Vendedores ambulantes, personal de limpieza, servicio doméstico, empleados independientes, entre otros, son ejemplos del trabajo informal en México, la parte más vulnerable y uno de los problemas que más se agudizó durante el confinamiento; que fue decretado en el país para prevenir la propagación del COVID-19. El elevado número de personas que laboran sin derechos, protección social y sin ninguna estabilidad en materia económica, son la parte más débil de la nación, al igual que los países de América Latina y el Caribe, consideró el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Alexandre Meira da Rosa, vicepresidente de países del organismo, destacó para el diario El Universal (México), que la informalidad estructural en la región "es un talón de Aquiles; pues al momento en que vivimos crisis y shocks externos, cae inmediatamente en condiciones de pobreza”. Aseguró que dicho problema estructural se agudiza durante esta crisis sanitaria y económica del país, ya que los empleados informales que representan el 60% del total de personas ocupadas, no cuentan con ningún tipo de protección formal.
Y es que según datos publicados por el sitio Data Coparmex, estudiados por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); el país tiene más de 10 entidades que registran tasas de formalidad laboral, por arriba de la mitad de su población que trabaja, es decir, tasas superiores o mínimas al 50%. En ese sentido, solo el 37.5% del territorio mexicano, se localiza bajo protección formal, es decir, empleados que no cuentan con prestaciones.
De acuerdo con el organismo patronal, los estados que tienen tasas de formalidad laboral mínimas de 50% son: Ciudad de México (51%); Jalisco (52%); Quintana Roo (54%); Tamaulipas (55%); Sonora (56%); Querétaro (58%); Aguascalientes (59%); Baja California Sur (61%); Baja California (63%); Chihuahua (63%); Nuevo León (63%); Coahuila (65%).
Por ello, Meira da Rosa considera como caso urgente, el tema de la informalidad y planteó la posibilidad de ampliar la protección a dicho sector. “Nos dejó una lección de la importancia de resiliencia fiscal, para mantener una posición más sólida y capacidad de respuesta”, subrayó. Reiteró que la contingencia por COVID-19, desencadenará un panorama diferente a partir de ahora en este sentido. “Vemos que estos mecanismos se deben de consolidar de manera más focalizada. Las poblaciones van a demandar servicios de salud, a partir de ahora, con una mayor cobertura y de mayor calidad”, dijo. Reafirmó que es importante estudiar reformas que mejoren los sistemas de salud y protección social.
“Todos los países, incluido México, deberán revisar profundamente las deficiencias en la calidad del gasto en la prestación de servicios en los sistemas de salud y tecnología”.
Impacto en la economía
La pandemia de coronavirus desencadenó un fuerte impacto a la economía de México. Pues de acuerdo con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, se trata de una crisis inédita, que no se había registrado en años. “Esta es la crisis más seria desde 1932”, recalcó el secretario y advirtió, que el país se enfrentará a una recuperación más lenta. Durante una entrevista para Norte Económico de Grupo Financiero Banorte, un podcast de temas financieros y económicos; el titular de Hacienda reiteró que los números preliminares, arrojan una caída de la actividad económica de entre 18 y 19% en abril y un poco menos en mayo.
Actualidad Laboral / Con información de Infobae