08-12-2020

Los resultados de la Encuesta Cualitativa de Coyuntura Industrial correspondientes al III trimestre de 2020 reflejan la grave situación económica por la que atraviesa el país, marcada por una drástica caída del poder adquisitivo y de una fuerte devaluación de la moneda nacional, factores que se han acentuado en medio de la emergencia sanitaria que obligó a paralizar la actividad productiva durante varios meses.


Adán Celis, presidente de Conindustria, ofreció los resultados de la consulta, durante un encuentro con los medios de comunicación social, e indicó que las erradas políticas económicas, están ocasionando una verdadera debacle en el sector manufacturero nacional.


De acuerdo con el estudio que trimestralmente lleva a cabo la Confederación Venezolana de Industriales –Conindustria- el promedio de utilización de la capacidad instalada en este trimestre fue de 22,2%. Sin embargo, el 57% de las empresas encuestadas indicaron que mantuvieron su operatividad por debajo del 20%.


En ese sentido, solo destacan los sectores priorizados de alimentos, bebidas y tabaco, que registraron una operatividad del 36,4%, así como el sector químico y farmacéutico, cuya utilización de su capacidad operativa rondó el 21,8%.


En este trimestre, la baja demanda nacional se mantuvo como el factor que más impactó la fabricación de productos, seguido de la escasez de combustible para transporte y operaciones, así como la precariedad de los servicios básicos.


Como ha ocurrido en trimestres anteriores, la pequeña empresa sigue siendo la más afectada. En lo que respecta a inversiones, el 79% de este sector manifestó que estas fueron menores respecto al mismo período del año pasado.


Además, el 73% de la pequeña empresa no realizó inversiones durante el tercer trimestre del año, mientras que el 69% del sector de la gran empresa invirtió mayormente en mantenimiento e inventarios.


En cuanto a la cartera de pedidos, 66% de los empresarios encuestados indicó que fue menor respecto al mismo período del año anterior. En ese orden, el 69% manifestó que, con su actual cartera de pedidos, solo tienen asegurado entre cero y dos meses de trabajo.


Asimismo, el 42% de los consultados reportó que el nivel de empleo disminuyó respecto al III trimestre del año pasado. En este indicador, destaca el sector de la gran empresa, pues el 63% registró una caída en sus puestos de trabajo.


Por su parte, el 35% de las empresas encuestadas estiman que mantendrán sus niveles de producción. Casi una tercera parte (28%) considera que podrá aumentar su producción para el año que viene, mientras que el 32% estima una disminución.


En ese sentido, al medir las percepciones basadas en la producción puede evidenciarse la sostenida pérdida de capacidad transformadora en la industria nacional producto de las condiciones económicas. La manufactura promedia un índice de producción de -30,8 en los últimos 8 años, registrando 33 trimestres consecutivos en negativo.


Coyuntura COVID-19 


De acuerdo con los industriales encuestados, en el tercer trimestre el promedio de afectación de la operatividad de las empresas debido a la emergencia nacional por el COVID-19, aumento a 36,9%, lo que evidencia un incremento en las dificultades del sostenimiento de las mismas.


El cierre de líneas de producción así como la reducción de personal han sido las principales acciones tomadas por los empresarios para mantener el equilibrio económico durante la emergencia nacional.


Un tercio de las empresas encuestadas afirman que pueden recuperar sus niveles de producción y operatividad, previos a la emergencia sanitaria, en un período menor a 3 meses. Otro tercio (29%) de las empresas dice que ese período durará entre 6 meses y un año, mientras que el 25% restante afirma que lograrían recuperar esos niveles en un lapso comprendido entre 3 y 6 meses.


Entre las estrategias de adaptación a la coyuntura de la emergencia sanitaria debido al COVID-19, las empresas han optado por establecer protocolos de bioseguridad en sus establecimientos industriales y oficinas, así como la organización del teletrabajo como las medidas más importantes para evitar la propagación del virus.