Todos queremos encontrar la felicidad en el trabajo y en casa, pero el 24% de los empleados estadounidenses aseguran que equilibrar el tiempo que se dedica a al ámbito familiar y laboral es cada vez más difícil, de acuerdo con un estudio realizado por Ernst & Young (EY). De hecho, según este estudio, aproximadamente la mitad de los managers trabajan más de 40 horas a la semana. Otro informe, “Project: Time Off”, señala también que más de la mitad de los trabajadores (el 55%) termina el año sin haber disfrutado de la totalidad de los días vacaciones.

Pese a que algunos expertos desvinculan la felicidad a la conciliación laboral, encuestas recientes han demostrado que se trata de un elemento que interviene en las decisiones que toman un empleado o un futuro candidato a un puesto de trabajo, con respecto a su permanencia o elección de empresa.

Lo que está claro es que la felicidad laboral –independientemente de los elementos que en ella intervengan- está directamente relacionada con la fidelización de los empleados, su motivación y compromiso, así como su productividad. Por ello, un artículo publicado en Fast Company revela los 5 hábitos que se pueden trabajar desde casa y que promueven la felicidad en el trabajo:

Motivación y la importancia de la actitud

La vida del hogar a menudo incluye una lista de tareas y obligaciones, pero dedicar tiempo a realizar actividades de ocio y dispersión o que, simplemente, actúen sobre aspectos relacionados con la creatividad o la relajación, permiten renovar energías y generar una actitud más positiva y activa de cara al trabajo.

Además, los expertos apuntan a la necesidad de reflexionar diariamente sobre aquellos aspectos que suman, es decir, todo aquello que se ha logrado en el día o que han salido bien, con el objetivo de reforzar las conductas basadas en el optimismo.

Mini-breaks

La mayoría de nosotros tenemos horas en el que se funciona a pleno rendimiento y momentos en el que la dispersión desciende nuestra productividad. Por ello, los investigadores recomiendan entrenar los “mini-breaks” o momentos de recuperación, es decir, aprender a dedicar unos minutos a volver a reengancharse al trabajo y la concentración a través de ejercicios mentales, de interacciones sociales o descansos. La elección de qué hacer dependerá de lo que te haga feliz en ese momento.

Por otro lado, "el sueño también ayuda a regular nuestras emociones y mantener un buen estado de ánimo durante todo el día", señalan los expertos.

Fortalezas y debilidades

Ser capaz de hacer un autoanálisis e identificar cuáles son los aspectos que debemos reforzar –fortalezas- y cuáles los que mejorar –debilidades- permite reafirmar nuestras habilidades profesionales de cara al trabajo.

En este sentido, es importante hacer actividades que trabajen en línea con este análisis. Por ejemplo, si uno no logra mantener la concentración, puede realizar ejercicio deportivo y marcarse metas a lograr.

Control de la tecnología

El enganche tecnológico que a día de hoy padecen algunas personas, especialmente jóvenes, nos limita la capacidad para relajarnos y descansar. Estas desconexiones son básicas a la hora de renovar la energía física y, sobre todo, mental.

A veces, la mejor manera de evitar la tentación de trabajar en casa es crear una barrera física con el teléfono móvil –es decir, dejarlo fuera del alcance o vista- para ayudarle a mantenerse presente y en contacto directo con la familia y amigos.

Descansar adecuadamente

Los estudios han demostrado que la privación del sueño puede dar lugar a deterioros cognitivos similares a los de una intoxicación etílica. También nos hace más reactivos a las pequeñas molestias que, de otro modo, no habrían tenido mayor importancia.

Los investigadores del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional en Helsinki encontraron que la cantidad óptima de sueño para renovar la energía y el bienestar es de siete a ocho horas cada noche.

Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento