Una entrevista de trabajo puede ir bien hasta que surge la pregunta clave: ¿cuál es tu pretensión salarial? Ese momento se vuelve incómodo para muchos porque el sueldo es uno de los temas más difíciles de tocar en el primer encuentro.
Con esta pregunta “los reclutadores se dan cuenta si los candidatos valoran o no su trabajo y qué interés tienen por la vacante (…) No es para ponerle precio a alguien, sino para darse una idea del perfil del profesional que tienen enfrente”, comenta Rogelio García, gerente comercial de Bumeran.com, la plataforma de reclutamiento en línea.
Una respuesta incorrecta descalifica al candidato y, peor aún, lo elimina de la lista de posibles contrataciones. Según el gerente de Bumeran.com, 7 de cada 10 profesionales no consigue empleo debido a una contestación errónea en la entrevista.
Para evitar ser parte de la estadística, Alejandra Vera, gerente de Relaciones Públicas de OCCMundial, recomienda encontrar el momento ideal para dar una respuesta, además de saber negociar con el reclutador.
En el primer encuentro, cuando no se conoce mucho de la vacante, es mejor no aventurarse a dar una cifra, por lo que recomienda retrasar el tema y responder lo más sensato posible, por ejemplo, “busco un salario competitivo, pero no es lo único que me interesa en este momento, me gustaría saber sobre las funciones y los retos que implican el puesto antes de dar un monto”.
Así, agrega, al reclutador le queda claro que el candidato está dispuesto a vender sus habilidades y capacidades antes de fijarle un precio a su trabajo, lo que asegura un sueldo justo por parte de la empresa a la hora de hacer la primera oferta laboral.
El Monto Correcto
Más allá de dar una cifra que pueda asegurar la obtención del empleo, el candidato deberá analizar y comparar los salarios que ofrecen otras empresas a puestos similares al que aspira.
“Es importante hacer investigación de la oferta laboral en el mercado, informarse antes de llegar a la entrevista sobre qué ofrecen las otras empresas y para qué vacantes, esto te dará una idea más clara de lo que podrías solicitar”, recomienda la gerente de OCC Mundial.
Lo importante es no autosabotearse. Rogelio García menciona que al dar una cifra menor a la del promedio en el mercado, tu trabajo pierde valor. Lo que se traduce en desesperación por conseguir el empleo y se convierte en una pésima carta a mostrar frente al reclutador.
Mientras que al solicitar un sueldo por encima de lo establecido, el candidato puede ser descartado por dos situaciones:
1) por demostrar arrogancia, valor nada atractivo para las empresas.
2) porque éstas tienen un presupuesto asignado para cada puesto y es imposible contratar a alguien que sobrepase el monto destinado.
Es por esto que Margarita Chico, directora general del portal de reclutamiento Trabajando.com, menciona que un candidato en busca de un nuevo empleo debe elevar el sueldo obtenido anteriormente en un 20%, lo que se traduce en un rango de negociación saludable y no se corre el riesgo de caer en alguna de las dos posiciones descritas anteriormente.
Hay que recordar que el interés económico por parte del candidato no es bien visto por muchos reclutadores, así que la negociación por el salario debe postergarse hasta el momento en el que la empresa se haya “enamorado” del perfil del profesional y sepa que es a él a quién necesita en su equipo, concluye el gerente Comercial de Bumeran.com.
Actualidad Laboral / Con información de Intoleranciadiario