A veces tenemos la sensación de que el día no tiene suficientes horas para hacer todo lo que queremos, pero unos pocos cambios rápidos en la rutina pueden cambiarlo todo.
Reduce el número de decisiones innecesarias que tomas
¿Alguna vez te has preguntado por qué Mark Zuckerberg se pone la misma ropa todos los días? Puede parecer gracioso, pero Zuckerberg se pone ese uniforme básicamente para reducir la cantidad de tiempo que dedica a decisiones pequeñas con el fin de dar cabida a las más importantes. Cuando se le preguntó sobre su monótono vestuario en una sesión de preguntas y respuestas en 2014, Zuckerberg explicó: "Realmente quiero limpiar mi vida para así tomar la menor cantidad de decisiones posibles".
Come durante todo el día
En lugar de comer tres veces al día, intenta comer menos pero con más frecuencia. Según el Harvard Business Review, los picos y las caídas del azúcar en sangre son perjudiciales para la productividad. Tomar comidas pequeñas y frecuentes a lo largo del día ayudará a estabilizar tus niveles de azúcar en sangre, a mantener tu niveles de energía consistentes y, en última instancia, te ayudará a añadir unas cuantas horas más a tu semana.
No pierdas el tiempo con los correos electrónicos
Resulta fácil caer en el error de meterte cada 30 minutos en tu correo electrónico para comprobar si te han llegado mensajes nuevos. Antes de que te des cuenta, pasarás una hora enviando y respondiendo a mensajes. En lugar de convertirte en un esclavo de tu bandeja de entrada, aprende a administrar mejor el tiempo que dedicas a revisarla. Según un estudio, cuando las personas se limitaban a revisar sus bandejas de entrada tres veces al día, estas alcanzaban una mayor sensación de logro en el trabajo y eran capaz de completar sus tareas más importantes.
Evita hacer varias cosas al mismo tiempo
La multitarea puede hacerte sentir que estás haciendo más, sin embargo, lo único que está haciendo es retrasarte. Según varios estudios, la multitarea reduce la productividad en un 40%. Esto se debe a que el tiempo que se tarda en cambiar y centrarte de una tarea a otra es un tiempo precioso que puede ser destinado a la finalización de un proyecto.
Duerme lo suficiente
Aunque quedarse despierto hasta tarde y trabajar toda la noche puede hacerte sentir que estás exprimiendo algunas horas extras al día, la verdad es que es probable que estés haciendo lo contrario. A esas horas de la noche no eres para nada productivo, y lo más probable es que estés desperdiciando un tiempo precioso que podrías estar dedicando a dormir. De acuerdo con varias investigaciones, la falta de sueño puede provocar una disminución de la productividad, del estado de alerta y de la retención de la memoria. Lo ideal es dormir al menos 7 horas.
Échate siestas de 15 minutos
Aunque te pueda parecer que el día no es lo suficientemente largo como para echarte siestas, un descanso rápido de 15 minutos te ayudará a aumentar tus horas productivas a lo largo del día y a mantenerte despierto hasta más tarde. Un estudio ha descubierto que las siestas cortas aumentan la lucidez mental y el rendimiento y disminuyen la fatiga, lo que hace que los niveles de energía de las personas aumenten, así como su capacidad para concentrarse durante más tiempo y más tarde por la noche.
Haz ejercicio a diario
El ejercicio ofrece una amplia cantidad de beneficios para la salud, incluyendo el aumento de la productividad y la agilidad mental. Según varios estudios, una rutina de ejercicio consistente ayuda a aumentar las células de las "mitocondrias" de tu cuerpo, que son responsables de aumentar la energía. Por lo tanto, el ejercicio diario te ayudará a aumentar tus niveles de energía y a ser más productivo durante el día. Sin embargo, eso no significa necesariamente que tengas que empezar a correr maratones.
Sigue una rutina
Desde levantarte a la misma hora todos los días hasta hacer ejercicio a diario, las rutinas son importantes porque evitan que desperdicies tu potencia mental creando un horario nuevo todos los días. Aunque al principio puede resultar difícil, una vez que hayas pasado esas difíciles primeras semanas de crear nuevos hábitos, acabarás con unos niveles de productividad más altos y con unas horas adicionales para hacer lo que quieras.
Según un estudio, las personas con rutinas tienen un mayor control sobre su trabajo y trabajaban más eficientemente que las personas que carecen de rutinas diarias.
Concéntrate primero en las tareas más difíciles
No te agobies poniendo demasiadas cosas en tu lista de cosas por hacer. En lugar de eso, concéntrate primero en las tareas más importantes y desafiantes y continúa a partir de ahí. Esto no solo te ayudará a concentrarte en las tareas hasta que las acabes, sino que también aumentará tu eficiencia en el trabajo y probablemente añadirá algunas horas extra a tu semana.
El método Ivy Lee, que lleva el nombre del consultor de productividad que lo creó en 1918, es una estrategia realmente útil para manejarte por tu lista de tareas pendientes. El método es simple: Antes de irte a la cama, anota las seis cosas más importantes que necesitas lograr al día siguiente, enuméralas en orden de importancia, y luego, cuando empieces a trabajar al día siguiente, comienza con la primera tarea y no sigas adelante hasta que esté terminada.
Pon plantas en tu escritorio
Algo tan simple como poner un mini cactus o un jarrón de flores a en tu escritorio no solo hará que tu lugar de trabajo esté más bonito, sino que también mejorará tu productividad y eficiencia. Un estudio ha descubierto que los trabajadores que ponen plantas en sus escritorios registran un aumento medio del 15% en su productividad en comparación con las personas que trabajan en escritorios vacíos. Y esto no es lo único, ya que la ciencia demuestra que las plantas también ayudan a promover un aire interior más saludable, lo que también mejora el funcionamiento cognitivo.
Limpia
¿Otro truco rápido para aumentar la productividad y añadir horas extras a tu semana? Simple: limpiar. Lo creas o no, ordenar y limpiar tu espacio también ayudará a hacer lo mismo con tu mente. Un estudio ha descubierto que cuando hay múltiples "estímulos" presentes, estos compiten por tu atención y, en última instancia, dificultan que te concentres en una sola cosa. Por lo tanto, los entornos desordenados conducen a niveles de productividad más bajos y a la incapacidad para concentrarse.
Despiértate más temprano
Aunque nunca te hayas identificado como una "persona madrugadora", es posible que quieras empezar a convertirte en una. Las investigaciones han descubierto que las personas que madrugan suelen ser más proactivas que los búhos nocturnos, así que cambia tu horario de sueño, aunque asegúrate de dormir al menos 7 horas.
Actualidad Laboral / Con información de Ihodl / José Rodríguez