Todos hemos oído (o hemos vivido la experiencia de primera mano) de casos de personas con actitudes perturbadoras en el trabajo. No hay que llegar al extremo de tirar una silla por la ventana o dejar el trabajo en mitad de una presentación para causar daños irreparables a su trayectoria profesional.
A pesar de lo talentoso que pueda ser o de los logros alcanzados, existen ciertos comportamientos que cambian de forma inmediata la manera en la que nos ven los demás y que pueden dejar una imagen negativa para siempre de nosotros.
En la lista que aparece a continuación se presentan nueve de los comportamientos más significativos que debe evitar a toda costa.
Dar puñaladas por la espalda
El nombre lo dice todo. Apuñalar a los compañeros por la espalda, ya sea intencionalmente o no, puede generar grandes conflictos en el trabajo.
Una de las formas más frecuentes de apuñalar a un compañero por la espalda es pisotear a alguien para resolver un problema. Las personas normalmente adoptan esa actitud para evitar conflictos pero normalmente se genera incluso un conflicto mayor cuando la víctima se da cuenta de lo ocurrido.
Cada vez que deje a un compañero en mal lugar delante de los demás será como si le hubiera pegado una puñalada por la espalda, independientemente de las intenciones que tuviera.
Chismear
Está muy mal visto hablar mal de otras personas. Cotillear sobre los errores o infortunios de otras personas puede hacer que estas se sientan mal si estos comentarios llegan a sus oídos. Además, hablar mal de los demás siempre irá en su contra, ya que le hará parecer una persona negativa y rencorosa.
Atribuirnos el mérito por el trabajo de alguien
Todos hemos vivido esa sensación cuando se nos encoge el estómago al descubrir que alguien nos ha robado una idea.
Atribuirnos el mérito por el trabajo de otra persona, por poca cosa que sea, da la impresión de que no ha logrado nada importante por sí mismo. Esto también demuestra que no tiene respeto por su equipo y por las relaciones en su trabajo.
Tener una crisis emocional
Nos encontramos con muchas situaciones en las que las personas tiran las cosas, gritan, hacen que otros lloren y otros signos que nos alertan de una crisis emocional.
Una crisis emocional demuestra una falta de inteligencia emocional y es una forma fácil de hacer que lo despidan. Cuando muestre ese nivel de inestabilidad, la gente cuestionará si es una persona de confianza y si será capaz de hacer frente a los problemas cuando sea necesario.
Perder los nervios delante de cualquier persona, independientemente de que esta lo merezca o no, le hará tener la atención negativa de los demás. Además, se le tachará de inestable, inaccesible e intimidante.
Controlar las emociones le hará mantenerse al timón. Cuando es capaz de controlar las emociones alrededor de alguien que no lo trata bien, este último será el que quede mal y no usted.
Decir que odia su trabajo
Lo último que alguien quiere oír en el trabajo es a una persona quejándose de lo que lo odia. Hacer esto lo hace pasar por una persona negativa y bajará la moral del resto del grupo.
Los jefes detectan rápidamente a quienes son los que bajan la moral y saben que siempre podrán encontrar a personas entusiastas que los sustituyan.
Presumir
Presume de lo que careces. Cuando alguien empieza a presumir por algo sin importancia, seguro que es porque no ha conseguido muchos logros. Sin embargo, si alguien consigue algo y simplemente sigue trabajando, dará una imagen de una persona con una actitud profesional, lo que intimidará más al otro equipo.
Conseguir grandes logros sin presumir demuestra tener una mentalidad fuerte, ya que hace ver a los demás que tener éxito es algo a lo que está acostumbrado.
Mentir
Muchas mentiras comienzan con buenas intenciones, ya sea porque las personas se quieren proteger a sí mismas o a alguien. No obstante, las mentiras normalmente siguen creciendo y se esparcen hasta que se descubren y llegado este momento no hay vuelta atrás.
Descubrir que una persona ha mentido, ya sea por algo sin importancia, es algo que desgasta y puede afectar a su autoestima. Hay que decir la verdad y ser felices tal y como somos.
Comer algo que huele fuerte
A no ser que trabaje en un barco, a sus compañeros les molestará que coma algo que deje toda la oficina oliendo a pescado. Cuando se come en la oficina, la regla de oro es que todo lo que pueda dejar un olor fuerte debe dejarse en casa.
Puede parecer algo sin importancia, pero la comida con un olor intenso demuestra falta de consideración y molesta a los demás, algo que se puede evitar fácilmente. Un almuerzo que apesta demuestra a los demás que a usted no le importa que estén ahí, aunque no sea así.
Destruir relaciones
Gran parte del trabajo gira en torno a las personas que conoce y a los nuevos contactos. Hacer que otros carguen con su responsabilidad es un gran error en cualquier relación profesional.
Uno de los clientes de TalentSmart es una gran cadena de cafeterías. Tienen una facturación anual relativamente elevada y por eso cuando un empleado deja el trabajo no lo consideran como si fuera debido a algún problema de la empresa.
No obstante, una empleada consiguió destruir todas las relaciones que tenía en el trabajo en un solo día. Lo sorprendente es que no gritó ni hizo nada fuera de lo normal, sino que únicamente se fue. Sin previo aviso esta empleada apareció para su turno del lunes, le dijo a su jefe que dejaba el trabajo porque había encontrado otro mejor pagado y se fue.
Como consecuencia, todos los turnos programados para las dos siguientes semanas tuvieron que hacerse con una persona menos, hasta que se encontró a un sustituto. Probablemente ella consideraría que sus acciones solo molestarían a su jefe (que no le caía bien) pero en realidad esto hizo que sus compañeros tuvieran dos semanas muy estresantes. De esta forma arruinó las relaciones positivas que tenía con sus compañeros.
Actualidad Laboral / Con información Ihodl