La autoestima es el reflejo de cómo nos tratamos, valoramos y queremos. Tiene que ver con cómo nos sentimos en relación a nuestras propias capacidades, logros o hitos… Y dentro de esta autoestima, que es un concepto genérico, encontramos la autoestima laboral.


Este cajón dentro de la autoestima tiene que ver con la satisfacción que sentimos en nuestro trabajo (o ámbito laboral), en relación a nosotros mismos, es decir, con cómo trabajamos, y con cómo ese hacer hace que nos sintamos realizados, valorados, motivados. Así, se alimenta de otra serie de elementos, como el rendimiento o la motivación laboral, entre otros. Pero, ¿se puede mejorar la autoestima laboral? ¿De qué forma?


Autoestima laboral: ¿qué es?


La autoestima ha recibido una infinidad de definiciones. Una de estas es la de Coopersmith (1967), citada en un estudio de Morán y Manga (2005) de la Universidad de León, quien la define como “una actitud de aprobación o desaprobación que indica la medida en que el individuo se considera a sí mismo capacitado, importante, con éxito y valioso […] se trata de un juicio personal de valía que se expresa en las actitudes que el individuo retiene hacia sí mismo“.


En el caso de la autoestima laboral, hablamos de la percepción que cada persona tiene del desempeño de su trabajo, es decir, de la satisfacción en el ámbito laboral. Se suele medir en base a lo que una persona cree que hace y lo que debería hacer; es ese sentimiento que uno mismo tiene sobre su propio trabajo.


¿Podría esta autoestima laboral depender de la profesión? En parte, sí. El estudio citado, que contó con 298 participantes, encontró diferencias en satisfacción laboral, distrés y autoestima, en función de la profesión y el género, siendo los profesionales de la educación quienes se sienten más satisfechos con su trabajo, y los hombres del sector sanitario quienes manifiestan menos distrés y una autoestima más alta.


Cómo mejorar la autoestima laboral


Puedes tomar medidas para mejorar las sensaciones que tienes en el trabajo, condicionando la satisfacción que sientes por tus logros y alterando tu manera de afrontar los desafíos. En definitiva, ideas para mejorar tu autoestima laboral. Te dejamos algunas de ellas:


Reconoce tus logros


Puedes empezar identificando aquellas actividades que se te dan bien hacer en el contexto laboral, en tu puesto de trabajo. Reconocer esos espacios en los que te sientes ágil y premiarte por los logros que consigas. No hace falta que sean grandes refuerzos, sino simplemente saber que están ahí, que hay muchas cosas que haces bien, y poder decirte “lo has hecho genial”.


Sigue formándote


El mundo laboral es muy dinámico, y demanda que seamos competitivos; la cuestión es que, para serlo, lo recomendable es invertir parte de tus esfuerzos en la formación. Estando más preparado, serás capaz de producir un trabajo de mejor calidad, e incluso de hacerlo en menos tiempo; un avance que todas las empresas valoran.


Se trata de seguir creciendo. Un camino en el que conseguirás que tus puntos débiles sean menos débiles y tus puntos fuertes todavía más valiosos. Seas o no empresario, puedes pensar en ti como en una empresa. En este sentido, la formación es una inversión.


Aprende de los errores


Equivocarte en el trabajo es normal. En este sentido, conseguir que un error no se convierta en una agresión para tu autopercepción es todo un hito. Esto también te dará seguridad personal; significará que aprovechas las experiencias para ser mejor en tu trabajo (pero sin presionarte en exceso).


Ten en cuenta los mensajes positivos


Sucede un fenómeno curioso con la autoestima; cuanto más débil es, más nos cuesta aceptar los elogios. Es como si la baja autoestima excluyera de manera sistemática aquellos feedbacks del entorno que son positivos. Al igual que la autoestima alta, la baja también genera un ecosistema de filtros dentro y fuera de nosotros que la perpetúan.


Busca el sentido a lo que haces


Ocupar un puesto en el que realizas tareas que piensas que son relevantes beneficia tu autoestima laboral. Hablamos de encontrarle un sentido intrínseco a tu labor, más allá de por el mero hecho de estar activo o ganar dinero. Pregúntate, ¿qué te proporciona tu trabajo? ¿Qué puedes aportar a los demás con él? Busca ese valor diferencial y reconoce que lo estás haciendo bien, tus puntos fuertes.


Mejorar una parte para mejorar el todo


La autoestima laboral es un tipo de autoestima que, junto a otras (autoestima personal, académica, física, social, etc.), configura la visión que tenemos de nosotros mismos como un conjunto, es decir, como un “todo”. Trabajar en ella repercute, inevitablemente (y por suerte), en esa visión global que tenemos de nuestra forma de ser y relacionarnos.


Por ello, y para empezar, es importante identificar hasta qué punto es buena, para poder trabajar en aquellos obstáculos que nos dificultan una sana autoestima y poder nutrirla con los pasos mencionados y otras ideas que se te ocurran. La clave está en conocerse y en determinar qué nos hace bien y qué no en nuestro lugar de trabajo (y en relación a nuestra forma de trabajar). Pero sobre todo, recuerda que un psicólogo siempre puede acompañarte para que este proceso sea más fácil de transitar.


Actualidad Laboral / Con información de La Mente es Maravillosa