Aunque trabajar duro nunca le va a venir mal a tu imagen, los siguientes ocho hábitos te ayudarán a convertirte en un empleado perfecto.
1. Ser puntual
La puntualidad es de vital importancia en lo que respecta a tu imagen en la oficina. Todo el mundo llega tarde alguna vez (y casi siempre le echamos la culpa al transporte público), sin embargo, llegar a tiempo siempre (o casi siempre) es extremadamente importante. Esto demuestra que te preocupas por tu trabajo, que eres consistente y que eres una persona de fiar.
2. Tener voz y saber cuándo usarla
Expresar tu opinión en el trabajo demuestra que te preocupas lo suficiente como para tener tus propias ideas y que confías en ti mismo y en tu posición dentro de la empresa. Las personas más influyentes saben cómo aprovechar esto como un medio para potenciar su profesionalidad.
3. Pedir ayuda
En algún momento u otro de tu carrera te verás en una situación en la que no sabrás exactamente qué hacer. ¡Y no hay nada de malo en ello! Es mejor admitir que necesitas ayuda y pedirla que acabar una tarea sin tener realmente claro si la has hecho bien. Pedir ayuda demuestra que no dejas que tu ego se interponga en tu trabajo.
4. Ser una persona que se adapta
El cambio forma parte del trabajo. Independientemente de si tus obligaciones diarias están siendo alteradas, de si te han asignado un nuevo gerente o si se está llevando a cabo una fusión en tu empresa - los empleados que se adaptan y que son capaces de cambiar junto con la compañía son valorados más que los que se resisten al cambio. 9 formas de aumentar tu productividad que te convertirán en el mejor empleado del mundo
5. Mantener una actitud profesional
Esto puede parecer evidente, pero la profesionalidad es muy valorada en el mundo laboral. Este tipo de empleados siempre mantienen una actitud profesional, permanecen calmados durante situaciones difíciles y se mantienen alejados de los chismes en la oficina.
6. Ser amable
La amabilidad es esencial, tanto en la vida como en el trabajo. Pasamos un buen porcentaje de nuestras vidas en la oficina, lo que significa que la gente quiere pasar ese tiempo con personas agradables. Estos empleados no son mezquinos; son genuinos, amables y simplemente quieren mantener un ambiente de trabajo saludable para todo el mundo.
7. Ofrecer ayuda
Ya sea ofreciendo café para todos tus compañeros antes de una reunión importante o ayudando a un compañero de trabajo a organizar la sala de descanso, siempre estás ahí para ofrecer ayuda a la persona que la necesita. 4 pasos para integrar un nuevo empleado
8. Ser una presencia positiva
Alentar constantemente a los demás y ofrecer positividad cuando tus compañeros están deprimidos es un rasgo de la personalidad de gran ayuda en la oficina. Eres la persona a la que la gente recurre cuando se siente deprimida o necesita un poco de motivación - ayudas a mantener la moral alta en la oficina, lo que aumenta la productividad y la felicidad general entre tus compañeros de trabajo. La positividad, el sentimiento de comunidad y la moral alta contribuyen de forma positiva al rendimiento de la empresa.
Actualidad Laboral / Con información de Ihodl