10-05-2022
Luego de 8 años de recesión económica, Venezuela empieza a «mostrar señales de recuperación parcial en ciertas capas de su maltrecho tejido productivo». Así lo indica la firma consultora Anova Policy Research, en su última nota técnica.
«El avance de la dolarización transaccional, el relajamiento de los fuertes controles que acosaban la actividad privada, y la política de aduanas abiertas para la importación de bienes terminados, sentaron las bases para el renacer de las actividades de comercio y servicios orientados al consumo final», explica.
Sin embargo, aclara que «el crecimiento de los ingresos promedio y la mayor disponibilidad de bienes de consumo no se traduce, necesariamente, en mayores niveles de consumo para toda la población».
En tal sentido, la consultora venezolana detalla algunos aspectos que impiden que parte de la población consuma en la economía dolarizada:
- Poca gente participa en el mercado laboral: en Venezuela, solo el 53,8 % de las personas entre 15 y 64 años participa en el mercado laboral. Esta es la tasa de actividad laboral más baja de toda la región e implica que unos 8,8 millones de adultos en edad productiva no generan ingresos autónomos y están en situación de dependencia.
- Los ingresos laborales del sector privado mejoran, pero siguen siendo muy bajos: Estimaciones de campo recientes indican que la remuneración promedio del sector de comercio y servicios del Área Metropolitana de Caracas alcanzó en abril de 2022 apenas US$ 116 mensuales.
- Los salarios del sector público continúan siendo extremadamente bajos: De acuerdo a cifras recientes, el sector público venezolano ocupa aproximadamente a 2.2 millones de empleados, con un salario promedio de US$ 17,9 mensuales.
- Las remesas compensan a algunas familias, pero su alcance es insuficiente: de acuerdo con cifras recientes, la proporción de hogares que perciben ingresos por remesas es de 24,3%. En promedio, estos hogares reportaron recibir solo 65,8 USD mensuales.
Los resultados esbozados por la empresa que, provienen de una investigación más amplia hecha para el Banco Interamericano de Desarrollo, indican que: El ingreso de los más pobres no se está recuperando; solo el 10% más rico de la población mejoró su posición en la distribución, los indicadores globales de desigualdad se están deteriorando abruptamente.
El estudio también indica que, «la debilidad del mercado laboral venezolano, caracterizado por una recuperación parcial de sectores de baja productividad y bajo valor agregado (comercio y servicios), mantiene deprimidos los ingresos laborales de segmentos importantes del empleo».
A su vez, se prevé que «en ausencia de una red de protección social pública que ofrezca mecanismos de compensación efectivos, el resultado será el aumento sostenido y sistemático de los niveles de desigualdad».
Actualidad Laboral / Con información de Banca y Negocios