La inteligencia artificial es una herramienta que cada vez más empresas quieren incorporar a su lugar de trabajo con el objetivo de ser más eficientes. Aumentar la productividad es uno de los objetivos que tienen muchas de ellas, por lo que poner en práctica algo como la IA, cuyo potencial parece aumentar con cada día que pasa, puede resultar en beneficios que se pueden trasladar a lo económico. Aun así, si bien los empresarios creen que su aplicación está teniendo ahora mismo buenos resultados, los empleados son más cautos a la hora de hablar de sus beneficios en el trabajo.
Es una de las últimas conclusiones que se ha obtenido a partir del estudio 'The Digital Work Trends', un informe realizado por Dynata junto a Slingshot en el segundo trimestre de este 2024. Para hacerlo, se llevaron a cabo una serie de encuestas a 253 empleados y gerentes de los Estados Unidos con el objetivo de conocer "cómo la IA está afectando la productividad de los empleados, la efectividad de la educación y la capacitación dirigidas por el empleador y las barreras actuales para el uso de la IA en el lugar de trabajo", publicaban desde Slingshot.
Los empleados no se sienten capacitados en IA
Cuando se aplica una nueva herramienta en cualquier lugar de trabajo, siempre hay un objetivo detrás que normalmente se asocia con el beneficio económico. Para ello, la productividad de los empleados es muy importante, siendo su aumento el principal objetivo de los gerentes. En el caso de la IA, el fin de los empresarios al incorporarla es el de ayudar a hacer la investigación inicial para tareas y proyectos y administrar mejor las cargas de trabajo. Ahora bien, la utilización de parte de los trabajadores no se corresponde del todo con esto, sino que para lo que usan la inteligencia artificial de manera mayoritaria es para verificar su trabajo. Esta discrepancia lleva a la conclusión de que existe "falta de transparencia y educación en torno a la IA en el lugar de trabajo", aseguran.
Son muchos los trabajadores que, a pesar de querer aplicar la inteligencia artificial, no son capaces debido a la falta de formación que existe. De hecho, una encuesta de The Upwork Research Institute reflejaba que uno de cada dos "no tiene ni idea de cómo llegar a los niveles de productividad que los gerentes esperan" con la IA, además de admitir la mayoría que, lejos de mejorar su vida laboral, había aumentado su trabajo. Teniendo esto en cuenta, formar a los empleados adecuadamente se hace primordial, algo que empresarios creen que hacen pero que, en casos, no se corresponde con la realidad.
Los datos recopilados por Slingshot muestran que siete de cada diez empresarios creen que sus trabajadores están, al menos, adecuadamente capacitados, una cifra que se reduce al 53% si observamos las respuestas de los propios empleados, con solo un 23% de ellos considerando que están plenamente capacitados. En este sentido, además, la diferencia de preparación se acentúa según el género del encuestado, ya que, mientras que el 66% de los hombres creen que están adecuadamente entrenados en inteligencia artificial, solo el 44% de las mujeres opina de la misma manera.
La IA aumenta la productividad y ahorra tiempo
A pesar de que la preparación pueda ser poca y que las expectativas de empleados y gerentes puedan no corresponderse, sí hay buenas noticias con respecto a su uso, según reflejan algunas de las respuestas. El 46% de los trabajadores afirman que la inteligencia artificial aumenta "algo" su productividad y el 44% dicen que la aumenta "significativamente", mientras que solo el 10% defiende que no aumenta nada. La visión de los empresarios vuelve a ser diferente, ya que, para ellos, solo un 1% no es más eficiente, con el pensamiento de que hasta un 60% de sus trabajadores son más productivos.
Teniendo esto en cuenta, los empleados admiten que ahorran tiempo de su jornada laboral con la IA, un tiempo que, eso sí, no reinvierten en la misma, sino que lo utilizan para otras tareas. La mayoría de ellos optan por reducir la carga de trabajo y así terminar sus tareas en el tiempo adecuado, mientras que el 54% de los trabajadores lo aprovechan para redistribuir y, en última instancia, rendir mejor durante la jornada. Esto evidencia que la inteligencia artificial puede llegar a ser útil, pero todavía queda para que las expectativas de los empresarios se correspondan con la realidad de los empleados.
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