Especialmente a raíz de la pandemia, la conciliación se ha convertido en una prioridad para empresas y empleados. En primer lugar, porque nadie quiere volver a los altísimos niveles de estrés laboral crónico que se alcanzaron en 2020, y que derivaron en más bajas laborales de las deseables. Pero también, porque casi todos los últimos estudios sugieren que la conciliación y la productividad, están ligadas para el empleado. En este punto, ¿y si la solución es ofrecer dos meses de vacaciones al año?

Esto es precisamente lo que sugiere un reciente artículo, en el que se plantea que esta iniciativa podría no solo mejorar el bienestar de los empleados, sino también incrementar su productividad y su lealtad hacia la empresa. Según una popular investigación de la Universidad de Warwick en Reino Unido, un trabajador feliz es hasta un 12% más productivo. Si a esto le sumamos la posibilidad de gozar de un periodo extendido de descanso, este porcentaje podría incrementar exponencialmente.

Dos meses de descanso: ¿un escenario viable?



Ofrecer dos meses de vacaciones pagadas al año, puede sonar como una fantasía para el empleado (o una pesadilla paa la empresa)... pero lo cierto es que las cifras lo avalan. Según diversos estudios, los periodos vacacionales prolongados tienen varios beneficios, entre ellos, una mejora sustancial en la retención del talento. Consecuentemente, la lealtad y la satisfacción laboral también se ven reforzadas; lo que redunda en una menor rotación y, por tanto, en menores costos de contratación y capacitación.

Sea como fuere, el modelo de jornada laboral de 40 horas está cada vez más cuestionado. Porque lo que parece evidente es que el tiempo de trabajo, no siempre se traduce en eficacia o calidad. Y aquí es donde el concepto de dos meses de vacaciones pagadas al año, entra en juego. La idea es que, al ofrecer periodos más largos de descanso, los empleados regresan al trabajo con una actitud renovada y una mejor disposición, para enfrentarse a los próximos retos laborales.

Además, muchas empresas, especialmente startups o del sector tecnológico, ya ofrecen periodos vacacionales extendidos (o repartidos a lo largo del año); cuando ofertan un puesto de trabajo. Ofrecer dos meses de vacaciones al año puede parecer arriesgado, pero los beneficios, tanto para el empleado como para la empresa, son innegables. En un mundo cada vez más competitivo y exigente, las estrategias que pongan el foco en el bienestar del trabajador no solo son éticamente deseables, sino también económicamente rentables. La gran pregunta es: ¿estamos preparados?

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Actualidad Laboral / Con datos de La Información