Hay una regla de oro: “Trata a los demás como te gustaría que te tratarán a ti”. Quien practica el mobbing o acoso laboral ignora totalmente estas sabias palabras porque daña a una persona tratándola constantemente de manera hostil, intimidatoria, abusiva, ofensiva, humillante, indigna, denigrante y otras cosas parecidas.
Toda esta violencia provoca graves problemas psicológicos en la víctima; e incluso tanto estrés podría desarrollar enfermedades como depresión o ansiedad y hasta decidir quitarse la vida.
El mobbing o acoso laboral es un comportamiento vejatorio ejercido por un superior, un compañero de trabajo o entre un grupo de colegas. ¿La razón? Celos profesionales, intereses personales, envidias, rivalidades, resentimientos, frustraciones, diferencias, discriminación y malas costumbres.
Las caras de la maldad o estrategias del mobbing en el lugar de trabajo son variadas, entre ellas: difundir rumores falsos, sobrecarga de trabajo, control o supervisión en exceso, delegar tareas rutinarias, contradictorias, ambiguas, absurdas y con plazos inalcanzables; quitar responsabilidades o dejar al colaborador sin ninguna labor.
Eso no es todo. Es gritar, insultar y humillar a alguien cuando está solo o en presencia de otros. Reiteradas amenazas de despido, burlas crueles, críticas, sarcasmos o comentarios negativos. Aislar, excluir o ignorar al afectado, castigar injustamente, arrebatar los éxitos profesionales y dárselos a otras personas, lanzar insinuaciones o proposiciones sexuales, etc., etc.
Para detectar, corregir y prevenir el mobbing o acoso laboral, te presentamos cinco valiosos consejos:
Crear conciencia en líderes, Recursos Humanos y colaboradores.
Es necesario dar a conocer a toda la organización lo que es el mobbing o acoso laboral, cómo se produce, saber detectarlo y hacerle frente. Hay que realizar un programa de prevención de violencia; así como encuestas de clima laboral y entrevistas.
Hacer un código de ética y conducta.
Dentro de los valores, el centro debe ser la persona. Este documento demuestra el compromiso por cuidar y mantener comportamientos profesionales, saludables y humanos. Tiene que ser entregado a cada miembro de la empresa para que lo firme.
Tener un órgano externo de denuncia.
Contrata a una empresa externa que reciba vía telefónica las quejas o denuncias. La gente se siente con más confianza para hablar cuando lo hace fuera de su lugar de trabajo. Lo más importante es convencer a las personas de que expongan su situación.
Formar un comité de honor y justicia.
El externo sólo recibe la llamada y se va al comité. La investigación la realiza Recursos Humanos. Es indispensable escuchar ambas partes: al denunciante e infractor y hacer un expediente. Al final, una acción mala siempre quedará al descubierto.
Vivir en la empatía.
Quien tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro puede llegar a saber lo que siente e incluso lo que está pensando. Si eres compasivo te haces solidario con el sufrimiento de los demás.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur