los años en la universidad para hacer prácticas", añade. Este director ejecutivo reseña la calidad de la enseñanza en España, pero lamenta el "escaso valor" que, según él, el sector empresarial le da al personal investigador. "El papel de los doctores puede ser muy útil en los negocios", sentencia.
Eiso Kant, de 22 años, CEO y cofundador de Tyba, plataforma 'online' de reclutamiento júnior
"Las personas de tu entorno pueden convertirte en un trabajador excelente"
Uno de los requisitos que tenía que cumplir la universidad donde Eiso Kant quería cursar el grado de administración y dirección de empresas es que estuviera ubicada en un país soleado. "La vida es demasiado corta como para vivirla bajo un cielo gris", considera este holandés de 22 años. En uno de sus viajes a Madrid quedó fascinado por el ambiente empresarial e internacional que, según él, se respira en las instalaciones de la IE University. Una vez más, en su corta vida hizo las maletas y se mudó a la capital. La experiencia en el campus que la universidad privada tiene en Segovia no hizo más que consolidar su espíritu emprendedor. Kant, que fundó su primera start up o empresa por Internet a los 15 años, se especializó en finanzas porque, según explica, esas materias le daban las herramientas que necesitaba para emprender nuevos proyectos. Era tal su inquietud por abrir un nuevo negocio que en mitad de la carrera creó junto a dos compañeros de clase una plataforma online de reclutamiento de jóvenes talentos. "Nos dimos cuenta de que las empresas tienen dificultades para interactuar con los estudiantes. No hay un canal adecuado para captar a universitarios que quieren trabajar. La mayoría utiliza Facebook para conectarse con sus amigos, y Linkedin está pensado para gente con más experiencia. Tyba pretende dar solución a ese problema y fomentar la red empresario-alumno", sostiene. Faltan dos meses para que Kant y sus colegas se gradúen en la universidad y su start-up ya está más que consolidada. En septiembre de 2011, Tyba abrió su oficina en Madrid y cuenta con un equipo de 11 trabajadores de nueve nacionalidades distintas. Kant pretende incorporar una decena más de empleados antes de que acabe el año. El joven lamenta no tener tiempo para realizar un posgrado en los próximos tres años. Quiere centrar todas sus energías en el crecimiento de su empresa. Intenta dirigirla con la mayor humildad y honestidad del mundo. "Siempre he estado rodeado de gente íntegra que me ha hecho ver la importancia de ser tú mismo. Intento transmitir esos valores en mi trabajo", señala. Al preguntarle cuál es la formación idónea para convertirse en un directivo tan joven, Kant asegura que lo más importante es probar nuevos proyectos y equivocarse en las experiencias. "Los estudios te dan las herramientas para desarrollar una idea, pero aprendes mucho más con los errores. Sin olvidar el entorno que te rodea: los consejos de los profesores, padres, mentores y jefes. Todos ellos te pueden convertir en un trabajador excelente".
Actualidad Laboral / Con información de El País