Stephane Kasriel, CEO de UpWork y copresidente del Consejo Mundial de Educación, Género y Trabajo, afirma que los emprendedores y los freenlance son el futuro del mercado laboral y q2ue los trabajos que considerados tradicionales van a ir desapareciendo y teniendo mucha menos relevancia. En una entrevista en World Economic Forum, este experto da algunas claves sobre cómo prepararse para el futuro y sobre cómo deberían reaccionar las empresas.
Desde el Consejo, trabajan en varios estudios como la Cuarta Revolución Industrial, la brecha de género o la transición adecuada desde los trabajos tradicionales hasta los puestos de trabajo del futuro, que serán mucho más flexibles.
Flexibilidad y aprendizaje continuo
La clave está en el aprendizaje durante toda la vida. La idea de estudiar cuando se es joven, elegir una carrera y, finalmente, llegar a una empresa, se ha quedado obsoleta. Las habilidades cambian todo el tiempo por la constante necesidad de mejorar. Para cualquier trabajo es necesario renovar los conocimientos cada cinco años, afirma Kasriel.
El ambiente de trabajo es cada vez más flexible y se mueve hacia individuos que trabajan para varias compañías al mismo tiempo. El trabajo que se puede hacer desde cualquier parte crea más valor que el trabajo tradicional. Según los datos del Informe de trabajos futuros, realizado por World Economic Forum, los trabajos administrativos y de oficina desaparecerán, dando paso a los relacionados con negocios y operaciones financieras.
La brecha de género en el mundo laboral es muy diferente entre unos países y otros, pero todos ellos tienen camino por recorrer. Es importante que gobiernos y empresas sigan contratando mujeres ofreciéndoles la posibilidad de ascender en la empresa y de conseguir nuevas metas.
Atraer y retener talento será cada vez más complicado
El futuro del trabajo no se dirige hacia un empleo a tiempo completo. En 2030, los millennials serán empresarios. Según su mentalidad de trabajo, no se necesita estar trabajando de 9 a 5, ni tampoco estar dentro de una oficina y demandarán libertad y flexibilidad. Empresarios y directores tienen que prepararse para ello ya que su tónica habitual es trabajar con un equipo que vaya a la oficina varias horas todos los días.
Necesitarán conocimientos técnicos, que les permitan resolver problemas por sí mismos, pero también tendrán que saber venderse, construirse una reputación y negociar. Las personas con las que se trabajará en el futuro no serán jefes, sino clientes. Los sistemas educativos tienen que preparar a sus estudiantes a ser emprendedores.
Los gerentes de las empresas tendrán que retener a jóvenes que apostarán por cambiar de empresa cada poco tiempo y que buscarán el éxito laboral. Además, las empresas tienen que tener en cuenta que las generaciones posteriores serán mucho más independientes que las actuales y deberán ofrecer herramientas que permitan a los empleados renovarse y crecer sin tener que cambiar de compañía. Esta será la clave para retener su talento.
Actualidad Laboral / Con información de Libre Mercado