En su informe de diciembre de 2024, Moody’s Ratings destaca que el consumo privado en América Latina sigue siendo positivo, aunque con diferencias significativas entre los países. A pesar de que las economías de Brasil, México, Chile y Colombia crecen más lentamente, varios factores como un mercado laboral sólido, la confianza del consumidor y el crecimiento de los salarios reales han respaldado el gasto de los consumidores en la región.
Según el informe, «la flexibilización de la política monetaria también favorece los créditos de consumo, excepto en Brasil, donde la política es restrictiva». Esta situación ha sido clave en países como México y Brasil, donde el consumo privado se mantiene sólido, mientras que en Chile y Colombia es más frágil.
Una de las principales razones de este comportamiento positivo del consumo privado es la moderación de la inflación, lo que ha incrementado el poder adquisitivo de los consumidores. Sin embargo, «la inflación sigue cerca de la banda superior de las metas de los bancos centrales». Además, los mercados laborales en la región han mostrado una tendencia positiva, con tasas de desempleo más bajas en Brasil, México y Colombia en comparación con los promedios históricos, aunque en Chile las cifras son algo más altas.
El informe también señala que «una expansión fiscal más sólida y los programas de transferencia de efectivo han respaldado los ingresos de los hogares en Brasil, Colombia y México». En México, «los salarios mínimos más altos y las fuertes remesas de los trabajadores en EE. UU. también contribuyeron a la demanda interna durante 2024». En Chile, «la mejora del empleo ha incrementado la demanda de créditos de consumo».
En cuanto al panorama de las empresas de consumo, Moody’s destaca que «las calificaciones de las empresas de consumo en México, Brasil y Chile han mejorado», lo que refleja una consolidación de sus fundamentos. Este cambio es una señal positiva para el futuro de la región en términos de estabilidad económica.
No obstante, persisten riesgos internos que podrían afectar al consumo. En Brasil, Colombia y México, «los gobiernos luchan por reducir sus gastos fiscales, lo que podría complicar los intentos de los bancos centrales por flexibilizar la política monetaria». Además, el informe advierte que «el aumento del ruido político y la incertidumbre sobre la dirección de las políticas han dañado la confianza de los inversionistas locales» en Colombia.
En cuanto a las tasas de inflación, los bancos centrales han comenzado a reducir las tasas de interés en varios países, a excepción de Brasil, donde el Banco Central ha elevado las tasas debido a la inflación persistente y los riesgos fiscales. Sin embargo, se espera que «la inflación converja más cerca de las metas de los bancos centrales en 2025».
Actualidad Laboral / Con información de Noticias de Panamá