Todos queremos que nuestros hijos se conviertan en líderes. Queremos que sean valientes, entusiastas y auténticos. Queremos que sus acciones inspiren a otras personas a dar lo mejor de ellas y que saquen el máximo provecho de la vida.
Como padres que protegemos y criamos a nuestros hijos, debemos saber que su camino hacia el liderazgo está en nuestras manos.
Podemos moldear y enseñar las habilidades que necesitan para dirigirse a sí mismos y a los demás en este mundo altamente competitivo, o podemos permitir que sean víctimas de la clase de pensamiento que les hace esclavos del status quo.
Todo esto requiere de mucha responsabilidad, pero ¿quién dijo que ser padre no era una gran responsabilidad?
“La belleza de educar a niños para que sean líderes reside en las pequeñas cosas que hacemos todos los días, es ese tiempo el que moldeará su personalidad en el futuro”, comenta Travis Bradberry en su artículo publicado por LinkedIn.
Siga los siguientes ocho consejos que el Dr. Bradberry propone para incentivar el liderazgo no solo en sus hijos sino en usted mismo.
Forme su inteligencia emocional (EQ)
La inteligencia emocional es esa característica intangible en cada uno de nosotros que influye en la forma de comportarnos socialmente y tomar decisiones personales que permitan alcanzar resultados positivos.
Los niños aprenden la inteligencia emocional de sus padres, así de simple. Ellos absorben su comportamiento como una esponja y están en sintonía con su manejo de las emociones, es decir la forma cómo responden y reaccionan ante emociones fuertes.
La EQ es uno de los mayores factores de éxito en posiciones de liderazgo. TalentSmart ha estudiado más de un millón de personas y encontró que la EQ es responsable del 58% del rendimiento laboral de un líder. Del mismo modo, el 90% de los líderes de alto rendimiento tienen altos ratios de EQ.
La mayoría de la gente hace muy poco por desarrollar su EQ mientras crecen. Solo 36% de las personas que estudiamos son capaces de identificar con precisión sus emociones mientras ocurren. Los niños que desarrollan un alto nivel de EQ llevan estas habilidades a la edad adulta, y esto les da una ventaja en cuanto al liderazgo y la vida en general.
No se obsesione con los logros
Los padres se dejan atrapar por la obsesión de que sus hijos alcancen logros y buenos resultados porque creen que esto los hará ganadores y personas exitosas en el futuro. Sin embargo, obsesionarse en los logros crea todo tipo de problemas para los niños. Esto es especialmente cierto cuando hablamos de liderazgo, donde centrarse en logros individuales da a los niños una idea equivocada acerca de cómo desempeñarse en el trabajo.
En pocas palabras, los mejores líderes se rodean de gente estupenda, ya que saben que no pueden hacer todo solos. Los niños obsesionados con los logros están tan centrados en los premios y resultados que nunca entienden completamente esto. Todo lo que ven es el jugador que recibió el trofeo y el exitoso empresario que sale en las noticias –asumen que todo se trata de la persona. Es una desilusión muy grande una vez que descubren cómo es la vida en realidad.
No los elogie demasiado
Los niños necesitan elogios para formar un sano sentido de la autoestima. Desafortunadamente, acumular muchos elogios no les dará más autoestima. Los niños tienen que creer y confiar en sí mismos para convertirse en líderes exitosos, pero si usted explota de entusiasmo cada vez que su hijo dice algo o patea una pelota (la mentalidad que “todo el mundo merece un trofeo”), esto crea confusión y falsa confianza. Siempre demuéstreles a sus hijos lo orgulloso que usted está de su compromiso y esfuerzo; pero no los trate como superestrellas cuando sabe que no es verdad.
Déjelos experimentar el riesgo y fracaso
El éxito en los negocios y en la vida es impulsado por el riesgo. Cuando los padres sobreprotegen a sus hijos, no permiten que asuman riesgos y vean las consecuencias. Cuando no se les permite fallar, usted no entiende los riesgos. Un líder no puede tomar riesgos apropiados hasta que él o ella conozcan el sabor amargo del fracaso que conlleva el hecho de arriesgar todo y recibir poco.
El camino al éxito está pavimentado con errores. Cuando uno intenta proteger a sus hijos del fracaso con el fin de aumentar su autoestima, ellos tendrán problemas para tolerar el fracaso necesario para tener éxito como líder. Tampoco lo lapide por un error. Los niños necesitan su apoyo cuando fallan. Ellos necesitan saber que a usted le importa. Ellos necesitan saber que usted sabe cuánto duele el fracaso. Su apoyo les permite acoger la intensidad de la experiencia y saber que van a salir adelante. Justo de eso se trata la formación de un carácter sólido para futuros líderes.
Diga no
Consentir en exceso a los niños es una manera segura de limitar su desarrollo como líderes. Para tener éxito como líder, uno debe ser capaz de aplazar las recompensas y trabajar duro por las cosas que son realmente importantes. Los niños necesitan desarrollar esa paciencia. Tienen que establecer metas y experimentar la alegría que conlleva trabajar diligentemente hacia ellas. Decir “no” a sus hijos los decepcionará momentáneamente, pero lo superarán. Lo que nunca superarán es el hecho de ser engreídos.
Deje que los niños resuelvan sus propios problemas
Existe una cierta autosuficiencia en cada líder. Cuando usted es el que toma las decisiones, también debe ser el que tiene que quedarse a arreglar el caos que estas puedan causar. Cuando los padres siempre resuelven los problemas de sus hijos, los niños nunca llegan a desarrollar su capacidad crítica para valerse por sí mismos. Los niños que siempre tienen a alguien que aparece de inmediato para ayudarlos y arreglar las cosas, esperan toda su vida a que esto suceda. Los líderes toman las riendas. Ellos se hacen cargo de la situación. Son responsables. Asegúrese de que sus hijos sean así.
Practique lo que predica
Los líderes auténticos son transparentes y comunicativos. No son perfectos, pero se ganan el respeto de la gente predicando con el ejemplo. Sus hijos pueden desarrollar esta cualidad de forma natural, pero solo si es algo que ven en usted. Para ser auténtico, usted debe ser honesto en todas las cosas, no solo en lo que dice y hace, sino también en quién es en verdad. Cuando practica lo que predica, sus palabras y acciones se alinearán con quien usted dice ser. Sus hijos verán esto y querrán hacer lo mismo.
Demuestre que usted es humano
Sin importar cuán molestos y desafiantes pueden estar sus hijos en algún momento, usted aún es su héroe y su modelo para el futuro. Esto puede llevarlo a ocultar sus errores pasados por miedo de que ellos vayan a verse tentados a repetirlos. Pero no es tanto así. Cuando usted no presenta ninguna vulnerabilidad, sus hijos desarrollan un intenso sentimiento de culpa por cada fracaso porque creen que ellos son los únicos que cometen este tipo de errores terribles.
Para convertirse en líderes, los niños necesitan saber que las personas que admiran no son infalibles. Los líderes deben ser capaces de procesar sus errores, aprender de ellos y seguir adelante para ser mejores personas. Los niños no pueden hacer esto cuando están agobiados por la culpa. Necesitan a alguien –un verdadero ser humano vulnerable– que les enseñe cómo procesar los errores y aprender de ellos. Cuando usted les muestra cómo ha hecho esto en el pasado, estará haciendo precisamente eso.
Actualidad Laboral / Con información de Gestión Perú