Las distracciones y las interrupciones que ralentizan tu trabajo te cuestan una media de 86 minutos diarios, eso supone más de siete horas a la semana, lo que viene siendo... ¡casi una jornada laboral completa! Según un estudio de Steelcase -compañía especializada en el diseño y equipamiento de oficina- somos interrumpidos cada 3 minutos y, lo peor de todo, nos lleva 23 minutos de media volver a centrarnos en la tarea que estábamos realizando antes.
¿De verdad resulta tan complicado concentrarse en el puesto de trabajo? Teo Manzanedo, director de desarrollo de aplicaciones de Steelcase, advierte de que "se ha pasado de trabajar a colaborar, por eso es tan importante crear espacios más pequeños y cerrados que permitan cierta concentración que no es posible en estructuras abiertas. La cultura corporativa, la forma de trabajar y la innovación también determinan estos diseños". Francisco Vázquez, presidente de 3GOffice, coincide en que es clave tener en cuenta las necesidades reales de los trabajadores y de la empresa: "Las zonas de trabajo concentrado desempeñan un papel importante, como las de colaboración o aprendizaje. Pero de nada sirve si no hay reglas de uso y de convivencia que impidan las interrupciones".
Un auténtico reto, ya que el informe de Steelcase concluye que es imposible que ningún trabajador esté ocho horas o más concentrado en su puesto: "El cerebro se cansa con facilidad e intentar que la atención se centre en varias tareas a la vez resulta contraproductivo y estresante". Marta Romo, socia directora de Be-Up, asegura que "los estudios sugieren que quienes practican la multitarea son menos eficaces filtrando y reteniendo información importante, recopilan datos ajenos a la tarea, presentan dificultades para acceder a la memoria, tanto a largo como a corto plazo, y son más lentos al cambiar de actividad. La multitarea aumenta el rendimiento en los ordenadores, pero no ocurre lo mismo en los humanos".
De ahí que las compañías dediquen cada vez más esfuerzos al diseño de sus espacios de trabajo... Y no se trata de crear despachos con cómodos sofás y minibar de los años 60 como refleja la serie de televisión Mad Men en el interior de una agencia de publicidad. En aquella época resultaban impensables habitáculos transparentes con una mesa y un ordenador... o simplemente una zona tranquila para hablar por el móvil. Manzanedo explica que resulta crucial crear espacios funcionales, que "permitan al profesional concentrarse, trabajar en equipo, organizar una reunión, etcétera. Ante el aumento del trabajo en remoto, muchos se plantean si habrá oficinas dentro de cinco años. Pero también son muchas las firmas que ya se plantean sus sedes como un destino que sus profesionales escojan para aumentar su concentración. De hecho ahí reside parte del atractivo y del éxito de los centros coworking, con los que hemos trabajado en alguna ocasión".
Disponer de un entorno adecuado responde a esos niveles óptimos de concentración. Vázquez afirma que el nivel de satisfacción de los empleados tras un cambio en el diseño de la oficina pasa del 22% al 85%. Pero hay que dejar claro que todo eso depende de mucho más que de poner pufs de colores.
Aumenta tu rendimiento...
- Ingiere en el desayuno cantidades suficientes y alimentos de calidad.
- Haz deporte por las mañanas o camina un rato antes de ir a trabajar.
- Realiza una pequeña pausa cada 90 minutos para descansar o cambiar de tarea.
- Cuida el sueño, un mínimo de siete horas y media, e intenta acostarte y levantarte a la misma hora para habituar a tu cerebro.
- Evita la multitarea. Céntrate en lo que haces, vive el presente a tope.
- Trabaja por bloques, agrupando tareas similares.
- Haz menos. Estar todo el día haciendo mil cosas es un síntoma de vagancia, porque nos dedicamos a acciones indiscriminadas y normalmente de poco impacto; no hacemos cosas puntuales, que suele ser lo realmente importante.
- La productividad personal tiene que ver con dedicar menos recursos para conseguir nuestros objetivos.
Actualidad Laboral / Con información de Expansión