La flexibilidad en el trabajo puede concebirse de muchas maneras. Puede significar teletrabajar, pero también autorresponsabilidad para gestionar tu jornada laboral.


La mayoría de los trabajos con un contrato de jornada completa tienen un descanso para comer que varía entre 20 minutos, media hora o una hora. Pero es imposible estar concentrado o ser eficiente durante 8 horas.


Según un informe de salud cerebral realizado en 2022 por Muse, un proveedor de herramientas de meditación, las personas que tenían mayor salud cerebral son aquellas que habían introducido en sus jornadas laborales pequeños descansos.


Nadia Kumetas, doctora en medicina naturista y vicepresidenta de publicidad de Muse, asegura que el trabajo no lineal es beneficioso para una buena salud cerebral que incluye la memoria, la concentración, el sueño, el estado de ánimo, la productividad y la creatividad.


La jornada laboral no lineal se traduce en aquella que no cumple el horario de 9 de la mañana a 6 de la tarde, es decir, la que hace pausas para hacer pequeños descansos y desconectar por unos minutos del trabajo.


Los expertos la definen como aquella que se rige por los niveles naturales de energía de la persona y que cumple con la autorresponsabilidad y la autogestión para llevar a cabo su trabajo.


Así es como la jornada laboral no lineal puede ayudar a aumentar tu productividad y a que hagas mucho más trabajo.


No se suele tener la misma energía durante todo el día. Hay personas que no son productivas por las mañanas y sí lo son por las tardes. Lo mismo pasa al contrario. Ser eficiente en el trabajo pasa por conocerse a uno mismo y a sus propias dinámicas.


La dinámica del modo monje es una de las herramientas que potencia la productividad en las horas en las que tienes más energía, ya que establece un tiempo limitado sin ningún tipo de distracción, como notificaciones, reuniones o interrupciones de otros compañeros.


Aprovechar los momentos en los que tenemos más energía para realizar el mayor número de tareas no es suficiente, también hay que hacer pausas.


El estudio ha descubierto que la salud cerebral era mayor en las personas que incorporaban a su jornada más descansos, además del típico para comer. Una break para tomar un café con los compañeros o salir a estirar las piernas en el caso de que se trabaje sentado son pequeñas fórmulas que ayudan a la distracción y que recargan pilas.


Estos descansos no tienen por qué ser largos. Se trata de desconectar por varios minutos de lo que estamos haciendo, especialmente si se trabaja con pantallas, ya que suelen producir varios efectos negativos.


Las jornadas laborales no lineales son perfectas para las personas cuyo trabajo se mide por la producción y no por las horas. Gestionar el tiempo para ser más eficiente y productivo pasa por establecer un horario personalizado que cumpla con las expectativas de concentración y energía deseables para realizar el trabajo.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider