20-02-2018

La crisis presupuestaria de las universidades públicas obliga a las autoridades a tomar medidas inéditas en la educación venezolana, para intentar preservar la academia. La semana pasada, la Universidad del Zulia (LUZ), publicó su decisión de dictar clases presenciales tres días a la semana, para contrarrestar la falta de transporte y evitar que los alumnos abandonen las aulas.


La información fue difundida en la cuenta de Twitter de LUZ, el 15 de febrero. La universidad estará abierta los cinco días de la semana, pero las diferentes carreras coordinarán horarios presenciales de tres días a la semana. La rectora encargada de LUZ, Yudith Aular, confirmó la información al medio El Pitazo. Detalló que los profesores completarán el programa de clases vía “aula virtual”, los otros dos días de la semana.


Esta fue la respuesta que resolvieron para enfrentar la crisis operativa de la universidad, debido al déficit presupuestario e hiperinflación venezolana. Debieron reorganizar su planificación académica ante la necesidad de reducir las rutas de transporte a solo tres, de los cinco días de la semana.


Crisis en Guayana


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En las universidades públicas de Ciudad Guayana se han tomado decisiones similares para tratar de preservar la vida académica. Hace dos años que se canceló el turno nocturno del núcleo San Félix de la Universidad de Oriente (UDO), por falta de cables para la luz, robados en noviembre de 2015.


Para el semestre 2018-1, la sede Puerto Ordaz de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), decidió anular el turno nocturno por la indisponibilidad del transporte de trabajar a esas horas, así como por el precario número de estudiantes inscritos. De hecho, reportaron una deserción estudiantil de 30% con respecto al periodo anterior, pero ni así rinden los recursos para garantizar comedor y transporte para todos los turnos.


En la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG) comenzaron el semestre con la clausura de todo el módulo de aulas de la sede Villa Asia, por el total deterioro de su infraestructura. Además, los estudiantes se paralizaron en enero por falta de comedor, transporte y centro de copiado.


Las alertas hechas por la Federación Venezolana de Asociaciones de Profesores Universitarios (Fapuv), desde 2013, comienzan a materializarse con más fuerza: La academia nacional, otro ejemplo mundial por la calidad de sus profesionales formados gracias a la administración pública, es ahora un sector golpeado y empobrecido por políticas presupuestarias paupérrimas que obligan a la deserción estudiantil.


 

Actualidad Laboral / Con información de El Correo del Caroní