07-08-2015
Los pasos de una entrevista laboral son ya más o menos conocidos por ejecutivos acostumbrados a la tensión de una ‘conversación’ que define su futuro laboral.
Pero a las competencias y conocimientos, siempre le sigue una pregunta más informal y sobre la que el entrevistado siempre tiene dudas: “y ahora hábleme de usted”.
¿Qué decir, cuál es la respuesta correcta? ¿Será hablar honestamente de su futuro laboral?, ¿será hablar un poco de usted como persona más allá de su trabajo?, ¿serán sus intereses, sus experiencias?
La revista Forbes responde a la pregunta sin anestesia: no hay respuesta correcta.
Esa pregunta es una obligación, una formalidad en los cuestionarios.
¿Y entonces?
La publicación pide no desesperar, sabiendo que cualquier cosa que diga lo dejará lejos de la atención del entrevistador.
Existen técnicas para ‘voltear la torta a su favor’ ante la temida pregunta.
Diga quién es, pero no como ser humano sensible, sino como profesional interesado en el rubro de la firma. Por ejemplo, en una firma de investigación de mercado debe decir: “Bueno, soy un marketero desde siempre, es por eso que me interesa y he seguido a la firma y su trayectoria. Por cierto, sé que han hecho grandes aportes a ese campo. ¿Le molesta si le pregunto sobre algunos de esos avances?”.
Retroalimentación
Eso pondrá en alerta al entrevistador que escucha con desinterés su descripción: usted habrá recuperado la atención y salido de la trampa del “cuénteme sobre usted”.
Si se ve nuevamente instado a hablar de sí mismo, la revista aconseja repetir el método: una breve frase que le sirva de gancho para hablar y -sobre todo- preguntar sobre un aspecto de la empresa o del trabajo.
Solo la exigencia de retroalimentación le garantiza la atención de su interlocutor. La fórmula no es infalible, pero es casi seguro que luego de dos “salidas elegantes” de su parte, el entrevistador dará su brazo a torcer.
¿Es su vida tan fascinante? No, no lo es
“Hábleme sobre usted”, le dice el entrevistador. La revista Forbes establece que la verdad es que a su interlocutor de turno lo que usted responda no le importa.
Es un tema de cumplir lo que manda un cierto código de entrevistas, un interés “genuino” en quién es el empleado y qué cosas lo han motivado.
Ahora, ¿existe la posibilidad de que su discurso sobre su vida profesional o personal acabe interesando al profesional que tiene en frente? Según la publicación, su vida laboral no es fascinante, su historial personal tampoco, al menos no lo suficiente.
Es muy probable que en ese momento su interlocutor esté pensando en otras cosas sobre su hoja de vida, o sobre sus propios problemas, pero en ningún caso su biografía oral pesará en la decisión de contrato.
No haga preguntas rebuscadas
La estrategia de preguntar sobre aspectos del negocio tiene un punto intermedio: no pretenda saber información vital de la firma; enfóquese en estrategias macro, no en detalles. Y trate de no preguntar en ese momento cosas específicas del puesto, sino quizá del área: sus necesidades y cómo puede usted aportar, con qué rasgos.
Actualidad Laboral / Con información de Gestión Perú